El ciclismo nos vuelve a dejar otra imagen de superación y pundonor al término de la Vuelta a España, la última gran vuelta de la temporada. Si al final del pasado Tour de Francia descubrimos que Dan Martin terminó la ronda gala con fracturas en dos vértebras, esta semana hemos conocido que el belga Jelle Wallays logró terminar la Vuelta pese a las heridas que sufrió en dos caídas en la primera semana de carrera.

El equipo Lotto-Soudal anunció, a través de un comunicado, que en el reconocimiento médico que se le hizo a Wallays tras la Vuelta se le encontró "una fractura de escafoide en su mano derecha, y también la rotura de dos costillas, la sexta y la séptima, en su lado derecho". Desde el equipo anuncian que "Wallays estará fuera de la bici durante varias semanas y posiblemente para el resto de la temporada".

La primera de las caídas la sufrió en la cuarta etapa camino de Tarragona."Después de mi caída en los últimos 4 kilómetros, voy a revisión al hospital, Espero poder llegar a Madrid", escribió Wallays junto al hashtag #fingerscrossed (crucemos los dedos). En el hospital, a Wallays se le confirmó que sufría magulladuras en la muñeca y en algunas costillas, pero que no había fracturas.

La situación no mejoró para el corredor, que al día siguiente sufriría una nueva caída en la zona de avituallamiento, aunque logró concluir la etapa. Wallays se lo tomó con humor y dijo que en esa primera semana "ya he ganado dos días de guerra contra mí mismo". Pese a las heridas y llegar de los últimos en muchas etapas, Wallays logró su principal objetivo: llegar a Madrid y concluir su segunda Vuelta.