Calmejane: "No soy el futuro sucesor de Bernard Hinault"
Como en la Vuelta de 2016, en la que debutó y logró un triunfo en Teixido, Lilian Calmejane acertó en Rousses en su primer Tour y rebajó la euforia.
Lilian Calmejane pasó a profesionales en 2016 con el Direct Energie. En su debut en la Vuelta se anotó la cuarta etapa, con meta en San Andrés de Teixido. Un perfil similar al de su primer triunfo en el Tour, en la Estación des Rousses, también en su primera participación. “Parezco un buen francotirador, ¿eh?”, bromeó. En serio, se definió con acierto: “Supero bien las cotas. Me motivan este tipo de recorridos: duros, pero no excesivamente, y con margen para buscar escapadas. Me encanta atacar”.
A los 24 años alcanzó su séptima victoria de 2017. Ha conquistado tres generales, Besseges, La Sarthe y Coppi e Bartali, con sus respectivos parciales, más la jornada de Rousses. “El último que venció aquí fue Sylvain Chavanel, uno de nuestros capitanes. Me hacía ilusión recoger su testigo”. En los metros finales gesticuló como el otro líder del Direct Energie, Voeckler: “Nos entrenamos juntos y me aconseja. Thomas se despedirá en este Tour, así que quise rendirle un pequeño homenaje. ¡Aunque también me dolían muchísimo las piernas!”.
Entró acalambrado y se tiró al suelo nada más cruzar la meta. Le aupó para darle un abrazo el mánager del equipo, Jean-René Bernaudeau, en su 61 cumpleaños: “No podría haber elegido un regalo mejor. Me siento muy orgulloso de este chico. ¡Qué carácter tiene! Disponemos de un excelente heredero para Chavanel y Voeckler durante la próxima década”. Bernaudeu no dejó pasar la ocasión para mandar un recado a Bryan Coquard, el velocista al que no alineó y que abandonará la escuadra en 2018: “¿Veis? No resultaba necesario”.
Calmejane se encargó de cortar la euforia sobre sus posibilidades: “No me considero el futuro Bernard Hinault. No creo que aspire nunca a la general del Tour. Me gusta desempeñarme de una manera más libre y ofensiva, sin presión. En estas tres semanas continuaré con mi proceso de aprendizaje”. De momento, porta el maillot a topos de la clasificación de la montaña: “No le tomaré mucho cariño a la prenda por si me la quitan ya, pero me acostumbraría a la sensación de visitar el podio con frecuencia”.