El belga Demoitié fallece tras ser arrollado por una moto
El ciclista del Wanty, de 25 años, cayó en carrera y se investiga si la moto le pasó por encima. Contador, Rogers o la ACP reclaman más seguridad.
Antonie Demoitié (25 años) ha sido el último en caer. No sobrevivió a las heridas provocadas por el atropello de una moto el domingo en la clásica belga Gante-Wevelgem y falleció en el hospital de Lille la pasada madrugada.
El belga del equipo Wanty-Gobert (categoría Pro-Continental) disputaba en la Gante-Wevelgem su segunda carrera World Tour cuando se cayó en Sainte-Marie-Cappel a unos 115 km de meta, junto a otros tres corredores. Cuando estaba en el suelo, una moto le arrolló. No hay imágenes, y según Frederic Evrard, portavoz de la gendarmería de Nord-Pas-de-Calais, ya se ha abierto una investigación "para determinar las circunstancias" del accidente.
Voces reputadas del pelotón internacional alzaron enseguida su voz para reclamar más seguridad. Alberto Contador escribió en Twitter: "¡Se necesita un control de motos en carrera ya!". Michael Rogers: "¿Cuántas tragedias más deben ocurrir para que esto cambie? Por favor, UCI y Asociación de Ciclistas, os necesitamos ahora". Dan Martin: "Adelantar al pelotón en montaña y durante momentos cruciales, cuando la velocidad es alta y se lucha por buenas posiciones, no es seguro".
El año pasado, una moto tiró a Jakob Fuglsang en el Tour. Greg Van Avermaet fue arrollado por otra en San Sebastián. Peter Sagan y Sergio Paulinho en la Vuelta. Este 2016, Danilo Wyss en La Drome y Stig Broeckx en la Kuurne-Bruselas-Kuurne, a quien embistió una moto médica que no paró a auxiliarle. A falta de determinar qué pasó en la Gante-Wevelgem, Demoutié murió. Demasiados incidentes...
Según el reglamento de la Unión Ciclista Internacional, "el organizador es el único responsable de la calidad y de la seguridad de la organización y las instalaciones". En un comunicado, la UCI anunció que "cooperará con las autoridades para investigar las circunstancias del accidente". Pero la Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA) pide más rigor y que se arroje "luz sobre el incidente".
"Siempre hemos apoyado que la seguridad de los corredores debe ser puesta en primer lugar en las discusiones con las partes del ciclismo y en la última reunión de la CPA, pedimos específicamente que se comunicasen rápidamente las estrategias desarrolladas recientemente para mejorar la seguridad durante las carreras", reclamó Gianni Bugno, su presidente.
¿Qué se puede hacer?
"En el pelotón se quejan de que hay demasiadas motos", apunta José Luis de Santos, presidente de los ciclistas españoles. "Cuando se adelanta a un ciclista en carrera, hay que llevar una velocidad adecuada. Algunos sugieren poner un límite, pero este lo debe marcar la prudencia. Sería bueno que, como ocurre con los coches en la Vuelta a España, las motos las pilotaran exciclistas, que saben los movimientos que se dan el pelotón en un puerto, durante un avituallamiento, cuando sopla el aire...", recomienda.
"El ciclismo ya tiene un peligro inherente, y un ciclista no puede estar pendiente de las motos. Ahora están temerosos y susceptibles. Y es complicado correr así", dice De Santos, que confirma que tras los incidentes de seguridad de Bilbao (bolardos mal señalizados), París-Roubaix (corredores saltándose un paso a nivel) o Amstel (coche en dirección contraria) se han producido reuniones entre Bugno y la UCI. Pero no se han evidenciado mejoras. "También se ha propuesto que los conductores de las motos deban tener licencia federativa y superar un curso de capacitación", dice el presidente de la ACP. De momento, nada.
Lo que sí es tangible, y doloroso, es que el modesto Demoitié, que tenía como cima en su palmarés la victoria en el Tour de Finistère en 2014 y que donó sus órganos que podrán salvar tres vidas, ya no está en el pelotón.