La Vuelta a España mantiene su sello "explosivo" para este año
"Este recorrido lleva mucho de lo que somos", dijo Javier Guillén durante la presentación en Santiago, que confirmó las diez llegadas en alto anticipadas por AS.
La Vuelta a España mantiene su esencia: diez llegadas en alto, tres muros imposibles (Ézaro, La Camperona y Mas de la Costa), algún guiño a la tradición (Lagos y Naranco), algún descubrimiento (Camins del Penyagolosa, también conocido como Mas de la Costa), una etapa de montaña el penúltimo día (Aitana), una crono por equipos de apertura (29,4 km), una única contrarreloj individual… Este año hay incluso una etapa-Tour en el Aubisque (39 km). Todo ello, bien removido en una coctelera, muestra las señas de identidad de la carrera en los últimos años. “Esta Vuelta lleva mucho de lo que somos, es una Vuelta explosiva”, definió Javier Guillén. Tiene sus afines y sus detractores, pero no se puede negar que, hasta la fecha, ha funcionado. “Eso es lo que nos demuestran las audiencias”, apuntilló el director general de Unipublic
Junto a su conocido ADN, la Vuelta 2016 reduce kilometraje (y, en consecuencia, dureza) en el cómputo global del recorrido. Pero también disminuye considerablemente los traslados, que fueron una de las principales quejas de los ciclistas el año pasado. “Era un déficit que hemos corregido”, reconoció Guillén. Sólo hace falta echar un vistazo al mapa para comprobar que el hotel estará más cerca a diario: la ronda circulará por todo el norte, salvo la incursión de la semana final en la Comunidad Valenciana. De ahí se llegará a Madrid a través de un largo traslado (ahora sí), pero con la carrera ya resuelta a falta de la fiesta final ante la diosa Cibeles.
Esta reducción de kilometraje y de traslados es un señuelo para los corredores, ante la enorme incógnita que supone este año la participación. Todos los grandes líderes quieren ir a los Juegos Olímpicos de Río, a poco menos de dos semanas de la Vuelta. Hasta ahora sólo han confirmado su presencia en la ronda española Nairo Quintana, Purito Rodríguez y Esteban Chaves. Seducir a otros ilustres en este atípico 2016 será el próximo reto para Guillén.
El recorrido de la Vuelta que se presentó este sábado en Santiago de Compostela, en un día tremendamente lluvioso, se ciñe al ya anticipado el viernes por AS. Inicialmente se carga mucho la mano en Galicia, que acogerá las seis primeras etapas y la salida de la séptima, con la crono por equipos inicial en el balneario de Laias y dos llegadas en alto: Ézaro (3ª) y San Andrés de Teixido (4ª). Territorio rompepiernas. “Ya conocemos las emboscadas que se pueden montar por aquí”, dijo Luis Ángel Maté durante el acto. “Terreno minado”, añadió Álvaro Pino.
La siguiente fase de la carrera, tras una meta en Puebla de Sanabria (7ª), arranca con una etapa unipuerto en La Camperona (8ª). “Es la primera subida seria de la Vuelta”, apuntó Pino. Sus rampas del 24% anuncian un tríptico que completan dos clásicos en Asturias: el Naranco de Oviedo (9ª) y Lagos de Covadonga (10ª). Habrá una cuarta llegada en alto consecutiva en la cántabra Peña Cabarga (11ª), pero después de una jornada de descanso.
La Vuelta seguirá su periplo por el norte con su retorno a Bilbao (12ª), cinco años después de aquella apoteosis que supuso ver a Igor Antón pasar victorioso por la puerta de su casa. La ciudad llevaba desde 1978 sin aplaudir a la Vuelta. Y el público vasco, amante de este deporte, la mejor afición del ciclismo, aplaudió a rabiar. En este 2016 volverá a tener la oportunidad. “Habrá una escapada con gente buena, como ocurrió entonces”, pronosticó Óscar Pereiro.
De Bilbao se irá a la navarra Urdax (13ª), que orientará la carrera hacia su etapa reina: un recorrido por los Pirineos franceses para coronar el Aubisque (14ª) después de La Piedra de San Martín y del Marie Blanque. Sabor a Tour para una carrera propiedad del Tour. “Aunque aquí ya se llegará con alguna diferencia, estamos ante una gran etapa de montaña y se abrirán seguramente las primeras diferencias importantes”, comentó Mikel Landa. Al día siguiente habrá otra meta en alto, en Formigal (15ª), antes de enfilar la recta final.
La última semana discurre por las tres provincias de la Comunidad Valenciana, con ese novedoso muro de Camins del Penyagolosa (17ª): 4 kilómetros con un 12,9% de promedio y rampas hasta del 22%. “Un final bonito para ver”, señaló Landa. Y como remate, ese encadenado final el viernes y el sábado: la contrarreloj Jávea-Calpe (19ª) y la montañosa jornada hasta la base militar del Alto de Aitana (20ª). Esos dos días, según las cuentas de los organizadores, decidirán la Vuelta a España 2016. Ya veremos entre quiénes.
Quien no participará ya será Pablo Lastras, retirado del ciclismo por una gravísima lesión. Este sábado subió por su propio pie, caminando despacio, al escenario del Palacio de Congresos de Santiago, mientras el público le dedicaba un interminable, merecido y sincero aplauso. Un emotivo broche para un acto que cerraron las gaitas gallegas. La Vuelta 2016 está en marcha.