Ciclismo | Vuelta a España

"Sería la leche pasar de líder por el País Vasco"

Igor Antón reconoció con AS las etapas que recorrerán su tierra

juan flor

La Vuelta a España 2011 regresa al País Vasco 33 años después. Qué mejor cicerone que uno de los grandes favoritos a llevarse la carrera: Igor Antón, natural de Galdakao, localidad por la que pasará la 19ª etapa: Noja-Bilbao. La 20ª irá desde Bilbao hasta Vitoria. Además, la 17ª saldrá también de suelo vasco, en las Bodegas Faustino de Oyón.

A Antón, expresivo y espontáneo, se le ilumina la cara sólo con pensar en la idea de que la Vuelta llegará a Galdakao: "La ilusión que va a hacerme atravesar mi pueblo... ufff. Imagina si encima lo hago vestido con el maillot rojo. ¡Eso sería la leche! Supondría una auténtica gozada disfrutar del liderato con toda mi gente. Lo consideraría una recompensa al esfuerzo y al infortunio de las anteriores Vueltas".

En El Vivero, cota de segunda que se subirá en la 19ª jornada, dio sus primeras pedaladas: "Es un puerto duro, corto y explosivo. Allí viviré una sensación extraña. Ascenderlo en competición, en vez de entrenándome, será raro y espero que divertido. Como la cima se encuentra cerquita de meta, habrá bastante guerra, aunque imagino que la general se habrá decidido ya. En Urkiola (última dificultad montañosa de la ronda), al día siguiente, sucederá lo mismo: muchos movimientos, pero con el inconveniente de que Vitoria queda aún lejos".

El líder del Euskaltel, nacido en 1983, sólo conoce la historia de la Vuelta en el País Vasco por lo que ha leído o lo que le han contado: "La última vez que vino aquí la prueba, en 1978, todavía no era ni un proyecto de persona. ¡Cómo pasa el tiempo! Me encanta que nuestro público pueda disfrutar de nuevo del espectáculo del ciclismo. Sin duda se trata de la afición más fiel de España".

Victoria final.

Antón no esconde que su objetivo es apuntarse la Vuelta: "He enfocado la temporada para afrontar con plenas garantías la carrera. Me veo capacitado para ganar, mi actuación del año pasado me dio la confianza que necesitaba. Quién sabe que hubiera ocurrido sin la caída". El reto de Igor, conquistar su primera grande, comienza en seis días.

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