Un 3 del draft en tres ciudades
Pau Gasol pisó el acelerador con el Barça 2000-01 y aceleró su salto a la NBA. Lo hizo a lo grande: pick 3, Rookie del Año y jugador franquicia en Memphis.
El 7 de marzo, Los Angeles Lakers retirarán el número 16 de Pau Gasol, que se alzará en el techo del pabellón junto a, en púrpura y oro, algunos de los más emblemáticos de toda la historia del baloncesto: el 32 de Magic Johnson, el 33 de Kareem Abdul-Jabbar, el 8 y el 24 de Kobe Bryant, el 13 de Wilt Chamberlain, el 22 de Elgin Baylor, el 44 de Jerry West, el 34 de Shaquille O’Neal… Será un día histórico para el deporte español, el homenaje a unos años que cambiaron para siempre nuestro baloncesto, la cima del mejor de los nuestros y uno de los mejores jugadores europeos de toda la historia. Esta es la historia de los años, los títulos y la gloria de Pau Gasol en Los Angeles Lakers. Años de púrpura y oro.
PRIMERA PARTE: Lo primero, claro, fue el traspaso
SEGUNDA PARTE: Kevin Garnett, Dwight Howard, Kevin Garnett
TERCERA PARTE: Un número 3 del draft en tres ciudades
Un 27 de junio de 2001, más de seis años antes de aquel 5 de febrero de 2008 en New Jersey, cuando se puso por primera vez la camiseta de los Lakers en una cancha de baloncesto, el fenómeno Pau Gasol que acababa de dinamitar el baloncesto español dio un salto a Estados Unidos que, entonces, algunos consideraron precipitado. Pero el reguero de puertas derribadas con el Barcelona le hizo atravesar la que por entonces era la más importante que se le había abierto a un jugador de baloncesto español. Lo sigue siendo: se llevó un número 3 de draft de tres ciudades: elegidos por Atlanta Hawks y traspasado a unos Vancouver Grizzlies que semanas después se mudaron a Memphis.
Por delante de él fueron seleccionados dos pívots puros: Washington Wizards invirtió en Kwame Brown lo que acabó siendo uno de los peores números 1 de la historia. Después, Tyson Chandler fue elegido por Los Angeles Clippers y traspasado a Chicago Bulls. Tuvo una muy buena carrera y acabó siendo campeón con los Mavericks en 2011, pero se marchó de Chicago en 2006, sin pena ni gloria, y no fue all star hasta 2013. El pick 3 garantizó a Pau 8,78 millones de dólares de salario, suficiente para romper su contrato con el Barça y acelerar la vía americana a través de unos Grizzlies que hasta ese momento eran uno de los felpudos de la NBA: fundados en 1995, no habían pasado de 23 victorias en sus seis temporadas en Vancouver. Después de dos de aterrizaje en Memphis, jugaron playoffs tres años seguidos (2004-06) con Pau Gasol como referente.
Los Hawks, que lo habían elegido en primer lugar, lo traspasaron a cambio de shareef Abdur-Rahim, que en 2004 fue enviado a Portland Trail Blazers. Pau se convirtió en el jugador no formado en Estados Unidos elegido más arriba en la historia de los draft. La marca, eso sí, le duró un año: el gigante chino Yao Ming fue número 1 en 2002. Un año después, el pívot serbio Darko Milicic se llevó el 2 en uno de los mejores draft de la historia. Un punto negrísimo, un error garrafal de Detroit Pistons, entre LeBron James y Carmelo Anthony. En plena crecida del baloncesto internacional, otros dos pívots fueron número 1 en 2005 y 2006, el australiano Andrew Bogut y el italiano Andrea Bargnani, el primer europeo con esa altísima distinción.
ANTONI DAIMIEL es periodista especializado en la NBA desde 1995: “Antes de irse, se le veía muy ilusionado con su marcha a la NBA. Expectante en la ilusión de lo que le podía pasar en esa aventura, no con dudas o temeroso”.
SERGIO SCARIOLO es el seleccionador de España y uno de los mejores entrenadores de la historia del baloncesto FIBA: “Desde esa temporada a la que decidió irse a Estados Unidos, tuve muy claro que estaba preparado. Yo tenía la ventaja de haberlo sufrido, de habérmelo encontrado en la cancha en bastantes ocasiones. Y en todas me había demostrado tal capacidad de dominio de baloncesto a una edad tan temprana que no veía cuál podía ser la razón para demorar el salto a la NBA”.
JORGE GARBAJOSA es presidente de la FEB y excompañero de Pau en la Selección española: “Pau es un tipo duro, lo ha sido y lo será siempre. Ahora para llegar a la NBA lo tenemos más fácil, antes era más duro. Ahora hay Facetime, hay videollamadas, Whatsapp... Antes era irte a otro mundo, tenías como mucho el Messenger, y me siento muy mayor con esto. Él era un niño y tuvo el apoyo de su familia, que fue crucial. No es lo mismo irte con con 27 o 28 años como me fui yo que con veinte. Pero él no solía mostrar debilidad, primero porque no creo se sintiera débil, pero además porque no es su estilo”.
AMAYA VALDEMORO es, seguramente, la mejor jugadora de la historia del baloncesto español. Fue tres veces campeona de la WNBA (1998-2000) con Houston Comets: “No sé el dinero que me dejaba en llamadas telefónicas, porque yo fui allí en el 98. Mi primera cuenta de mail me la hice allí, en Estados Unidos, cuando te conectabas a internet y sonaba la llamada de teléfono. Estamos hablando de la prehistoria. Entonces era muy, muy difícil irte a jugar tan lejos. A mí me escogieron en el draft porque me vieron en una cinta de VHS en la que iban a hacer scouting de otra jugadora. Ha cambiado todo tanto, para bien y para mal…”.
JUAN CARLOS NAVARRO es el responsable de la sección de baloncesto del Barcelona. También leyenda de Pau Gasol, es amigo íntimo de Pau Gasol con el que compartió vestuario en el Barça, los Grizzlies y, claro, la Selección: “Los años rookies, y lo digo por experiencia, son complicados. Llegas de Europa, que ahora está mejor visto y entonces era más duro. Pero él con su carácter se impuso a las dificultades. Lo suyo era competir con los mejores, que era lo que quería hacer. Hubo un momento durillo, pero lo superó con creces”.
JORGE GARBAJOSA: “Como ha prescrito ya, puedo decirlo: me llevó el Plus pirateado cuando me fui a la NBA, y para mí el sábado era una religión ver el partido de la ACB con Sixto Miguel Serrano”.
JUAN CARLOS NAVARRO: “Todo lo que es externo fue lo más duro, lo mismo que me pasó a mí. Tú eres jugador de baloncesto, lo complicado es lo demás. Su familia fue para allá, y le ayudó mucho con eso. Vas a otro continente, a otro país... es un sueño pero los primeros meses son un proceso de adaptación”.
Una primera temporada de ensueño
Gasol sintió lo que era ser jugador de la NBA ya durante su presentación en Memphis, en la que insistió en la puesta a punto física: “Tengo que ganar fuerza y velocidad, en esta competición el físico es mucho más importante que en la ACB”. Era una NBA sacudida todavía por el regreso de Michael Jordan, que con 38 años iba a llevar camiseta de Washington Wizards: “Se me pone la carne de gallina solo con pensar que voy a tenerlo enfrente”, anticipaba el español, que en su primer entrenamiento tuvo que corregir una lista de trabajo en la que aparecía como ‘Pao Gasol’.
Ocho días después, jugó su primer partido en el estreno de la pretemporada de los Grizzlies... y de la franquicia en Memphis: 99-95 ante los Blazers con 6 puntos y 5 rebotes de Pau en 18 minutos. Estados Unidos seguía con el corazón encogido tras los trágicos atentados del 11-S, y los jugadores de los Grizzlies lucieron un mensaje de unidad (“United We Stand”) en sus camisetas de calentamiento. Su primera regular season arrancó el 1 de noviembre: 80-90 ante los Pistons en su Pyramid Arena. Pau entró desde el banquillo, jugó 17 minutos y sumó 4 puntos y 4 rebotes con un 2/5 en tiros. Su primera canasta en la NBA fue un mate tras asistencia de Jason William, el vistoso playmaker apodado Chocolate Blanco. Era el primer partido de un español en la gran Liga desde el 30 de abril de 1987, cuando Fernando Martín jugó su único choque de playoffs (menos de un minuto en la derrota de sus Blazers ante los Rockets). En el cuarto (y cuarta derrota: los Grizzlies arrancaron 0-8), una lesión de Stromile Swift lanzó a Pau al quinteto titular por primera vez. Es el 6 de noviembre, en Phoenix, y supuso un paso de gigante: 40 minutos, 27 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones. 11/17 en tiros, 5/8 en tiros libres. Ya no iba a dejar el puesto de ala-pívot del quinteto inicial.
Su primer triunfo llegó el 17 de noviembre, contra los Cavaliers: 98-93. 17 puntos y 10 rebotes de un Pau que superó los 30 puntos por primera vez el 10 de enero, otra vez ante los Suns: 31 y 7 rebotes, 12/20 en tiros. Con 21 años, cerró su primera temporada con unas medias de 17,6 puntos, 8,9 rebotes, 2,7 asistencias y un 52% en tiros. Y recibió por aclamación el galardón de Rookie del Año después haber sido el Novato del Mes en noviembre, enero y marzo. Primer no estadounidense en conseguirlo, lideró a todos los rookies en puntos, rebotes, tapones y porcentaje de tiro. No ocultó, entonces, cierto vértigo por todo lo que le había sucedido en cuestión de meses: “Tengo un poco de miedo a que la en España se harte por si le estoy robando mucho protagonismo al fútbol”. Y reconoció que su año de novato había sido toda una experiencia: “Me tienen que dar una torta muy grande para que piten falta...”.
ANTONI DAIMIEL: “La siguiente vez que le vi fue en Philadelphia, por el All Star 2002. Fuimos al aeropuerto cuando él llegaba para jugar el Rookie Challenge. Recuerdo que Pau aterrizó en un vuelo de los Grizzlies con Shane Battier, que también había sido una elección muy alta de draft y que había tenido mucha presencia en el baloncesto universitario, y con un novato de segunda ronda que tenía un tratamiento totalmente diferente y que no sabía ni por dónde salir de la terminal. El tipo de coche, la asistencia... todo era distinto. Pau y Battier tenían ya tratamiento de estrellas, y fue nuestro primer contacto con él después de llevar tres meses y pico en la NBA a gran nivel y como gran aspirante a Rookie del Año. Él mostró desde principio una capacidad de adaptación sublime, magnífica. Se sentía seguro con el baloncesto y sabía que si el baloncesto va bien, lo iba va a venir rodado. Pasar tan rápido de estar en España, con su edad y su manera de ser, que en las relaciones personales era bastante tímido fuera de la pista, a todo lo que supone ser una estrella de la NBA y vivir esa dinámica en un vestuario que no era fácil, en una ciudad como Memphis... Pero él se sentía seguro con un balón de baloncesto en las manos”.
AMAYA VALDEMORO: “Yo sabía cómo era el juego allí. Venía de entrenar en España mañana y tarde pero cuando volví a mi casa después de un año allí, mi padre se quedó alucinado porque estaba más fuerte que el vinagre. En EE UU el nivel físico es poderorísimo, tienes que estar fuerte. Pero también tienes que tener cuidado, porque al final cada jugador es de una manera, depende de las habilidades que tenga cada uno. Hay que estar en el peso adecuado, que eso tampoco te reste. Ha habido jugadores que se han pasado. Pero Pau ha estado siempre en su mejor peso, ágil. Es un tío muy alto, muy fuerte, y eso le ayudaba a tener esa gran movilidad que tenía. Le cuidaron muy bien porque sabían el potencial que tenía. No se pasaron. Le vimos evolucionar físicamente, pero incluso en sus primeros años dejó imágenes como el mate a Kevin Garnett. Lo más importante de Pau era su cabeza”.
ANTONIO DAIMIEL: “Pau normaliza las cosas buenas que le pasan porque, apartando la vanidad y el ego, es consciente de que es un privilegiado para el baloncesto. Va asimilando todo porque piensa que es lo que tiene que llegar. Asimila todo muy bien y eso es clave en su proceso de adaptación, que está vivo hasta que se retira en la NBA: cosas nuevas, retos, exigencias distintas, el trato con la prensa... Lo ha llevado todo muy bien siempre”.
CHUS BUENO, ahora director general de Legends en España y Portugal, trabajó para la FEB y fue Vicepresidente de Negocio de la NBA para Europa, Oriente Medio y África: “Al final, creo que es que todos lo queríamos tener un poquito más. Acabábamos de ver su exhibición en la final de la ACB, habíamos visto a un chico de 2,16 subir el balón, meter triples, hacer esas entradas a canasta en carrera… Dijimos, ‘no te vayas tan pronto, queremos tenerte un poco más’. Pero pronto, quedó demostrado que estaba preparado. En su primera temporada promedio 17,6 puntos, quedó claro que no era pronto para él. Luego nos pasó con Doncic también… pero a los que tienen tantísimo talento no se los puede parar. Tienen que ir con los mejores para seguir desarrollándose. Muy a nuestro pesar, porque nos habría encantando ver más a Pau en España, quedó claro que un chico de ese talento tenía que estar donde pudiera expresarlo al máximo. Fue Rookie del Año, el debate se acabó”.
Un final de camino inevitable... pese a Navarro
El 17 de abril de 2004, en su tercer año en los Grizzlies, jugó por primera vez playoffs: derrota incontestable (4-0) contra unos Spurs que defendían título. Sería el primero de los tres años consecutivos en los que la franquicia llegó a playoffs. Un enorme éxito que acabó volviéndose en contra porque, a pesar del cambio en el banquillo (Mike Fratello por Hubie Brown) no pudo ganar un solo partido: de aquel 4-0 de los Spurs a otros dos ante Phoenix Suns y Dallas Mavericks. La sensación de que el proyecto había tocado techo comenzó a gestar a fuego lento la salida de Pau. Desde ahí, hasta el traspaso. Pero fue en los Grizzlies donde firmó su primer gran contrato NBA: el 30 de octubre de 2004 amplió su contrato rookie por seis años y 86 millones de dólares.
Ese contrato, que entró en vigor en la temporada 2005-06 con un salario de 10,9 millones, fue con el que desembocó después en los Lakers. Sueldo de estrella… y condición de estrella. En ese año 2006 fue all star por primera vez. Formó parte del banquillo de una Conferencia Oeste de ensueño: Steve Nash, Kobe Bryant, Tracy McGrady, Tim Duncan y Yao Ming eran los titulares. Y entre los suplentes también estaban Ray Allen, Kevin Garnett, Dirk Nowitzki, Tony Parker... En playoffs otro 4-0, este contra los Mavs de Dirk Nowitzki que iban directos hacia las Finales, puso en marcha una rueda de la separación que aceleró la lesión de Pau durante las semifinales del triunfal Mundial 2006, del que salió como campeón y MVP. Se perdió los 23 primeros partidos de la temporada 2006-07 y los Grizzlies, que perdieron 18 (5-18) se cayeron de la carrera de los playoffs. Cuando Pau volvió a las pistas, el 15 de diciembre, quedaba ya poco más de un año para su salida de Memphis con destino L.A. Un traspaso que acortó su reunión con Juan Carlos Navarro en Tennessee. Su íntimo amigo acabó, muy solo sin él, la temporada 2007-08 en los Grizzlies y después regresó al Barcelona.
ANTONI DAIMIEL: “Cuando me confirman que se va a hacer el traspaso a los Lakers es una gran alegría. Había habido un proceso previo de desgaste del aficionado en cuanto a aburrirse ya con la etapa de Pau en Memphis, también del propio Pau, que se le veía ya que no estaba conforme en los Grizzlies. Era apasionante la perspectiva que se abría. Yo tuve que preparar un viaje relámpago a Nueva York para el debut de Gasol en los Lakers”.
JORDI BADOSA fue ayudante de Pau Gasol durante sus años en Los Ángeles: “Yo creo que él equipo no maduraba, que no terminaba de tener un roster lo suficientemente competitivo, y él con sus agentes estaban mirando ya cosas de su futuro”.
JORGE GARBAJOSA: “Él necesitaba un salto deportivo. Me consta el amor que tiene por Memphis, lo ligado que estaba a la ciudad. Pero necesitaba ese salto, él creía que era su momento. Que podía estar muy cómodo allí pero se la pasaba el arroz. Esto es un juego de confianzas. Hay contratos y proyectos, pero eso está acabado si un equipo no está cómodo con un jugador. Y, del mismo modo, no tiene sentido si un jugador no está cómodo en un equipo. Los contratos hay que respetarlos y las cosas hay que hacerlas bien, pero la sensación que daba es que Pau vio que en aquel momento la franquicia no había crecido como él quería crecer. Eso nos pasa a todos en el día a día, estás fuera de lugar si no siguen tu ritmo. Lo hizo bien, fue respetuoso pero firme”.
JOSÉ MANUEL CALDERÓN jugó en la NBA entre 2005 y 2019 y fue compañero de Pau Gasol en la Selección española: “Las cosas son difíciles. Yo recuerdo mi primer traspaso, cuando me fui de Toronto. Por una parte ves que vas a una situación mejor, por otra llevas muchos años en un sitio, tienes muchos amigos, no conoces otra cosa... Pasan tantas cosas en un traspaso, y más en uno como el de Pau en el que iba a un súper equipo. No es fácil. Al final, es una alegría porque ves que de repente vas a competir por todo, pero al mismo tiempo te queda esa parte de lo que has dejado algo por hacer, de que has dado todo lo posible por tu equipo anterior... Cuesta hacerse a la idea y adaptarse. Después, se iría dando cuenta de que lo importante no era lo que había dejado atrás sino que lo había dado todo. Había sido Rookie del Año, con números increíbles, había llevado a Memphis Grizzlies a playoffs... A todos nos habría gustado que hubiera ganado todo alllí, pero no se le podía exigir mucho más. Yo creo que le queda la conciencia tranquila, la sensación de que ha hecho todo lo posible”.
JUAN CARLOS NAVARRO: “Al final, en 2007 surgió la posibilidad de jugar juntos. Me convenzo de que tengo que salir del Barça y surge la posibilidad. Él tiene mucha mano en Memphis y aparece esa opción de jugar juntos durante el verano con la Selección. Él me ayudó mucho. Me presentó a todo el mundo, a encontrar la casa, a conocer la ciudad, con el idioma jugando... Pero luego a mitad de temporada se marchó. Fue durillo, pero a él le ayudó a dar el paso al siguiente nivel. Me quedó contento por él, muy contento, pero un poco en shock por quedarnos solos. Estábamos entrenando y le dijeron ‘sube al despacho un momento’. Fue todo pim, pam, pum, no se lo esperaba. Y después bajó y me comentó todo el tinglado. Allí en la NBA, estas cosas pasan y vas donde te mandan. Era un paso de gigante para él después de una etapa muy buena en Memphis a nivel personal. Pero justo entonces la franquicia no estaba bien, y él necesitaba el cambio”.
ANTONI DAIMIEL: “Ellos eran ámigos desde muy jóvenes y siempre lo han sido. Han tenido una gran relación pero, claro, aquella temporada estaban cada uno un poco a lo suyo. Pau había insistido durante años a Juan Carlos para que fuera a la NBA. Otros compañeros de Selección también. Le decían que lo haría bien allí, que tenía que probar. Y cuando por cuestiones contractuales se da la oportunidad, encima se facilita el camino para que llegara al equipo en la que estaba Pau. Los Grizzlies entonces eran una franquicia difícil, no cuidaban mucho a sus jugadores. Para Navarro es complicado por el idioma, por su rol en un equipo muy esquematizado... Y justo entonces Pau estaba preocupado con qué pasaba con su carrera y supongo que era consciente desde semanas antes de que podía salir de Memphis. Su traspaso aumentó las dificultades en la temporada rookie de Navarro, sin duda. Y seguramente contribuyó a que su etapa en la NBA fuera tan breve”.
ANTONIO MARTÍN GUIRADO era corresponsal de EFE en Los Ángeles durante los años de Pau Gasol en la franquicia: “Pau es traspasado el 1 de febrero de 2008. Yo había llegado a Los Ángeles para ser corresponsal de EFE trece días antes, el 17 de enero. Me salta el recordatorio en Facebook todos los años. Ahora veo que han pasado quince años y pienso ‘madre mía...’. Recuerdo ir a su primer partido en Los Ángeles para lo que iba a ser mi rutina hasta que él se va en 2014. Presentarme y decirle ‘hola, voy a ser tu sombra’. Y a partir de ahí tuvimos una relación bonita”.