NCAA

Towns y Booker, Cousins y Wall... Cuando el ‘poder NBA’ falló en el Madness

A lo largo de la historia, equipos llenos de jugadores que luego fueron importantes en la NBA cerraron con decepciones temporadas universitarias en las que eran muy favoritos.

Karl-Anthony Towns #12 and Devin Booker #1 of the Kentucky Wildcats battle for position on a free throw with Frank Kaminsky #44 of the Wisconsin Badgers in the first half during the NCAA Men's Final Four Semifinal at Lucas Oil Stadium on April 4, 2015 in Indianapolis, Indiana.
ANDY LYONS
Juanma Rubio
Nació en Haro (La Rioja) en 1978. Se licenció en periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. En 2006 llegó a AS a través de AS.com. Por entonces el baloncesto, sobre todo la NBA, ya era su gran pasión y pasó a trabajar en esta área en 2014. Poco después se convirtió en jefe de sección y en 2023 pasó a ser redactor jefe.
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Así es el March Madness: un equipo puede firmar un 38-0 hasta la semifinal de la Final Four en su temporada y acabar sin título. Puede ser el mejor pero el “1” de ese 38-1 puede ser la diferencia entre terminar con corona o sin ella. Por eso la emoción, las sorpresas, las remontadas, los brackets y las apuestas… el torneo de marzo, en fin. Esas cosas pasan. Es llamativo, especialmente si ese equipo está entrenado por un pope de los banquillos college como John Calipari. Y si tiene a dos jugadores que acabaron en los puestos 1 y 13 del siguiente draft. Y acumulan ya nueve all star y más de 350 millones en contratos NBA. Pero eso fue lo que le pasó, hace exactamente una década, a la Kentucky 2014-15. Los Wildcats de Karl-Anthony Towns y Devin Booker.

Y más: hasta nueve jugadores de ese equipo pisaron la NBA porque también llegaron Trey Lyles (número 12 en el mismo 2015) Wille Cauley-Stein (pick 6 el mismo año), Aaron Harrison, Andrew Harrison, Dakari Johnson y Alex Poythress. En total, cuatro de los primeros 13 del draft. Un equipo que llegó a la Final Four, con más de 72.000 aficionados en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis, y se estrelló, a las puertas de la lucha por el título, contra los Badgers de Wisconsin (71-64). La primera temporada (en el formato actual) de 40-0 se quedó en el camino y un equipo que estaba a meses de tener cuatro lottery picks (top 14) en el draft de la NBA acabó convertido en uno de los mayores chascos de la historia del baloncesto universitario. Pudo más la dureza y la mayor experiencia de Wisconsin: Frank Kaminsky, Sam Dekker, Nigel Hayes-Davis (ex del Barcelona y ahora jugado del Fenerbahçe)…

No ha sido la única gran decepción de Kentucky (ocho títulos, solo uno este siglo) en el March Madness. No si se piensa, al menos, desde la perspectiva de los grandes nombres NBA: en la temporada 2009-10, los Wildcats tenían a cinco jugadores que fueron primeras rondas de draft, entre ellos al número 1 de 2010 (John Wall), al 5 (DeMarcus Cousins) y al 18 (Eric Bledsoe). Un desastre mucho mayor porque la derrota llegó en el Elite 8, un día nefasto contra West Virginia (73-66) en el que el equipo no pasó de un 4/32 en triples. El saldo final de la temporada fue 35-3.

Mucho antes, en la temporada 1965-66, el equipo que todavía entrenaba el célebre Adolph Rupp (los años de la Kentucky blanca, blanquísima) que ahora da nombre al pabellón del equipo en Lexington, también se quedó corto a pesar de tener en sus filas a Pat Riley y Louid Dampier. Un 27-2 se quedó en nada en la final nacional (72-65) contra los Miners de Texas Western. Esa final inspiró la película Glory Road (Camino a la Gloria) y marcó un hito en la integración racial del deporte estadounidense. Un equipo con un quinteto totalmente negro, entrenado por el legendario Don Haskins, sorprendió en Maryland a la Kentucky blanca, blanquísima que no tuvo jugadores negros hasta 1969. Eran tiempos en los que en Texas se había oficializado la integración en teoría… pero no tanto en la práctica. Se decía, por entonces, aquella infamia de que había que poner en pista “un negro si juegas en casa, dos si juegas fuera y tres si tienes que remontar el partido”. Riley, que perdió ese partido, habló años después con orgullo de un rival que dijo que aquel día firmó la “proclamación de emancipación de 1966”.

Derrick Rose, Wiggins y Embiid...

La lista va más allá de Kentucky, claro, si se busca equipos de mucho nombre NBA que no alcanzaron el triunfo final en College. Tres entre 2005 y 2008: primero los Fighting Illini de Illinois (2005), que empezaron 29-0 y acabaron 37-2 tras perder en la final contra la North Carolina de Raymond Felton, Marvin Williams y Rashad McCants. Las estrellas de Illinois eran Deron Williams y Dee Brown. Otros tres (Luther Head, Roger Powell y James Augustine) llegaron a la NBA. En 2007 los Buckeyes de Ohio State (un enorme poder en football) buscaban el segundo título de su historia en baloncesto con Mike Conley (número 4 del draft) y Greg Oden (1 por delante de Kevin Durant). También estaban en el roster Daequan Cook y Othello Hunter, pero en la final no pudieron con unos Gators de Florida con mucha potencia NBA, también: Al Horford y Joakim Noah eran un muro en las zonas.

Un año después, John Calipari estaba en Memphis (saltó a Kentucky en 2009) y tenía como estrella de los Tigers a Derrick Rose, que luego fue número 1 del draft y el MVP más joven de la historia, en 2011. Además, en el quinteto estaban otros con futuro NBA: Chris Douglas-Roberts, Joey Dorsey y Antonio Anderson. El balance final fue de 38-2 con derrota en la final contra los Jayhawks de Kansas, que se impusieron en una prórroga que forzó un tiro legendario de Mario Chalmers, que luego fue campeón NBA con los Heat de LeBron James y Dwyane Wade. Los Tigers, por cierto, ganaron en semifinales a una UCLA que tenía a Kevin Love, Russell Westbrook y Luc Mbah a Moute.

Kansas ganó esa temporada, pero tuvo un fiasco sonado en el curso 2013-14, cuando reunió a Andrew Wiggins y Joel Embiid, números 1 y 3 del siguiente draft. Sin embargo, no pasaron de segunda ronda en el torneo (derrota contra Stanford). Embiid jugó 28 partidos pero se perdió, por una lesión en la espalda, el torneo de la Big 12 y el March Madness. La versión 1996-97 de los Jayhawks tenía a Paul Pierce y Raef LaFrentz además de a un entrenador inolvidable como Roy Williams, pero perdió en la Final Four, y en la prórroga, contra los Wildcats de Arizona a pesar de que Pierce jugó un partido tremendo (27 puntos, 11 rebotes) para un equipo que acabó 34-2 la temporada. Además de Pierce y LaFrentz había otros cuatro NBA en el equipo: Scott Pollard, Billy Thomas, Jacque Vaughn y Ryan Robertson.

Otros casos sonados fueron estos:

-Indiana Hoosiers 1974-75: 31-1 en la temporada, un entrenador como Bobby Knight y ocho jugadores NBA pero derrota contra Kentucky en semifinales.

-Houston Cougars 1982-83: el legendario equipo conocido como Phi Slama Jama, con Hakeem Olajuwon y Clyde Drexler, era favorito para ser campeón pero se hundió en la Final Four, donde se dejó remontar veinte puntos en la segunda parte por los Wolfpack de North Carolina State (54-52 final). No solo eran los históricos Olajuwon y Drexler, en aquellos Cougars estaban también los NBA Michael Young y Larry Micheaux.

-Georgetown Hoyas 1984-85: Patrick Ewing al frente con un entrenador inolvidable como John Thompson. 35-3 en la temporada y derrota en la final nacional contra Arizona Wildcats. La derrota de los Hoyas (66-64) sigue siendo considerada una de las mayores sorpresas de la historia. Cuatro con futuro NBA rodeaban al inmenso Ewing: Reggie Williams, Bill Martin, David Wingate y Michael Jackson.

-UNLV Runnin’ Rebels 1990-91: uno de los equipos universitarios más celebrados de todos los tiempos, acabó 34-1 con Jerry Tarkanian como entrenador y tres estrellas como Larry Johnson, Stacey Augmon y Greg Anthonyl. Con un estilo espectacular que conquistó a todo EE UU, los Runnin’ Rebels perdieron en la semifinal de la Final Four con una Duke que acabó llevándose el título.

-Michigan Wolverines 1992-93: un equipo inolvidable que no fue campeón, el de los Fab Five. En su primer año llegaron a la final pero fueron zarandeados (71-51) por la tremenda Duke de Christian Laettner, Grant Hill y Bobby Hurley. Un año después, en 1993, la derrota en la final llegó contra North Carolina, esta vez por los pelos (77-71) y en un inolvidable final en el que Chris Webber pidió un tiempo muerto cuando a su equipo no le quedaba ninguno. Con Webber (número 1 del draft de 1993) completaban el Fab Five Jalen Rose, Juwan Howard, Jimmy King y Eric Riley. Además, uno de los suplentes era Rob Pelinka, el famosísimo general manager (y exagente de Kobe Bryant) de los Lakers.

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-North Carolina Tar Heels 1994-95: una derrota en semifinales contra Arkansas dejó con la miel en los labios a un equipo del que saldrían el 3 y el 4 del siguiente draft, Jerry Stackhouse y Rasheed Wallace. Y que tenía tres que fueron drafteados en segunda ronda en los siguientes años: Shammond Williams, Jeff McInnis y Serge Zwikker.

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