NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

NBA | TIMBERWOLVES 109 - GRIZZLIES 101

En los Wolves todo son sonrisas sin Towns

Gran victoria de los Timberwolves ante los Grizzlies a pesar de una malísima actuación, otra, de Rudy Gobert. Edwards mejora sin Towns.

Actualizado a
Gran victoria de los Timberwolves ante los Grizzlies a pesar de una malísima actuación, otra, de Rudy Gobert. Edwards mejora sin Towns y se va a 29 puntos.
Nick WosikaUSA TODAY Sports

De repente, y tras tres derrotas consecutivas, los Wolves mejoran. Y tendrá o no que ver con la ausencia de Karl Anthony Towns, lesionado en la última de ellas ante los Wizards, la realidad es que en Minnesota han visto a su equipo jugar muy bien y batir a un rival de altura como los Grizzlies que, además fueron sus verdugos en la primera ronda de los últimos playoffs. Victoria de prestigio (109-101) que da algo de tranquilidad a una franquicia que va a trompicones (11-11), muy cuestionada por sus decisiones en los despachos en el último verano, denostada antes de la clasificación para la pasada fase final y con muchos problemas internos en el inicio de una temporada frenética en la que las torres gemelas (Towns y Rudy Gobert) no han funcionado, la estrella emergente Anthony Edwards se ha quejado públicamente de que no tiene espacio para penetrar en la zona y todo parecía a punto de ebullición.

Como en todo, hay heridas que las cura el tiempo y de momento son superficiales. A un inicio verdaderamente preocupante (5-8) le llegaron 5 victorias seguidas (10-8) antes de que el juego se volviera a resentir. Pero, tras esto, a Chris Finch le ha llegado la lesión de Towns, es triste decirlo, muy bien. No por la victoria ante los Grizzlies, un partido más dentro de una temporada muy larga; más bien por la tranquilidad que le da tener al equipo tranquilo y un descanso del desafío táctico que supone tener a dos pívots disfuncionales, cada uno en su particular función o en su lado de la pista.... y de las declaraciones constantes de un Edwards claramente descontento, un jugador al que los periodistas esperan con mal disimulada alegría para poder conseguir alguna declaración gloriosa que caliente (un poco más) el ambiente de los Timberwolves.

Desde luego, lo de Towns es un descanso. Edwards, la verdadera estrella del proyecto, estará más cómodo; la zona, más liberada. Y Finch, más tranquilo. Al fin y al cabo, cuando el interior vuelva ya tendrá tiempo de pensar en más problemas y, de momento, no es tiempo de llenar la mente con acaloradas decisiones. De que los nervios se alejen de la figura de su entrenador ya está Anthony Edwards, que con 29 puntos, 3 rebotes, 5 asistencias, 5 robos y 3 tapones, una actuación sublime en ambos lados de la pista redondeada con 10 de 18 en tiros de campo en 40 minutos, se ha dado una alegría. Creando espacios para sus compañeros, bien en la penetración y ejecución o apertura exterior y sólido en el uno contra uno ofensivo y defensivo, ha hecho olvidar el mal (pírrico, de hecho) partido de Rudy Gobert, que se ha ido a 9 puntos, pero se ha quedado en apenas 1 rebote, además de sumar 4 pérdidas. El pívot se sigue mostrando inoperante, su capacidad reboteadora se ha visto mermada cuando parecía que tenía imanes en las manos y ha estado hoy, además, muy limitado por sus 4 faltas personales. Desde luego, puede ser un problema y su traspaso, de momento, es un gran error que nadie entendía entonces (perdieron a Beasley, Vanderbilt...) y que nadie entiende ahora.

El partido fue igualado: 80 iguales a falta de 9 minutos, 94-92 a falta de 4, y 97-94 un minuto después, cuando llegó la separación definitiva de los Wolves: primero anotó Edwards, que posteriormente asistió a, vaya, Gobert, que consiguió 6 de sus 9 puntos (lo mejor que hizo) en el periodo final. Los 6 siguientes puntos fueron de nuevo de Edwards, que se fue a 17 en los últimos 12 minutos. Algunos de los últimos fueron tiros libres correspondientes a las expulsiones de Ja Morant (24+5+6) y Dillon Brooks (12, en una mala actuación), que se mantuvieron el caliente ambiente de los pasados playoffs con constantes protestas al final. El 107-94 que puso Edwards fue ya insalvable. El 109-101, definitivo. Los Grizzlies consiguieron 30 rebotes más que sus rivales y perdieron, algo que no ocurría desde 2016; y Santi Aldama se quedó en un discreto 4+3 en algo menos de 17 minutos. En los locales, Jaylen Nowell fue el revulsivo con 24 puntos, Kyle Anderson aportó en la ejecución y el movimiento de balón (10+6+5) y D’Angelo Russell se fue a 15 tantos y 10 asistencias. Gran partido, gran victoria y veremos. A los Wolves les queda, al menos, un mes sin Towns. Y lo que pueda pasar en ese tiempo puede definirles como equipo... para bien y para mal.