Porzingis: “Yo no era el indicado para jugar con Doncic”
Kristaps Porzingis admite algunos fallos de comunicación y encaje con Luka Doncic durante la época que ambos compartieron en Dallas.
Los Mavericks confiaron en Kristaps Porzingis para ser la muleta de Luka Doncic en su momento de crecimiento exponencial. Pero sacarlo de los Knicks apostando a tope por él pasaron, en tres cursos, a dárselo a los Wizards a cambio de dos contratos inflados (Dinwiddie, que sí está dando un buen rendimiento, y Bertans, que pasa casi inadvertido). Ser europeo, formado en España y compartir ideas sobre el juego parecía un plan bien construido en la teoría, pero no funcionó en la práctica. Y el pívot letón lo admite sin miramientos.
“Yo no era el chico indicado”, asegura en una entrevista con Jake Fischer en Yahoo.
Para los que no estuvieran muy en la onda de la información relativa a los Mavericks podían sorprender algunas declaraciones de Doncic relativas a Porzingis en las que la megaestrella nacida en Liubliana hablaba sin cariño alguno de su -por aquel entonces- compañero, pero la realidad se medía en una guerra fría en la que Rick Carlisle tenía que medir muy bien las actuaciones de los dos para que se sintieran lo más a gusto posible. Todo explotó a principios de este año y Kristaps terminó fuera de la franquicia texana.
“Sobre el papel hubiera sido el encaje perfecto, pero simplemente no congeniamos de la manera que queríamos. No nos compenetramos bien juntos. A veces es así en los ambientes de trabajo. No funcionó como todos esperábamos”
“Luka es un talento generacional. Tienes que poner el equipo perfecto alrededor para tratar de sacar el máximo de él. Y yo no era el hombre”
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Porzingis venía de destacar en Nueva York durante sus primeros pasos en la NBA, siendo esperanza en el Madison junto a Carmelo Anthony en aquellos Knicks. Pero se rompió una rodilla y fue ahí, terminando la recuperación, cuando los Mavs pensaron en él como complemento para Doncic, que era sophomore. Sin ni siquiera haber debutado con su camiseta la franquicia de Mark Cuban le firmó un contrato de 158 millones por cinco años, un acuerdo que ha terminado por ser tóxico en términos de mercado. Pero las cosas empezaron a ir bien en el equipo y nadie se preguntó por los elementos a la contra. “Fuera de la cancha era superdivertido”, relata, mencionando a Boban Marjanovic. “Estaba jugando muy bien en ese momento, metiendo muchos tiros. Por lo que había hecho clic, estaba claro”, añade. Los problemas de juego con Doncic y Carlisle, que le utilizaba completamente por fuera rechazando cualquier acercamiento al poste bajo, se desarrollaron en la temporada interrumpida por la pandemia y las lesiones también empezaron a jugar su papel. “Eso es lo que me pasa. ‘Ey, es talentoso pero no se puede mantener sobre la cancha de forma consistente’, algo así”, opina sobre lo que se habló y habla acerca de él mismo. La situación era insostenible en el verano de 2021 pero no hubo traspaso y el letón pensó que hasta 2022 se mantendría allí, pero recibió una llamada que no cogió del presidente Nico Harrison y entonces lo supo: “Era el final del periodo de traspasos. ‘Mierda, va a pasar’. Sabía que no era la dirección en la que había que ir en Dallas”. Y así pasó.