Doncic: "Kristaps Porzingis es un gran jugador y eso es todo"
La tirantez en las declaraciones de Doncic y Porzingis vuelve a abrir la brecha entre ellos. Rick Carlisle, su entrenador, intentan tender un puente.
El final de la temporada de los Mavericks ha vuelto a abrir un cajón que nunca ha estado cerrado. La relación entre Luka Doncic y Kristaps Porzingis está a la orden del día y más con el dispar rendimiento que han tenido los dos jugadores en la eliminatoria de primera ronda ante los Clippers. Que hay tensión entre ellos es algo que no esconden ni en la franquicia, con el propietario poniendo en contexto la que tuvieron Nowitzki y Terry en su día y que ambos ganaron en 2011 como si Doncic y Porzingis también estuvieran en esa posición. Lo más probable es que tengan que jugar con ello también la campaña que viene, ya que el contrato del letón es enorme (le quedan 101,4 millones y 3 años) y las opciones de mercado de Dallas para él son ínfimas.
Después de perder la serie de los Playoffs NBA 2021 han resonado varias frases de los dos protagonistas. Con un estilo pausado, pensando dos veces la respuesta como ya ha hecho en otras ocasiones respecto a este tema, Porzingis habló sobre cómo se siente respecto a su posición en el equipo. "Buena pregunta. Estoy bien. He tratado de trabajar duro y plasmarlo, de hacer mi parte, de escuchar a los técnicos y saber lo que me piden que haga, y ya está", dijo, añadiendo que "trato de no pensar de más y enfocarme en lo que puedo controlar" y que "quiero estar mejor físicamente y en la cancha, el resto se irá resolviendo solo". Momentos después de la derrota aseguró que "hay una batalla mental" en referencia a su rol en el juego del equipo: "Esto no es a lo que estoy acostumbrado y con lo que me siento más cómodo, así que trato de ser lo más profesional que puedo". Se cuestionó a Doncic en la rueda de prensa de final de campaña por su unión con su compañero, que fue muy fuerte en el momento del traspaso con los Knicks pero ha ido decayendo con el pasar de los meses, y su frase deja entrever parte de los problemas que hay con él: "Es un gran jugador y creo que debemos usarle más. Eso es todo". Rick Carlisle, el entrenador que es responsable de la forma en la que ambos tienen que jugar, se muestra conciliador: "Cuando han jugado juntos y han tenido la opción de coger ritmo durante un largo periodo de tiempo, el ciclo siempre ha sido en positivo".
No es nada fácil la situación. Como explica el propio Porzingis, el juego de poste bajo y, en general, en la pintura que desarrollaba en los Knicks y que sorprendió a mucha gente se ha quedado un pelín anticuado vistas las nuevas tendencias en la NBA. Carlisle es, además, uno de los que aboga porque el de Liepaja, que sólo tiene 25 años, juegue con un estilo más moderno y aproveche su buen tiro exterior. Sobre todo en esta temporada se le ha visto reducido a las posiciones ladeadas de la zona frontal y a las esquinas, todo por fuera y sin ganar ventajas por altura en los postes, y pidiendo con ostensibles gestos el balón si estaba desmarcado y Doncic amasaba demasiado el balón.
Cuenta Tim MacMahon en ESPN que Porzingis se ha sentido frustrado por la forma en la que Doncic conduce al equipo y por, además, su fama, añadiendo que se no se ha sentido como un segundo anotador sino como un jugador olvidado.
No hay que olvidar que la temporada comenzó con Porzingis descansando por culpa de una de sus rodillas. Salió renqueante de la burbuja en 2020 y ha tenido que coger ritmo a marchas forzadas en los meses de febrero y marzo para llegar medianamente bien a los partidos decisivos. Se le ha visto, pese a ello, más impedido en el aspecto defensivo, donde ha empezado a desaparecer su aura de intimidador de largos brazos al no poder recuperar posición y llegar tarde desde fuera del perímetro a la pintura. El aspecto físico le lastra mucho a la hora de verse a sí mismo con confianza para estar a la altura de Doncic, algo muy diferente en otros compañeros como Hardaway o Finney-Smith.
Sus números hablan a las claras de que menos opciones de ayudar a mayor exigencia. En la regular season sus números han sido casi calcados a los de la anterior, en torno a los 20 puntos y 9 rebotes, pero en los playoffs el bajón es muy pronunciado: 10 puntos menos, 3 rebotes menos... Lo realmente curioso es que tiene, de media, dos lanzamientos menos por partido y, yendo al apartado de los triples (lo que ahora se le pide, casi exclusivamente en ataque), sólo hay un tiro por cita y el porcentaje de acierto ha caído casi a la mitad.
La afinidad entre los dos jóvenes europeos parecía marcar el primer punto importante de los Mavs para construir algo importante alrededor de Luka Doncic, estrella manifiesta de la Liga, pero no es tan fácil. Ser capaz de involucrar a Kristaps Porzingis en esta situación ya límite es ahora el reto más importante a corto plazo.