Los Warriors tocan fondo en la debacle de Curry

Golden State Warriors cambió el baloncesto moderno. La velocidad, el triple y la desaparición de la rigidez en las posiciones sobre una cancha de baloncesto crearon al, quizás, mejor equipo de la historia, el de los tres anillos en cinco finales seguidas (cuatro campeonatos en total), el único en ganar 73 partidos en una fase regular con Stephen Curry de director de orquesta.

Una época que, poco a poco, llega a su fin. Un desenlace que se acelera con derrotas tan dramáticas como la de esta noche en Memphis (144-93) frente a unos Grizzlies que, ironías de la vida, tiraron del recurso que hizo grande a los de San Francisco: el triple. El equipo de Tennessee estableció su récord de siempre desde el perímetro con 27 aciertos (25 el anterior) con Santi Aldama de líder.

El español alcanzó los 21 puntos con un brillante 5 de 10 de tres además de atrapar 14 rebotes. Es su octavo doble-doble de la temporada. Una actuación maravillosa para un jugador que sirve para todo en Memphis, que cada partido que pasa es más importante para un equipo que persigue el liderato de la Conferencia Oeste en manos de Oklahoma City Thunder.

Un rendimiento soberbio que chocó con el mal día de Curry. El base de Golden State Warriors tuvo, posiblemente, el peor partido de su carrera. Su -41 es el peor +/- de su carrera. El anterior era un -32 contra Chicago Bulls en marzo de 2015.

Solo hizo dos puntos en 24 minutos. Fueron desde la personal. No anotó en juego por primera vez desde marzo de 2018 frente a San Antonio Spurs… aunque en esa ocasión solo jugó 02:23. Solo en seis ocasiones en su carrera se había despedido de una cancha sin encestar en juego. En todas ellas, había estado en la cancha 11 minutos o menos.

Sin su aportación, la nada. Incluso con la ayuda del nuevo, de un Dennis Schroder que salió de titular junto a Curry, pero que tampoco tuvo su día: 5 tantos con un 2 de 12 en el lanzamiento. Tampoco estuvo fino Draymond Green: en 19 minutos, solo aportó un robo. 0 puntos, 0 rebotes, 0 asistencias, 4 pérdidas, 4 faltas, -42 los Warriors con él en cancha.

Y de ahí, el -51 en el marcador. La peor derrota desde el -52 que le infligió Boston Celtics (140-88) en marzo. “Fue una experiencia humillante. Estamos tambaleándonos”, aseguró Steve Kerr, entrenador de unos Warriors que han tocado fondo con su tercera derrota seguida, la cuarta en cinco partidos y la novena en once.

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