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NBA | DRAFT 2022

Los hijos de Scottie Pippen y Shaquille O’Neal, a los Lakers

Finalizado el draft, los Lakers anunciaron acuerdos con los hijos de dos de los mejores jugadores de la historia. Pippen Jr es un base anotador y Shareef, un interior de 2,11.

Los hijos de Scottie Pippen y Shaquille O’Neal, a los Lakers
LISA O'CONNORAFP

Los Lakers no tenían su primera ronda en el draft 2022. Esta correspondía a los Pelicans, como parte del traspaso, en 2019, de Anthony Davis. Y, además, la mala temporada de los angelinos hizo que ese pick se convirtiera en un inesperado número 8. Un regalo para los de Luisiana, que eligieron con él al guard Dyson Daniels. En la noche del draft, toda la actividad de los Lakers se concentraba en otros frentes: ¿podrán deshacerse de Russell Westbrook a través de algún traspaso? ¿Hay algo de veraz en los rumores de que Kyrie Irving podría ver con buenos ojos una reunión con LeBron James?

Los Lakers, sin embargo, entraron en el draft haciéndose con el pick 35, una segunda ronda que tomaron de Orlando Magic a cambio de una segunda futura y dinero. Eligieron a Max Christie, guard de Michigan State que tiene solo 19 años y que fue una decepción con los Spartans (apenas 9,3 puntos por partido). Con mucho trabajo por delante, Christie tiene potencial para (si gana músculo y potencia) ser un buen escolta NBA, capaz de defender y meter tiros por fuera, una virtud que valoran especialmente en L.A.

Completado el draft, llegaron las noticias más interesantes para los Lakers. Al menos, las más mediáticas ya que tienen que ver con los hijos de dos jugadores de leyenda: Scottie Pippen Jr y Shareef O’Neal. Ninguno de los dos fue drafteado y los dos van a trabajar ahora con la franquicia angelina. Pippen Jr firmó uno de los contratos de tipo two way para alternar la franquicia NBA con la G League. El otro de los dos disponibles lo ocupará el tirador Cole Swider, que jugaba en Syracuse.

El hijo del gran Scottie Pippen tiene 21 años y ha completado tres temporadas en Vanderbilt. Es un base-escolta con una tremenda capacidad anotadora: ha promediado más de 20 puntos en sus dos últimas temporadas con los Commodores. En la última llegó también a 4,3 asistencias. Tiene una estupenda lectura del juego y desde luego sabe lo que hace en la pista… pero mide solo 1,85 y por eso no se ganó una plaza en el draft. Normalmente, los guards de su tamaño tienen muchos problemas defensivos en el nivel NBA. Su tiro de tres no es malo pero tampoco es letal: 34,3%. Así que tendrá que trabajar mucho para hacerse con un sitio en una NBA que no perdona ciertas deficiencias.

Shareef O’Neal, por su parte, se ha comprometido con los Lakers para jugar la Summer League después de cubrir en los últimos días los entrenamientos previos al draft con la franquicia angelina. Llevará la camiseta con la que se convirtió en leyenda su padre, Shaquille O’Neal. Pero los parecidos no van mucho más allá. Shareef es un ala-pivot/pívot de 2,11 sin demasiado potencial, y que ha reconocido que ha tenido “choques fuertes” con su padre porque este quería que siguiera en la universidad. Él ha optado por probar suerte como profesional, y desde luego se mostró feliz después de entrenar con los Lakers: “Estaba anonadado por el polvo de estrellas. Fue increíble ponerme esa equipación, como si hubiera nacido para jugar en los Lakers. Crecí animando a este equipo, así que esto es un sueño, un gran honor. Es el equipo en le que ganó anillos mi padre”.

El hijo de Shaq tardó en descubrir su vocación por el baloncesto y de crío se decantaba por el skateboarding. En su primer año en UCLA se le detectó un problema cardiaco que le obligó a pasar por el quirófano. Después, y cuando supo que podría regresar a las pistas, acabó cambiando de universidad y se enroló en la de su padre, LSU. Allí, con 22 años, ha promediado en la última temporada apenas 2,9 puntos y 2,1 rebotes en 9,3 minutos en pista.