Lonzo: “Me es doloroso hasta subir unas escaleras”
Las confesiones de Lonzo Ball sobre el estado de su rodilla ponen en alerta a los Bulls. El jugador se sincera tras saber que su recuperación durará.
No pinta bien la recuperación de Lonzo Ball. Después de un verano es especulaciones ante la falta de información, habiendo afirmado Arturas Karnisovas que el jugador estaba bien pero con un progreso “más despacio del que sería ideal”, llegó la confirmación de que el base de los Bulls se iba a tener que operar la rodilla izquierda. Se dio un periodo de margen después de la artroscopia, pero se puede prolongar bastante: de las 4-6 semanas a no estar en toda la temporada. Es el temor que recorre Chicago después de las declaraciones ofrecidas por el jugador en el media day.
Ball entró por Zoom a la conferencia de prensa preparada como lanzamiento de la pretemporada y sorprendió con sus respuestas:
“De veras que ni siquiera puedo correr, ni eso ni saltar”
“Hay un rango, entre los treinta y sesenta grados con la rodilla doblada, en el que no tengo nada de fuerza y no me tengo en pie. Hasta que no pueda hacer eso no podré jugar. Hice rehabilitación y fue bien, pero no hasta el punto de salir ahí y poder correr a toda velocidad. Así que la cirugía es el siguiente paso”
“Es todos los días, hasta subir unas escaleras es doloroso”
“Tengo entendido que van a mirar lo que tengo para comprobar si es algo que no sale en el examen médico. Porque está claro que algo no está bien ahí dentro. Van a verlo bien y se hará lo que se tenga que hacer”
Lonzo fue parte del nuevo impulso de los Bulls, sobre todo de la mano de DeMar DeRozan pero también de otras caras nuevas como Alex Caruso, Ayo Dosunmu, Javonte Green o el propio Zo, un juego vivaz y divertido del que, sin embargo, sólo pudo ser partícipe un tiempo. Se quedó en 35 partidos disputados hasta que tuvo que parar por lesión.
“Para mí es la tercera operación. Creo que la vez anterior creía que iba a poder llegar a los ‘playoffs’, yo creía y todos creíamos que sería el caso, pero no fue así. Esta vez tenemos que hacerlo todo lo despacio que necesitemos para que regrese al 100%”, relata Ball.
Lonzo fue en su día el número dos de su promoción, sólo por detrás de un Markelle Fultz también destrozado por las lesiones. En los Lakers se apostó fuerte por él, entró en el traspaso a los Pelicans por Anthony Davis y ha terminado en una Chicago que todavía espera lo mejor de él. Va a cumplir 25 años este mes cuando sólo lleva cinco en la competición.
Al tener esta nueva información por parte del propio jugador se le preguntó al entrenador, Billy Donovan, por la posibilidad de tener que buscar un plan alternativo en caso de que Lonzo no pueda estar en toda la temporada. “Creo que lo haremos”, espetó.