La era del triple y lo que Wembanyama con ello explica

La era de triple desaforado, como se la podría definir, da como resultado hechos como el que vamos a tratar a continuación. De una parte, la excesiva cadena de lanzamientos desde fuera del perímetro; de otra, la evolución física de los jugadores que hace a jugadores de máxima altura probar también desde la larga distancia. Los clásicos buscan una cueva en la que meterse ante semejantes resultados.

Esta semana Victor Wembanyama, pívot de 224 centímetros de altura con tan solo 20 años, ha firmado una de esas estadísticas que en un unicornio como él se esperaban. Ha alcanzado la cifra de 200 triples anotados. Lleva un año y poco en la NBA. Y la gracia de ello es que lo ha conseguido con más rapidez (15º en total) que Stephen Curry, James Harden y Ray Allen, los tres que lideran la lista de los lanzamientos acumulados de tres puntos. ¿Chocante? 201, concretamente, de 603 intentos desde más allá del arco, un 33,3% de acierto. Que es un número uno generacional quedó claro desde el principio, pero este tipo de registros van más allá.

La deriva en la que se ha metido el baloncesto norteamericano, que con esto de los triples hay quienes ven una razón para el bajón de impacto y audiencias por aburrimiento, es un debate hipercaliente en cualquier orilla de Estados Unidos, sin distinciones por conferencia, un todo al que Silver y otros responsables intentarán buscar una solución. Lo de Wemby se puede elevar más allá de anécdota.

Lo más marciano con Wembanyama es que en el mismo partido en el que es noticia por los triples lo es también por los tapones. A los Blazers, en su última actuación, les puso diez. En 94 partidos acumula 341, más que el 91% de los jugadores que han pasado por la NBA. El pupilo de Gregg Popovich, que continúa de baja, ha empezado a aceptar que es la referencia pese a quien pese, absorbiendo más tiros a canasta cuando el partido lo exige de lo que hacía en sus partidos de debut, un estilo el suyo que le permite excesos tanto en los postes alto y bajo como cuando el uno contra uno directo es fuera del perímetro. Está hecho para dominar, más cerca o más lejos.

A través de los otros protagonistas se explica esta marca de Victor Wembanyama:

· Steph Curry. Elegido en 2009. Los primeros cuatro años, hasta que comenzó a explotar su faceta de lanzador a tumba abierta en los Warriors, primero con Mark Jackson y después con Steve Kerr, no fueron los de después.

· James Harden. Entró en la NBA el mismo año que el anterior. Estaba situado dentro de la rotación de los Thunder hasta que, tras llegar -para perder- a las Finales de 2012 contra los Heat. Su rol no era protagónico, de hecho la razón de su fuga fue ésa, y solía salir como suplente para potenciar la segunda unidad, con menos minutos junto a Durant y Westbrook.

· Ray Allen. Escogido en 1996. Quizá haya los que no recuerden aquella etapa, pero su manera de afrontar los partidos era muy distinta a la de los últimos años, generaba con bote y no era simplemente un especialista en los triples.

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