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BROOKLYN NETS

Jordi: “Tuve conexión con los Nets desde el principio”

El nuevo entrenador de Brooklyn Nets, el primer español con ese cargo en la NBA, charla con AS antes de otro gran reto: los Juegos con Canadá.

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Jordi: “Tuve conexión con los Nets desde el principio”

Jordi Fernández (Badalona, 1982) se convirtió en abril, con su fichaje por Brooklyn Nets, en el primer entrenador español en la NBA. Un paso gigantesco que llevaba tiempo rondando gracias a que estaba considerado como uno de los asistentes más reputados en la mejor liga del mundo. En 2009 dio el salto a Estados Unidos para integrarse en el organigrama de Cleveland Cavaliers de la mano de Mike Brown, su jefe también los dos últimos años en Sacramento Kings. Después de ascender, paso a paso, en la franquicia de Ohio, se mudó a Denver en 2016 como asistente de los Nuggets. Además, trabajó también con Sergio Scariolo en la Selección española y ahora es seleccionador de Canadá, bronce en el último Mundial y una de las clarísimas aspirantes a medalla en París. En el mejor momento de su carrera, a las puertas de los Juegos y de su gran salto en la NBA, repasa en AS el camino que le ha traído hasta aquí y todo lo mucho, muchísimo, que está por venir.

¿En qué momento supo que esta vez sí, que iba a firmar con Brooklyn Nets y a convertirse en entrenador jefe en la NBA?

La verdad es que es algo que nunca se sabe. He pasado por procesos de selección que creía que habían ido muy bien y que me habían parecido, por mi parte, muy positivos. En alguno estuve muy cerca de conseguir el puesto, pero finalmente no salió. Así que no te puedes fiar hasta que de verdad te ofrecen el trabajo. En este caso, lo que sí puedo decir es que en el proceso de selección con Brooklyn Nets me sentí muy bien y después ellos tomaron la decisión. Creo que tuvimos conexión desde el principio.

¿Quién se lo comunica?

Sean Marks, el general manager, me llamó por teléfono y me lo dijo. Te puedes imaginar, fue un momento muy especial. Y todavía más porque mis padres estaban en Sacramento conmigo esos días.

La primera vez que tiene tiempo para sentarse y pensar después de recibir la noticia, ¿qué le viene a la cabeza?

Fue justo un día antes de jugar contra los Warriors en el play in, así que la verdad es que mi único objetivo era acabar con los Kings ganando todos los partidos. Eso era lo que me preocupaba, terminar bien y luchar por Mike Brown, que ha sido una persona muy importante para mí. Lo primero que quería era ganar ese partido, y lo ganamos. Y luego el siguiente de play in que fue en Nueva Orleans, pero que no pudimos ganar. Eso fue duro para mí, porque quería terminar con el equipo en playoffs y llegando lo más lejos posible.

Hablaba de los procesos de selección por los que ya había pasado para ser entrenador principal en otras franquicias. ¿Sintió que esas experiencias anteriores le ayudaron mucho esta vez?

Sí, es importante tener confianza, experiencia en estos procesos. Tienes que hablar con el propietario, estar preparado para hacer tu presentación delante de una dirección técnica, que normalmente son grupos grandes, entrevistarte con distintas personas en diferentes departamentos... El año pasado noté que cada vez que hacía una entrevista me sentía mejor. Entre eso y mi trabajo como entrenador en el Mundial, con Canadá, tenía más confianza, estaba más preparado. Todo suma y al final tuve el honor de que me ofrecieran este puesto. Que sí, en gran parte es fruto de todas esas experiencias.

Y una recompensa al camino que decidió emprender en 2009, cuando se marchó a Estados Unidos para empezar allí prácticamente de cero.

Sí. Esto es un proceso, y el mío no finaliza aquí. Los primeros pasos, el inicio, fueron muy duros. Estás en posiciones donde hay que trabajar mucho para aprender desde muy abajo, así que tiene igual de mérito o más que pasar ahora de primer ayudante a entrenador principal. Para mí ahora no termina nada, es solo un paso más. Es cierto, por ejemplo, que a los medios esto os interesa mucho más. Al momento en el que pase de trabajar en el área de desarrollo de jugadores a ser entrenador ayudante no se le dio importancia, pero para mí tuvo mucha, todavía más que esto. Ahora paso a ser entrenador principal, pero no es el final de nada. Mi objetivo es serlo muchos años, que mis equipos se clasifiquen para playoffs, que luchen por títulos… Hay muchos pasos por delante y todos forman parte del proceso.

Pero para el baloncesto español sí es muy relevante que usted se convierta en nuestro primer entrenador allí.

Y me hace mucha ilusión. Es un honor, pero no es algo que me cambie en el día a día. Solo es un reto más: demostrar que lo puedes hacer bien. Das pasos, hay retos y tienes que luchar por ellos. Eso es lo que siempre me ha motivado. Ahora hay que asentarse en esto y salir adelante.

¿Qué ha sido lo más duro de estos quince años de experiencia en Estados Unidos que le han llevado a liderar un banquillo de la NBA?

Los inicios. Cuando lo dejas todo y tienes que sacrificar muchas cosas. Después, cuando llevas ya unos años aquí se convierte en la normalidad, pero al principio llegas con una mano delante y detrás, por así decirlo. Ganas muy poco, vas sobreviviendo… Lo contrarrestaba la ilusión por aprender cosas que sabía que no iba a aprender en Europa, sencillamente porque en Europa no hay NBA. Eso podía con todo lo demás, pero no es fácil. Es una vida distinta, una cultura distinta… requiere un aprendizaje y cuesta un poquito más cuando eres más joven.

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Kavin MistryGetty Images

Ya hace semanas que fue nombrado entrenador de los Nets. ¿Ha cambiado mucho su día a día con respecto a otros años, cuando era asistente?

La verdad es que gracias a mis dos años con Mike Brown en Sacramento había aprendido ya mucho de lo que estoy afrontando ahora. Él confió mucho en mí y eso me ha hecho estar más preparado, empezar este camino sabiendo cómo hace él las cosas. No digo que sea fácil, ni mucho menos, pero tengo un ejemplo que puedo seguir y, a partir de ahí, hacerlo a mi manera. Es verdad que es mucha más responsabilidad, que hay muchas más llamadas que hacer, muchas más decisiones de las que tienes que ser parte… pero va con el cargo y hay que saber delegar y organizar al grupo de trabajo para que salga todo adelante. Creo mucho en el trabajo en equipo, tenemos un muy buen grupo y eso nos va ayudar a tener éxito.

A nivel familiar supongo que será muy ilusionante pero también un reto. Supone otra mudanza, y esta nada menos que a Nueva York.

Es parte del negocio. Si lo piensas, he tenido suerte porque he estado siete años en un equipo en Cleveland, luego seis en mi segundo equipo en Denver, dos años en Sacramento y ahora he llegado a Nueva York. En quince años solo había tenido que trasladarme dos veces, que no es ni mucho menos una locura. He podido disfrutar de las ciudades en las que he vivido, y ahora me ha tocado estar solo dos años en Sacramento porque ha surgido una oportunidad que no podía dejar pasar. Pero es parte del negocio, en mi familia nos apoyamos mucho y también es bonito vivir estas experiencias. Ahora lo que espero es poder estar en Nueva York el resto de mi carrera, retirarme aquí.

¿Ha sentido ya la famosa presión de la prensa neoyorquina? Llega a un barrio muy especial como Brooklyn y a, seguramente, la ciudad más mediática del mundo, una en la que se magnifica todo lo que pasa con sus equipos…

No leo mucho la prensa. Más allá de la información que sí necesito para mi trabajo, intento no basarme mucho en opiniones externas. La prensa es una parte muy importante de nuestro trabajo, es como damos a conocer lo que hacemos y la NBA no deja de ser entretenimiento que la gente tiene que consumir. Y eso lo hace a través de vosotros. Por eso es importante, pero no para mi trabajo. Sí que se nota que Nueva York es una ciudad muy grande, y hay mucha prensa, pero no es una de mis principales preocupaciones.

Si hablamos de baloncesto, ¿cómo van a ser sus Nets en la pista?

Un equipo extremadamente competitivo, que mejore a lo largo de las semanas, de los partidos. La plantilla puede cambiar mucho en la agencia libre, y eso es trabajo de Sean Marks y su equipo. Estamos en contacto con ellos las 24 horas del día, tenemos una muy buena relación y confío en su trabajo y en el propietario al cien por cien. Así tiene que ser: cada uno responsable de la parte que nos toca. Marks de la confección del equipo, yo de la ejecución de ese plan. Es difícil saber cómo vamos a jugar exactamente porque no sabemos qué jugadores vamos a tener. Pero la plantilla que tenemos ahora es joven, puede jugar muy rápido, competir a un nivel alto, ser muy físicos defensivamente… Partimos de esto y si llegan cambios, estaremos preparados.

Los Nets han sido un equipo en tierra de nadie desde que salió mal el proyecto con Kevin Durant, Kyrie Irving y James Harden. Algunos prefieren la reconstrucción total, otros potenciar la base que hay ahora para competir mejor… ¿le plantearon unos objetivos concretos cuando le ofrecieron el puesto?

En este tipo de trabajo, y más en la NBA, nunca puedes estar a verlas venir. No puedes no tener un plan, y el nuestro es construir un equipo ganador, que pueda ser campeón. Marcaremos los plazos y los tiempos, pero queremos formar un grupo que tenga éxito a largo plazo. No queremos subir de una forma rápida que nos haga caer igual de rápido. Queremos llegar de una manera con la que nos podamos mantener, con la que podamos estar ganando muchos años.

El nuevo convenio colectivo plantea nuevos retos a la hora de construir un equipo, es más exigente con las cuentas económicas y abre un panorama que está por descubrir. ¿Cuál le parece la mejor manera de hacer un proyecto ganador en la Liga ahora mismo?

Lo bonito de la NBA es que las normas son las mismas para todo el mundo. Y eso es lo que la hace especial, incomparable con casi todas las competiciones del mundo. Un mercado pequeño, aunque no se puede comparar con los grandes, tiene opciones de ganar el anillo. Si te paras a pensar en el fútbol… en España casi nadie tiene la oportunidad de ganar la Liga más allá de los dos que te imaginas. Igual hay un tercero que a veces tiene opciones… Fuera, creo que en los últimos años solo se ha dado el caso del Leicester en la Premier. Más allá, en las competiciones que no tienen límites salariales es muy difícil competir con los grandes.

¿Y el nuevo convenio de la NBA?

Invita a ser creativo, a entender las normas de una manera distinta. El grupo que primero se adapte a ello sacará ventaja. Después llegará otra vez el momento de rehacer las normas para que vuelva a ser justo y los equipos puedan competir de una manera que todo sea más igualado. Esto es lo que hace que la NBA sea especial.

Hablando de esta NBA actual, los Celtics se han proclamado campeones con un ejercido rotundo de superioridad.

Hay que darles mucho crédito porque han sido el mejor equipo de la regular season y también han sido los mejores en playoffs. Claramente merecen el anillo, y hay que felicitarles porque han hecho un trabajo excepcional. Desde la creación del equipo por parte de Brad Stevens a la manera que han jugado con Joe Mazzulla, los jugadores… Merecen el reconocimiento de todos. Dallas ha hecho unos playoffs increíbles y llegaron a la Final, pero a estas alturas de la temporada se nota cuando juegas más partidos que el rival, más presión… eso pasa factura.

Ha citado ya varias veces a Mike Brown, y también ha trabajado con Michael Malone y Sergio Scariolo. ¿Le han venido estos días a la cabeza muchos de los consejos que le habrán ido dando a lo largo de los años?

Esas tres personas han sido un gran ejemplo para mí, han marcado mucho mi carrera. También David Blatt, Byron Scott, Tyronn Lue… Han sido muy importantes para llegar aquí, y lo serán también para lo que tengo que afrontar ahora y en el futuro.

Usted es el quinto entrenador de Brooklyn Nets desde 2020. ¿Supone esa inestabilidad de temporadas pasadas un extra de presión?

Nunca sabes la adversidad que vas a afrontar, pero eso es parte de este trabajo. Si no te gusta enfrentarte a las expectativas, es muy difícil manejarte en un puesto así. Yo prefiero ser de los que piensan en positivo y hacen las cosas con ilusión. Y cuando la adversidad llegue, ya intentaremos solucionar los problemas. Para los que han estado antes que yo en el puesto, mucho respeto a su trabajo. Pero, más allá, no me afecta. Estoy seguro que lo haremos bien aquí no tengo dudas.

Y a partir de la semana que viene, a preparar los Juegos con Canadá. En el pasado Mundial fueron una revelación, ahora son ya un aspirante con galones a medalla.

Lo afrontamos con exigencia. El pasado verano empezamos un proyecto y este hay que darle continuidad. Pasamos del puesto quince en el ranking mundial al seis, aunque creo que ahora hemos bajado una posición por las Ventanas. Nuestro objetivo es hacerlo bien durante mucho tiempo. Los resultados a corto plazo son muy importantes, pero tener un proyecto sólido lo es todavía más. Es el momento del compromiso de los jugadores, y aunque somos un grupo joven y sin mucha experiencia, creo que el año pasado fue un buen primer paso. Ahora hay que seguir construyendo. Lo que pueda decir el entorno de nosotros no nos debe importar. Hay que tener hambre para seguir trabajando y demostrar que podemos ser un equipo importante. No en estos Juegos sino durante diez o veinte años.

Estados Unidos va con todo: LeBron, Curry, Durant… si le pregunto si se les puede ganar me dirá que sí, imagino. Pero, ¿y si le digo que Canadá podría ser la que más opciones tiene de lograrlo por tener un equipo lleno de talento y físico NBA?

Equipos como Francia, Alemania o Serbia llevan muchos jugando con el mismo bloque y tienen esa ventaja. Más allá, yo estoy convencido de que nosotros podemos ganar a cualquier rival a un partido. Pero tenemos que partir de nuestra realidad: nos falta experiencia y tenemos que suplirlo con un poco más de trabajo. Las normas FIBA, saber jugar los grandes partidos… es un proceso.

Pero cuando vio el equipo que va a llevar Estados Unidos, supongo, como nos pasó a todos, se le escapó una exclamación.

Evidentemente es la favorita, lleva a los mejores del mundo. Pero lo importante será ver quién es el mejor equipo. Ellos a nivel Juegos Olímpicos llevan muchos años de hegemonía. Nosotros vamos con mucha ilusión. pero no por Estados Unidos. Por el primer partido, luego el segundo… así hasta los seis que habría que jugar para lograr el objetivo de la medalla. Ellos son favoritos, pero eso no lo podemos controlar. Lo que sí controlamos es nuestro trabajo, el sacrifico, el compromiso… Si tenemos que jugar contra ellos, estaremos preparados. Pero antes tenemos el primer partido, luego el segundo, el tercero… esos son los más importantes ahora, y esos no van a ser contra Estados Unidos.

Y a la Selección española, ¿cómo la ve? A las puertas de un Preolímpico en el que se juega todo, un escenario que había dejado de ser habitual para la Selección.

Es un grupo joven e ilusionante, con jugadores que lo van a hacer muy bien con la Selección. Siempre es un equipo competitivo y lo demostró en el Mundial. No tengo dudas, porque además lo he vivido desde dentro, de la forma en la que Sergio Scariolo hace competir a sus equipos. Lucharán al máximo nivel. Creo que tendrán las máximas opciones a estar en los Juegos. El grupo se conoce, tiene una buena mezcla porque hay también chicos jóvenes... Es injusto comparar generaciones, lo importante es ver cómo compite este grupo. Y si a lo entrena Sergio, no tengo duda de que lo va a hacer bien.

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