Jordi Fernández se estrena con Ben Simmons y derrota

Empieza la fiesta para Jordi Fernández. El entrenador español, primero de su país el dirigir a un equipo de la NBA, ha debutado en pretemporada con Brooklyn Nets, equipo con el que fichó durante el verano. Para ver su estreno oficial debemos esperar al 24 de octubre, cuando se enfrente contra los Hawks y haga historia de forma definitiva. Todo un logro para un técnico que en los últimos años ha sido asistente de Nuggets y Kings, llegando a llevar partidos como primer entrenador en Sacramento aprovechando alguna que otra sanción de su jefe, Mike Brown, un hombre que tenía plena confianza en él. Ahora, el sueño se ha hecho realidad: tras varios intentos y aparecer en numerosas quinielas, Fernández ha recalado en los Nets para defender su primer proyecto como primer entrenador. Todo un logro si tenemos en cuenta que nació en Badalona y que cuenta con tan solo 41 años.

El catalán llega a un proyecto que inicia una clara reconstrucción y lo hace tras su primer gran fiasco: la eliminación en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París de Canadá. Una de las favoritas al oro, o al menos a la medalla, tras conseguir el bronce en el último Mundial y que contaba con una plantilla de ensueño liderada por Shai Gilgeous-Alexander, pero que chocó contra sus propios fantasmas y fue un pequeño revés para Jordi Fernández. Ahora, el entrenador está con los Nets, un equipo heredero de su propia historia y que está recogiendo las migajas del proyecto que formó en 2019 junto a Kyrie Irving y Kevin Durant, al que posteriormente se unió James Harden y que se ha ido diluyendo con la salida de todas y cada una de esas estrellas, que se fueron igual que llegaron sin tener nada en cuenta y dándoles todo igual.

Tras el efímero paso de Steve Nash por los banquillos, Jacque Vaughn se puso a los mandos hasta que se constató que los cambios eran necesarios y el proyecto no avanzaba de ninguna manera. Kevin Ollie le sustituyó primero a mitad de temporada y, tras eso, se buscó a alguien para dirigir un equipo en una situación compleja, que iba a acumular muchas derrotas de forma obvia (e intencionada) y que miraba al futuro, con mucho material traspasable y selecciones altas del draft. Todo eso se ha encontrado en Jordi Fernández, siempre recomendado. Un entrenador que ha debutado finalmente en pretemporada y ha defendido a su equipo desde el banquillo por primera vez desde que fue anunciado en abril, hace ya casi siete meses. Lo ha hecho con derrota ante los Clippers en San Diego (115-106), pero en un encuentro con algunas buenas sensaciones... y más de una noticia.

Para los angelinos ninguna novedad, más allá del placer, si es que lo es a estas alturas, de ver a James Harden con 35 años recién cumplidos y en 2024, en buena forma esos sí. El escolta, que hará de nuevo de base, se fue a 14 puntos en algo más de 16 minutos, en los que también atrapó 4 rebotes, repartió 2 asistencias y perdió 6 balones. Fue la única noticia resaltable de unos Clippers que han perdido este verano a Paul George y que jugaron, claro, sin un Kawhi Leonard que no está ni se le espera, con problemas de rodilla notorios y de comunicación desvergonzados. En los Nets, la buena noticia era ver a Ben Simmons, que jugó menos de 14 minutos para 2 tantos, 2 rechaces y 3 pases a canasta. El base, que jugó de alero, no jugaba un partido desde el 26 de febrero, y ya veremos si lo hará con continuidad este curso o seguirá presos de los problemas de espalda que arrastre desde su salida de los Sixers. Aparte de eso, 12 puntos de Cam Thomas, algún destello, muchas rotaciones entre ambos equipos... y poco más.

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