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Aday Mara recalibra su futuro en la NBA tras un año complicado

La bajada en las listas de aspirantes a la NBA a través del ‘draft’ obliga a Aday Mara a replantear su estrategia. En UCLA juega poco. En el horizonte, 2025.

Aday Mara
Aday Mara -(Foto: Twitter / @UCLAMBB)

Aday Mara ha completado un año difícil en el que sus prioridades han cambiado conforme han ido pasando las semanas. Su fichaje por UCLA, la universidad californiana en la que se forjaron talentos como Lew Alcindor o Bill Walton, supuso un giro brusco a su trayectoria y llenó de ilusión al jugador por las posibilidades que le se veían de llegar a la gran liga en apenas un año, algo que ya no está tan claro al ver cómo se le ha dado su temporada en los Bruins.

A trompicones fue su llegada y más o menos así ha sido su fluir por la 2023/24 en la 1ª división universitaria. Por volver a ese momento, que explica muchas cosas: el club que le formó, Casademont Zaragoza, quiso retenerle, incluso pidiéndole participar en la pretemporada cuando ya les había comunicado la marcha, al ver que no iban a sacar un rendimiento económico por su salida. A las partes las separaban 700.000 euros y una beca que se tomó como contrato profesional. Desde el club maño, con la sorna del director general, Artigas, y aquello de que “no sé qué pensarían los profesores de Derecho de UCLA” sobre esa especie de fuga, se luchó por él incluso en el terreno legal, pero también lo hicieron en Los Ángeles y el prometedor pívot español logró la aprobación para jugar en la NCAA a última hora.

Aday Mara se está formando después de ponerle empeño a sus estudios, por encima del baloncesto en algunos momentos, en una UCLA que, de todas formas, no es aquella fábrica de pívots legendarios que lo fue en su época. Ésa fue una de las perchas con las que se realizó su incorporación y que hacía soñar con un próspero porvenir para él, pero el entrenador Mick Cronin no le ha conducido a tal efecto. Se ha frenado ese efecto tan arrebatador de Aday.

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El año ha sido complicado de navegar para Mara en el terreno deportivo por la ínfima presencia que ha tenido en los partidos para poder hacer impacto y convencer a los ojeadores, que es el objetivo final con el que se fue a América.

Cronin, de 52 años, es el líder deportivo del programa de baloncesto masculino en UCLA, el hombre al que Aday Mara tiene que convencer. Es el head coach desde 2019 y ha metido a los Bruins en el Sweet 16 en las tres oportunidades que ha tenido (en 2020 la fase final de aquella campaña se canceló por el coronavirus). Durante este año ha ido dando palo y zanahoria al español. “Si vierais los entrenamientos, podríais ver la frustración de todos los que le intentan defender porque anota todos sus tiros al poste. Pero es joven. No cumple 19 años hasta el 7 de abril. Y tenemos buenos chicos en el equipo. Que cuando te escuchan te hacen seguir trabajando. Aday Mara tiene una gran actitud. Sé que mucha gente decía que venía aquí para jugar un año e irse, pero él mismo no se puso esas expectativas. Y lo cierto es que toda la gente que tiene a su alrededor me dijo que Aday iba a necesitar varios años. El problema es que hay otra gente que escribe cosas que provocan que todo el mundo piense que va a ser capaz de dominar desde ya. El chico no lo pensaba y sus padres tampoco. Conozco a su padre, Javi, que jugó en España, y él no estaba en eso. Incluso con un mal inglés me lo hizo saber. Los años son muy largos”, explicó tras ganar a los Ducks. En otros puntos de la campaña ha avisado de que debía “mejorar la defensa para tener minutos” o, en referencia a todos y no sólo a él, que tienen “la oportunidad de tu vida y puede que no dure para siempre”.

El unicornio español ha vivido una versión de Cronin en la que el técnico ha apostado por otros jugadores con más kilómetros en las piernas que por él, a pesar de que su caso es único en cuanto a futuro como ya saben en Aragón.

¿Qué ha mostrado Aday Mara?

El zaragozano de 2,20 metros de altura ha ido, según explican en la universidad, marcando una senda de menos a más durante las prácticas que después no se ha traducido en presencia en partidos. La competencia es feroz. Por dentro el titular es Adem Bona, un potente interior (NBA-style) nacido en Nigeria y nacionalizado por Turquía, y de ahí hacia abajo: Brandon Williams, Berke Buyuktuncel y, en último término, Mara. Por fuera, por ejemplo, es habitual ver mucho a Lazar Stefanovic y menos al ex-madridista Jan Vide. Cronin tiene su esquema en la cabeza y va jugando con él sin soltar las riendas ni un ápice. Porque Aday no es, aún, ni Jabbar ni Walton.

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· Juego de espaldas al aro:

· Lanzamientos en suspensión:

· Juego entre interiores:

· Ganancia por centímetros:

· Imaginación:

· Magia:

· Capacidad para generar ventajas en segunda instancia:

Es una pequeña muestra de lo que puede dar de sí. Con inexperiencia en el juego que se hace en este nivel en Estados Unidos, que tampoco tiene tanto que ver con el de la NBA, pero dando pinceladas de las que regalaba en ACB y los torneos de FIBA.

Aday Mara y un futuro incierto

Lo poco que está pisando la pista está imposibilitando que se ponderen sus cualidades sobre las de otros jugadores de su generación. Por eso las opciones del draft se complican al menos en este 2024. En 25 partidos los promedios son éstos: 3′6 puntos, 2′2 rebotes, 0′7 tapones y 0′5 asistencias. Y algo significativo: ni siquiera se ha atrevido a lanzar de tres, lo cual puede hacer, quizá influenciado por lo que le pide el staff y no lo que él hace con asiduidad. Son sólo 10 minutos de juego. Esto hace que Mara y su entorno se plantee quedarse más tiempo en la NCAA para llegar con más impulso a la NBA. En su actualización de febrero ESPN ni siquiera metía a Aday entre los posibles elegidos de este año (y el resto de españoles, Almansa, Núñez y Miller, también bajan); es una buena vara de medir el impacto del scout, aunque no definitiva, y puede echar atrás al zaragozano e intentar de nuevo el salto en 2025.

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