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Luto en el baloncesto vasco por la muerte de Sáez de Cortázar

El pívot alavés del modesto Zaraobe vizcaíno perdió la vida al chocar su vehículo con un camión.

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Luto en el baloncesto vasco por la muerte de Sáez de Cortázar

El modesto club Zaraobe, de la localidad vizcaína de Amurrio, está de luto. Iván Sáez de Cortázar ha fallecido en un accidente de tráfico. El baloncestista alavés, de 32 años, perdió la vida ayer al chocar frontalmente su vehículo contra un camión, cuyo ocupante resultó herido leve en un siniestro registrado en la carretera A-624 a la altura del término municipal de Amurrrio y en sentido hacia Vitoria, según informó la Ertzaintza.

El accidente tuvo lugar minutos antes de las cuatro de la tarde en el punto kilométrico 35,9 de la carretera A-624 a la altura del término municipal de Amurrio, cerca del restaurante Bideko. Sáez de Cortázar, un pívot de 1,98 metros, siempre ha desarrollado su carrera en equipos modestos del baloncesto vasco, con ocho campañas en EBA, y también protagonizó un paso por el Araberri de Primera Nacional y LEB Plata.

Fue un canterano del Baskonia y el club vitoriano, así como el Bilbao Basket, han encabezado como entidades de ACB la larga lista de condolencias por la tragedia. “Desde el Club Baloncesto Zaraobe lamentamos profundamente la muerte de nuestro jugador Iván Sáez de Cortazar. Estamos completamente afectados por la noticia. Desde el club queremos enviar todo el apoyo posible a su familia, amigos y seres queridos. Goian Bego!”, ha lanzado la entidad a la que pertenecía.

También dejó huella en el histórico Tabirako: “En el club estamos profundamente consternados con la marcha de nuestro querido amigo Iván. Nunca nos olvidaremos de ti, de tu capacidad de trabajo, de tu ritual antes de los partidos, de tu entrega diaria, de tus viajes a Durango desde Amurrio, de tu siempre inconfundible sonrisa”. Fue mentor de los más jóvenes del club durangarra y parte muy importante de la Kopa de Primera Nacional y del ascenso a EBA en la F4 de Illunbe de hace dos años, arropado por la gran cantidad de aficionados desplazados a Donostia. En la temporada siguiente, jugó con el equipo en EBA, viviendo grandes tardes ante los mejores conjuntos de la categoría, “siendo tu último encuentro con la camiseta del Tabi el disputado ante el Bilbao Basket, como mejor jugador del partido y con el poli lleno a rebosar”. Muchos excompañeros también se han despedido de él de una forma emotiva.