NBA | CELTICS 115 - NETS 114 (1-0)

Kyrie avisa a los aficionados de Boston: "Daré lo que recibo"

Irving habla tras el primer partido de la serie y justifica sus gestos a los aficionados de Boston: "Te dicen todo eso y encima esperan que sea educado".

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Irving habló tras el primer partido de la eliminatoria y justificó sus gestos a los aficionados de los Celtics: "Te dicen todo eso y encima esperan que sea educado".
Maddie Meyer AFP

El primer partido de la eliminatoria entre Celtics y Nets tuvo, ya se esperaba, mucho morbo. Jayson Tatum resolvió sobre la bocina un partido épico, titánico y taquicárdico. Y todo giró, o una buena parte del partido, en torno a Kyrie Irving. El base regresaba una vez más a Boston, donde no es especialmente querido. La afición verde todavía recuerda, con muy poco cariño, el complicado paso del playmaker por el equipo y cómo dejó temblando el proyecto con su marcha tras una eliminación en segunda ronda ante los Bucks (4-1) y un año lleno de problemas. Y tampoco les gustó que fuera el base, junto a Kevin Durant y compañía, el que les eliminara el año pasado en primera ronda (otra vez 4-1). El enemigo público número 1 acabando con el equipo al que casi destruyó.

Desde el primer minuto las pitadas se sucedían cada vez que Kyrie tocaba el balón. La estrella no se arredó y cuajó una actuación sencillamente fantástica: 39 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias con 12 de 20 en tiros de campo, 6 de 10 en triples y 9 de 9 en tiros libres. Su triple a 45 segundos para el final puso un 111-114 que parecía definitivo y su esfuerzo defensivo fue constante durante todo el choque. Pero una canasta de Jaylen Brown acercó a los Celtics y una de Tatum, tras una jugada marcada por la más absoluta locura, sentenció a los Nets. Un final digno de un encuentro extraordinario. Una auténtica oda al baloncesto.

Kyrie no solo respondió a los pitos y los insultos de la afición de los Celtics con un espectacular juego, también con gestos obscenos y con peinetas controvertidas. Cada vez que se acercaba a la afición, ya fuera para un rebote en los tiros libres o para sacar de banda, recibía improperios de los bostonianos. Se encargó de responderles de diferentes formas e incluso hizo una mímica del lloro para devolver las injurias. Algo que no gustó nada a los aficionados, que respondieron con más silbidos e insultos. El base sigue así marcando las pautas de un carácter impredecible y polémico. Esta temporada ya ha causado mucha controversia con su decisión de no vacunarse y finalmente Nueva York ha levantado el veto para que pueda participar en los partidos de Brooklyn. Un capítulo más de un hombre muy suyo que ya dijo en su día, recordemos, eso de que "la tierra es plana".

Al jugador le han preguntado en rueda de prensa sobre todaas estas escenas y no se ha cortado a la hora de responder. "Me llaman todo lo que me llaman y encima esperan que sea educado. No. Que se j... Les daré lo mismo que recibo". Unas palabras que dejan claro que va a seguir con la misma actitud a pesar de las posibles sanciones económicas (que perfectamente podrían existir) y que va a responder con buen baloncesto (ya lo ha demostrado) y mala actitud (también lo ha demostrado) a lo que le diga el público del Garden. Es, al fin y al cabo, parte del carácter de un hombre carismático a la par que controvertido, talentoso al mismo tiempo que inescrutable. Un jugador absolutamente generacional que tiene un carácter, sencillamente, muy cuestionable. Es parte de su extrañísimo encanto. Mientras tanto, imaginen un séptimo partido en el Garden. En serio, visualicemos eso. Imaginen, imaginen...