Mirotic guía al Barça por el Via Crucis de Murcia

No pudo celebrar la victoria el Barça (87-89) hasta el instante final, porque incluso el tiro que cruzó toda la pista de McFaddden pudo entrar. También pudo ser de tres el de Davis que hubiese forzado la prórroga, o pudo haber entrado algún tiro libre más. Pero en esos 'peros' vivió Mirotic, infalible en el tiro, colosal en defensa y capaz de absorber todas las faltas rivales y el ataque propio. Acabó con 30 puntos y 39 de valoración. El primer cuarto fue un despropósito para los azulgranas, también se encontraron a la mejor versión de UCAM Murcia, pero aún así consiguieron sobreponerse. No sin esfuerzo ni tensión, pero finalmente se impusieron. Por la mínima, por poco, empleándose a fondo ante un duro rival.

Los problemas del Barça en el cinco duraron un cuarto. Sin Sanli ni Davies fue Nnaji el encargado de jugar por dentro y no funcionó. No sería justo cargarle a él toda la responsabilidad, pero es evidente que tuvo ciertos problemas para entenderse con sus compañeros. Tanto en ataque como en defensa. Con un Exum desacertado y Calathes fallón, solo quedó Mirotic. Cuando Smits sustituyó a Nnaji el marcador era muy favorable al Murcia (16-6). Y Jasikevicius ya tenía un técnica.

El Barça permitió la ventaja siendo incapaz de cerrar el rebote o incomodar a su rival en los tiros, pero se la ganó UCAM por méritos propios. Metiendo manos en defensa y corriendo en ataque. Controlando el rebote ofensivo y cerrando el defensivo. Tirando liberados y acertando desde el tiro libre. Con Webb y Taylor al mando la ventaja se fue hasta el 25-8. Los buenos minutos de Laprovittola, sin embargo, suavizaron la momentánea derrota (27-16).

Se despertó el Barça de la pájara, dejó de perder balones y por fin cerró el rebote. Abrines y Hayes-Davis incomodaron cada tiro de UCAM y Laprovittola se desató. El partido ya estaba otra vez empatado (29-28) y el Barça (por fin) acertado de tres.

Con el partido mucho más empatado, en la pista y el marcador, el encuentro se aceleró. Ninguno de los dos equipos estuvo especialmente acertado, por lo que los rebotes les permitieron correr. También las pérdidas, y las faltas en ataque, fruto de la alta intensidad del choque. Fue un partido muy físico. Los últimos diez minutos los arrancó el Barça por delante (60-64).

El intercambio de canastas continuó, la tensión también, en un momento en el que reinaron las acciones individuales. El Barça ganó una pequeña ventaja, pero una pérdida de Laprovittola lo dejó todo abierto para unos últimos dos minutos frenéticos (77-78): McFadden falló dos tiros libres, pero Mirotic perdió el balón que hubiese asegurado el partido. Davis metió una canasta que enloqueció al Pabellón porque forzaba la prórroga, pero pisó la línea y la canasta fue finalmente de dos. Los 'peros' condenaron al Murcia.