NBA | GRIZZLIES 132 - NETS 120

Los Grizzlies opositan al anillo y frenan la felicidad de Kyrie

Kyrie jugó como visitante, pero ya lo podrá hacer también como local. Los Grizzlies, sin Morant frenaron la alegría: victoria a pesar del los 43 puntos del base y los 35 de Durant.

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Kyrie jugó como visitante, pero ya lo podrá hacer también como local. Los Grizzlies, sin Morant frenaron la alegría: victoria a pesar del los 43 puntos del base y los 35 de Durant.
Petre Thomas USA TODAY Sports

Su supo antes de que empezara la jornada: Eric Adams, alcalde de Nueva York, conseguía sacar adelante su mayor deseo y Kyrie Irving hacía efectivo el suyo. Al base se le han acabado las restricciones en Nueva York (siguen vigentes en Los Angeles o Canadá) y podrá jugar en Brooklyn como local. Algo que condicionará lo que queda de temporada y que ha provocado que veamos a los Nets como lo que en realidad son, un equipo plagado de talento, sin ningún plan defensivo pero analizable desde un prisma neta y completamente distinto al del resto de la temporada. Una entidad que solo con dos jugadores históricamente buenos y algo de la intendencia, puede ganar el anillo. Y eso, sin tener en cuenta la participación en la ecuación de un Ben Simmons que ultima los últimos detalles de su recuperación y, si cuadra bien, puede ser un filón para el equipo de Steve Nash.

Con Kyrie y Durant todo es posible: el base promedia 28 puntos en sus 20 partidos disputados y el alero se va casi por encima de los 30. La capacidad para botar el balón del playmaker, crearse sus propios tiros, dar un paso atrás para hacerse con el suficiente espacio o driblar en transición son talentos en los que es históricamente bueno. Durant, un prodigio de la naturaleza, un talento único sin parangón, tiene unas cualidades físicas que le hacen sencillamente imparable, es un lanzador espectacular, se eleva por encima de sus defensores y es prácticamente indefendible cuando está en racha. Al final, cualquier equipo que quiera eliminar a los Nets tendrá que ganar al menos 4 partidos de 7. Y eso es una losa muy grande ante un equipo que llegaba con una racha de 6 victorias en los últimos 7 partidos a su visita a Memphis.

Hasta ahí ha llegado la racha, claro. Los Grizzlies no son ninguna broma a pesar de no entrar en las apuestas y no hacen más que certificarlo. Partido tras partido, noche tras noche, con Ja Morant o sin él, el equipo de Taylor Jenkins ha llegado a las 50 victorias por primera vez desde 2015, se ha establecido en el segundo puesto de la Conferencia Oeste solo detrás de los inalcanzables Suns y ya muestran una fortaleza radicalmente superior a, por ejemplo, unos Warriors que se han hundido paulatinamente en una temporada que se les ha hecho demasiado larga. Todo lo contrario que los Grizzlies, de piernas fuertes y espíritu impertérrito, inamovible. Con una capacidad extraordinaria para pasar por encima de todo el mundo. Y que, si quedan segundos, se enfrentarán en primera ronda a un rival que estará entre Clippers, Wolves y Nuggets. Una serie que promete ser interesante... o en la que los Grizzlies harán lo que llevan haciendo todo el curso: apabullar a sus rivales.

Kyrie y Durant, 78 puntos sin suerte

La colectividad de los Grizzlies se impuso a la individualidad de los Nets en Memphis. A los visitantes les faltaba LaMarcus Aldridge (que no juega desde el día 6 de marzo) y, sobre todo, Seth Curry, el tirador conseguido en el traspaso que llevó a James Harden a los Sixers, un hombre que es carne de traspaso pero siempre provoca añoranza tras su partida y que es una pieza ideal para dar aire a las dobles defensas que reciben Kyrie y Durant, tiene más piezas que un envejecido Patty Mills y representa una figura ideal en ausencia del lesionado Joe Harris. Sin él, el ataque de los Nets se resintió lo suficiente como para que los Grizzlies ganaran en muchos puntos: 40 y 36 en los dos primeros cuartos, 132 al final. Los locales solo tuvieron problemas en el tercer periodo, cuando los Nets le dieron la vuelta al luminoso y anotaron 40 puntos, 25 de su espectacular dúo dinámico. La reacción fue digna de encomio en los 12 minutos finales: 29-16, una defensa asfixiante y una ausencia total de respuestas de un hombre con poca pizarra como Nash, que se encomendó sin suerte a Durant (1 de 5 en tiros en este cuarto) y aun Kyrie que anotó 10, pero no fue suficiente.

Irving se fue a 43 puntos y Durant a 35, 78 en total en una nueva exhibición individual sin precedentes. Pero nada más funcionó para ellos más allá de lo que tiene que funcionar para que, claro, ganen el anillo. Ahí es donde estarán los Nets, en los matices, en el talento de sus estrellas y en su capacidad para resistir hasta el final ellos solos o, al menos, mínimamente acompañados. Y lo que puede ser suficiente a la fase final no lo fue ante los Grizzlies: 21 puntos de Dillon Brooks, 23 de Desmond Bane, 23 de De'Anthony Melton, 16 de Tyus Jones (con 10 asistencias), 14 (con 10 rebotes) de Brandon Clarke, 10 de Kyle Anderson y 7+11+5 e un Steve Adams omnipresente y que ha hecho olvidar a un hombre que gustaba mucho como Jonas Valanciunas. En otras palabras: los Grizzlies son candidatos. Los hay que están más cerca del anillo. Otros, que menos. Pero candidatos son. Se lo han ganado.