Sixers, Nets y algo más que la presencia de Ben Simmons
La NBA pone los ojos en uno de los encuentros más eléctricos de la temporada debido a lo acontecido en el cierre de mercado entre Sixers y Nets.
La NBA se prepara: llega uno de los pelotazos de la fase regular de esta temporada. Imprevisto hace dos meses, inflado desde hace un mes. Para entender por qué se da esta situación debemos acudir al último día en el que estaba activo el mercado de traspasos. Justo el día de la disputa de este encuentro se cumple un mes de aquel pelotazo. Uno de los intercambios más ambiciosos de los últimos años, y por los dos lados, tenía como protagonistas a Sixers y Nets y a un conjunto de jugadores liderados por James Harden y Ben Simmons. El australiano no ha jugado durante toda la 2021/22, tampoco ha debutado con los Nets desde que llegó al equipo. El barbudo base-escolta ha cambiado de franquicia por segunda vez poco más de un año, dejando el proyecto ambicioso de Brooklyn partiendo peras con Durant e Irving. Ninguno de los dos se sentía a gusto donde estaba y se forzó un acuerdo que parece beneficioso para ambos y que impulsa más si cabe una Conferencia Este que en abril y mayo va a estar al rojo vivo.
El argumento se retuerce más si sólo nos centramos en Simmons, el desaparecido. Porque el morbo que coge este encuentro sería un tema menor sólo con los alicientes del enfrentamiento entre dos conjuntos que han intercambiado jugadores entre sí. Ben, mencionando unas molestias en la espalda aparecidas cuando se ha intentado poner en forma para volver a jugar, se ha borrado de la cita. No se vestirá de corto para recibir el poco cariño que le queda a la afición de Philly por él después de haberse escondido durante el resto del curso aludiendo a problemas de salud mental que se traducían en no querer jugar más en el Wells Fargo Center. Lo último que escuchó del pabellón fueron abucheos, en los Playoffs 2021, cuando los Sixers fueron incapaces de ganar a los Hawks. Especialmente se vio su bloqueo de mente en una entrada a canasta en la que sacó el balón para el triple sin tener defensa para encestar una bandeja. Rivers y Embiid le señalaron tras la derrota y Simmons se fue para no volver.
Hay otro elemento que hace importante esta nueva rivalidad. De cara a los playoffs pueden medirse. El mal momento de los Nets les ha empujado hacia abajo en términos clasificatorios y puede tener que pasar por el peaje del play-in. Si los Sixers suben a uno de los dos primeros puestos de la conferencia que ahora ocupan Heat y Bucks y los Nets se quedan con la séptima u octava plaza (después del mencionado trámite), se verían las caras en primera ronda. Fuegos artificiales.
Si a Simmons se le ocurre aparecer por el banquillo, aunque no juegue pero si quiera animar, los Sixers tienen preparado un dispositivo especial de seguridad para protegerle. Los fans son especialmente picantes en Philly. Las entradas para los sitios inmediatamente traseros al banquillo de los Nets se están vendiendo en internet hasta por 4.000 dólares. Partido de altas pulsaciones. El que sí estará es el todavía más polémico Kyrie Irving, que viene de encestar 50 puntos y sólo puede disputar estos partidos, los que son como visitante, hasta que la legislación de Nueva York permita la actividad para no vacunados como él. Un nuevo punto de análisis, el de Irving, para analizar tanto a Sixers como a Nets, que en mitad de todo este ruido se juegan los puestos de honor de la Conferencia Este y, por qué no, medir fuerzas con un rival directo.