Ucrania abandona España y se traslada a Letonia

La selección ucraniana, que jugó ante la Selección en Córdoba el pasado jueves la tercera Ventana de clasificación para el Mundial 2023, partió el martes de España en dirección Letonia, según Marc Mundet (RAC) y pudo confirmar AS. Se desconoce si la expedición se establecerá en el país báltico o tomará una nueva dirección.

El conjunto eslavo recibió la noticia de la invasión rusa de su territorio en Córdoba, donde llevaba concentrado desde principios de la pasada semana. El golpe anímico se podía observar en los pocos miembros de la expedición ucraniana que salían del hotel Córdoba Central, donde estaban alojados. Solo un jugador, Oleksandr Lypovyy, habló para los medios antes de un partido que no se aplazó: “Mi mamá y mi hermano se quedaron atrapados en el corazón del ataque, a 50 kilómetros de la fronteras rusas, y se despertaron hoy a las cinco de la mañana por los sonidos de las armas. Tratamos de no entrar en pánico y ser fuertes como todo el país”, aseguró el jueves pasado el alero del Promitey. No es posible estar centrados. Lo mejor sería cancelarlo, pero no es posible. No queremos jugar”, zanjó contundente.

España ganó un duelo muy emotivo, con pancartas de ‘No a la Guerra’ en las gradas (el mismo mensaje que se pintó Artem Pustovyi debajo del ojo derecho), y ovaciones continuas a la selección ucraniana. “Ha sido partido muy difícil para nosotros y para toda Ucrania. Es muy difícil jugar en esta situación por lo que está pasando en nuestra casa. Hemos intentado hacerlo lo mejor posible, pero todos estábamos pensando en nuestras familias. Son días locos para nosotros”, aseguró el pívot del Gran Canaria tras el encuentro. “Tengo que decir que Putin tiene que dejar de hacer esta mierda en nuestro país. No tiene que venir a nuestro país. Puede ir a otros países, así que tenemos que estar unidos. Nunca parará. Es una locura. No puedo creer que esto esté sucediendo en 2022”.

Ucrania, sin capacidad para volver a su país por el cierre del espacio aéreo, se trasladó a Madrid, al Madrid Airport Suites, a menos de 15 minutos del aeropuerto de Barajas, a la espera de que su embajada encontrará un destino para el equipo. Los gastos fueron sufragados por la Federación Española de Baloncesto (FEB) que se puso a su entera disposición tras ser informada que las cuentas de su homólogo habían sido bloqueadas. Incluso, se dio la oportunidad de encontrar un recinto para proseguir los entrenamientos si lo vieran necesario.