Sergio Llull (Mahón, 1987) afronta su 16ª temporada en el Real Madrid, ahora como primer capitán tras la retirada de Felipe Reyes. Un día de hace siete años le dijo no a la NBA para seguir viviendo otro sueño, el del Real Madrid. El base-escolta atiende a AS antes de estrenarse este jueves en la Copa del Rey frente al Río Breogán (21:30, #Vamos). Habla de su carrera, de su sueño, del momento actual y del futuro.

Los aficionados se lo preguntan, ¿cómo está el Madrid? Quizá sea la Copa con más dudas en la última década.

El equipo está bien ahora, con ganas, después de haber tenido un calendario complicado y bastantes lesiones. Pero siempre digo lo mismo antes de la Copa, y da igual que lleguemos en racha de victorias o con dudas por parte del exterior, lo anterior no vale de nada. El torneo son cuatro días de pura adrenalina, de buen baloncesto y hay que prepararse lo mejor posible para el primero, para el Breogán.

¿Cómo ha afectado al grupo la lesión de Alocén? ¿Ha hablado con él?

Sí, después del partido en Málaga estuvimos hablando. Siempre que un compañero se lesiona de gravedad es un palo muy duro para el equipo. No lo digo solo por lo que deja de aportar, sino por lo buena persona que es fuera de la cancha. Es lo peor del deporte, pero debe estar tranquilo y ser paciente para volver lo más fuerte posible. Es muy joven y regresará como un toro.

¿Tiene la sensación de que el calendario les ha pasado literalmente por encima en las últimas dos semanas con los partidos reubicados?

El calendario es el que hay, pero cuando lo hacen en los que menos piensan es en los jugadores. Y la situación se ha agravado con la COVID. A nosotros nos dicen que hay que jugar martes, viernes y domingo justo antes de la Copa del Rey y vamos y jugamos. Nos hemos enfrentado a grandes equipos y hemos cogido una mala racha, pero estamos tranquilos y arriba en las dos clasificaciones.

Quedarse en 17 puntos al descanso en un partido de la Copa de Europa por primera vez desde 1958 no parece que se explique por cuestiones tácticas o de calidad de la plantilla.

No se puede controlar la acumulación de partidos. También tenemos muchos récords positivos como equipo y esperamos que se quede en una anécdota. Ahora empieza lo bueno, los títulos, y estamos con muchas ganas e ilusión.

Los jugadores hablan a menudo de un calendario excesivo, también los entrenadores, pero al final mandan los clubes, las ligas y sus intereses. ¿Es posible hacer una gran sentada y ordenar el calendario sabiendo que a los clubes de élite les faltan ingresos precisamente para pagar a sus jugadores?

Yo me dedico a jugar al baloncesto y trato de disfrutar haciéndolo.

Y después de 16 temporadas en la élite, ¿no tiene un modelo de calendario que le gustaría? El otro día Obradovic proponía uno con seis meses de Euroliga, dos de playoffs en las ligas, dos de selecciones y dos meses de descanso para los jugadores. ¿Qué le parece?

Ese es un debate extenso que no se puede abordar en una entrevista por teléfono. Los que organizan calendarios y competiciones deben hacer su trabajo.

Hablando de su experiencia y trayectoria, Rafael Rullán jugó 18 campañas en el Madrid, dos más de las que suma usted. ¿Lo va a superar?

No lo sé (se ríe). Estoy centrado en la Copa, tranquilo y creo que trabajando bien. Mi deseo es jugar muchos años más en el Real Madrid y retirarme aquí.

O sea que renueva, ¿no?

No depende de mí tampoco. Si por mí fuera, sí; pero estoy centrado en la Copa, en ganar al Breogán.

En junio acaba el contrato que firmó en 2015 cuando decidió quedarse y no ir a la NBA. ¿Llegó a verse en algún momento más cerca de Houston que de seguir en España?

Hubo un momento en el que la tentación fue mucha y estaba más encaminado a irme que a quedarme, pero puse todo en una balanza y el Real Madrid también hizo un esfuerzo muy grande para que siguiera y me sentí muy, muy querido. Ese fue el factor diferencial, el amor y el respeto del Real Madrid y las ganas de triunfar aquí.

¿Y en estos siete años se ha preguntado qué hubiera pasado si…?

No. Estoy contento con la decisión que tomé, fue la mía, aunque hubiera gente que no la entendiera y aún no la entienda. Lo he explicado muchas veces: de pequeño quería jugar en el Real Madrid y aquí sigo cumpliendo mi sueño. Fue la decisión más acertada que pude tomar.

¿Y hasta cuándo?

No tengo ningún plan, no he pensado aún en la retirada ni en cuántos años quiero jugar. Estoy centrado en el día a día, en ayudar al equipo, en seguir bien y ojalá poder renovar.

Cuando el equipo está atascado y un compañero le pasa el balón a falta de segundos para el final de la posesión porque no ha podido crear jugada o resolver, ¿qué piensa?

Al final es el último recurso. Siempre intentas ayudar al equipo, buscar la mejor opción, pero cuando se acaba el tiempo hay que tirar, a veces de manera forzada. Normalmente, muchos de esos tiros recaen sobre mí porque yo también intento buscar una solución para ese momento si veo al equipo apurado o el compañero que te la pasa se ha quedado sin opciones. Siempre me ofrezco para ayudar, para que encuentren una línea de pase, aunque sea un poco a la desesperada.

Se lo pregunto porque la semana pasada acumuló ante el Fenerbahçe y el Barça, en pleno atasco colectivo, un 2 de 17 en triples y recibió críticas en las redes sociales. ¿Cómo las lleva?

Las críticas las llevo bien. La gente tiene derecho a expresar su opinión, aunque en Twitter hay mucho valiente sin poner su nombre. Es más fácil criticar así y, probablemente, sin haber jugado nunca al baloncesto. Pero acepto todos los comentarios, de hecho, me sirven para mejorar y para intentar buscar mejores opciones en el futuro. Una crítica, sin embargo, no va a cambiar mi mentalidad, ni mis ganas de jugar ni mi trabajo diario.

El Breogán es el rival en cuartos. ¿Qué le parece el impacto de Musa en la ACB y de un equipo recién ascendido?

Están haciendo un gran baloncesto con Musa como referente. Juega a un nivel increíble porque tiene un grandísimo talento, pero también mucho carácter, que es algo que me gusta. No se esconde nunca. Pero el Breogán no es solo Musa, cuenta con grandes jugadores y seguro que muy motivados.

No solo ante una hipotética final de Copa el domingo, sino por todo lo que queda por delante, ¿el Barcelona les tiene cogida la medida?

El Barça tiene un equipo buenísimo, grandes jugadores en todas las posiciones, mucho talento y juega muy físico, y es cierto que en los últimos partidos nos han ganado; pero tampoco creo que nos tengan tomada la medida. Al final cada Clásico es diferente y hay que seguir mejorando para que el próximo lo ganemos nosotros.

¿Le ha agradecido a Abrines su apoyo tras su peineta al Palau?

Eso ya pasó; pedí disculpas. A Álex le agradezco el gesto que tuvo, pero no voy a hablar más del tema.

Ha celebrado la vuelta de Deck, ¿echa de menos a más compañeros que se fueron? ¿Le gustaría que regresaran?

Hay grandísimos jugadores que se han ido del Madrid a la NBA. Con la vuelta de Gaby creo que hemos mejorado como equipo, aunque ahora esté lesionado. Es un jugador con mucho carácter que siempre nos da un plus. El equipo es muy completo, para hacer grandes cosas.

La previa: Musa y el Breogán, ante un Madrid tocado

Dzanan Musa, alero de 22 años y 2,05, es la sensación de la ACB, líder en valoración (22,2) y puntos (19,8). En el Breogán funciona el grupo y otras piezas como Bell-Haynes, Kalinoski, Mahalbasic... El Madrid llega sin Alocén y con las dudas de Rudy, Taylor y Deck. Si Rudy no está, debe inscribir a Juan Núñez por los cupos. Y si Deck entra, saldrá Thompkins.