Carmelo al rescate
Victoria ante los Magic de unos Lakers que, en una gran segunda parte, aparcan rumores de forma temporal. LeBron destaca, Westbrook mejora y Carmelo es la clave.
Los Lakers se dan un respiro. Necesitaron los angelinos jugar contra un rival como los Magic (8-39, peor récord de la NBA y único equipo que todavía no ha llegado a las 10 victorias) para ganar un partido y aparcar, de forma momentánea, rumores. Los que ponen a Frank Vogel fuera de la franquicia, dejan al proyecto pendiendo de un hilo, hablan del intervencionismo de Kurt Rambis y su mujer, Linda, y dan una perspectiva absolutamente pesimista a un equipo que no merece otra. 105-116 de resultado final e inicio con victoria de una gira por la Conferencia Este que se antoja harto complicada para los angelinos. Porque sí, han empezado por Orlando. Y ahora les toca jugar en Miami, Brooklyn y Philadelphia, ante equipos como Heat, Nets y Sixers que están, objetivamente, a otro nivel y peleando por otras cosas esta temporada. Y, desde luego, muy alejados de la preocupante situación en la que han estado los Lakers durante la mayor parte del presente curso.
El equipo angelino llegaba a Orlando todavía con Frank Vogel, que entrenó allí de 2016 a 2018 (54-110 de parcial). Con Dwight Howard, que fue la referencia de la franquicia (de 2004 a 2012) hasta que salió por la puerta de atrás. Y ante la atenta mirada de Haedo Turkoglu, uno de sus mayores atractivos de 2004 a 2009 (luego regresó de 2010 a 2013). Y con LeBron James, claro, un jugador que cayó allí en las finales de la Conferencia Este en 2009, en una oda al baloncesto de Stan Van Gundy, con los Magic acabando con unos Cavaliers de 66 victorias en 6 partidos y constatando que al Rey, entonces sin corona, le faltaba un poco de fritura para dar el salto al anillo. Un año después, claro, LeBron protagonizaba esa pésima gestión de imagen dirigida por el periodista de la ESPN, Jim Gray, The Decision, y ponía rumbo a Florida. Muchas historias de hace más de una década, cuando los nombres de estos Lakers eran algo más que meros nombres.
Igual que ante los Pacers, los Lakers empezaron bien (7-14), para hundirse después (24-27 al final del primer cuarto). Y llegaron a ir por delante la mayor parte del segundo cuarto, antes de que los Magic iniciaran una racha que, ante los angelinos, incluso les asemejó a un buen partido de baloncesto: 52-62 a 40 segundos para llegar al descanso, 54-62 en el intermedio. En ese momento, el equipo de Frank Vogel se movía en un 42% en tiros de campo y apenas había convertido 3 triples de 14 intentos. Una imagen radicalmente distinta a la del segundo periodo, en la que salieron con otra cara del vestuario y decidieron que todavía no era el momento para acabar una temporada que, en realidad, nunca ha empezado. Lo hicieron con una mejor defensa, decisiones más racionales y rotaciones más lógicas. Pero, sobre todo, lo hicieron con un nombre propio: Carmelo Anthony.
Desde el banquillo, Carmelo anotó 23 puntos, 19 en la segunda mitad, y en tan solo 17 minutos. Se fue a 8 de 13 en tiros de campo (6 de 8 tras el descanso), y 4 de 5 en triples (4 de 4). Fue efectivo, encontró buenos tiros y martilleó la defensa de un equipo como los Magic, a la deriva tácticamente hablando y pensando mucho más (no les queda otra) en el futuro que en el presente. Los Lakers consiguieron un parcial de 16-31 en el tercer periodo que remataron en el último (27-31), llegaron a tener 17 puntos de ventaja, anotaron 51 puntos desde el banquillo y acabaron dominando un partido que tuvo 12 cambios de liderato en el marcador y 13 empates. En el periodo final, cuando los angelinos todavía no habían sentenciado el choque (78-87), Anthony anotó 11 puntos consecutivos (con un solo fallo) y dejó a los Lakers, que mejoraron mucho en defensa durante la segunda mitad, más cerca de la victoria (87-98). Y la consiguieron. Algo que, por desgracia para ellos, parece casi una novedad.
En los Magic hubo esperanzas hasta el descanso y 6 jugadores por encima de la decena de puntos, pero la lesión de Terrence Ross en la rodilla (era uno de los atractivos del mercado), que le apartó del duelo con poco más de 8 minutos disputados, dejó la rotación en apenas 7 jugadores y no hubo historia en ningún momento, a pesar de los 22 puntos de Jalen Suggs. En los Lakers, LeBron volvió a destacar (29 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias, pero 6 pérdidas) y Russell Westbrook mejoró ligeramente (cosa que no era difícil) y se fue a 18 tantos, 11 rebotes y 7 asistecias. Stanley Johnson aportó desde el banquillo (11 tantos), al igual que Malik Monk (10) y la mejora de los Lakers fue sustancial en la segunda mitad, en la que lanzaron por encima del 57% en tiros de campo y con un 10 de 16 en triples, una cifra espectacular. Un leve respiro para un equipo (23-23, séptimos de la Conferencia Oeste) que afronta una posible extinción total en un calendario muy complicado. Los tres próximos partidos pueden sentenciar a Frank Vogel, algo que tampoco parece la solución. Pero, ¿existe realmente una solución? Esa, desde luego, es la gran pregunta. Y, claro no parece tener respuesta. Ahí está el tema.