NBA | WARRIORS 113 - GRIZZLIES 104
Curry destroza a los Grizzlies
El base anota 46 puntos y acaba con unos Grizzlies que se hundieron en el último cuarto. Ja Morant sigue sin ganar desde su retorno.
Stephen Curry sigue a lo suyo. En medio de una nueva ola de la pandemia del coronavirus, los Warriors no paran de sumar victorias. No tienen casi positivos y la forma física de su plantilla es absolutamente envidiable, además de contar entre sus filas con la joya de la corona, un Curry que oposita constantemente al MVP de la temporada y que está haciendo historia en una temporada ya de por sí histórica, con el récord de triples conseguido en el Madison Square Garden como mayor logro de un hombre que no cesa de lograr una ingente cantidad de éxitos. El base que ha cambiado el baloncesto, que ha liderado la era de los triples y ha vuelto del infierno de las lesiones y el asueto de su equipo para volver a conquistar la NBA, enamora cada noche con un juego carismático y atractivo mientras los Warriors continúan en la parte más alta de la mejor Liga del mundo, detrás de esos extraordinarios Suns y delante de todos los demás, una vorágine de equipos que no están bien y que fluctúan en la clasificación influenciados por el mal juego y el coronavirus.
Ante los Grizzlies, Curry ha anotado 46 puntos (15 de ellos en el último cuarto), además de sumar 4 rebotes, 4 asistencias y 2 robos. Su serie de lanzamiento ha sido sencillamente espectacular: 13 de 22 en tiros de campo, 8 de 14 en triples y 12 de 12 desde la personal. Su equipo ha tenido un +15 con él en pista, ha perdido tan solo 3 balones y ha fraguado su impresionante exhibición en 37 minutos. En estos momentos, Curry promedia más de 27 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, oposita firmemente a un MVP de la temporada que ya ha ganado hasta en dos ocasiones y rivaliza por el premio con Kevin Durant, una estrella que ahora mismo está dentro (como otros muchos) de los protocolos de salud y seguridad del coronavirus. Algo que le puede permitir a Curry seguir luciéndose sin la sombra de su excompañero, con el que conquistó dos de sus tres anillos y con el que llegó a tres de sus cinco Finales. Dos hombres cuyo destino va prácticamente unido.
Curry no estuvo solo ante los Grizzlies, pero la diferencia entre él y el resto de los jugadores de cualquiera de los dos equipos que había en pista fue tan sustancial como diferencial. Gary Payton anotó 22 puntos, Draymond green volvió a hacer un poco de todo (8+5+9, con 2 robos y 3 tapones, pero 5 pérdidas) y Otto Porter sumó otros 8 tantos, con 9 rebotes. Los Warriors fraguaron su derrota en el tiro exterior, con un espectacular 19 de 40 en triples, y repartieron 30 asistencias por las 18 de sus rivales, maniatados por una defensa dinámica y asfixiante, enormérrima y colaborativa. Siempre efectiva por mucho que determinadas personas hayan juzgado a los Warriors solo por los triples y no por la capacidad camaleónica de Steve Kerr para adaptarse a sus rivales y cambiar en función de los jugadores que tiene en pista. Siempre con Draymond Green, ese ala-pívot históricamente bueno, como pilar fundamental de un lado de la pista que ha dominado como pocos en la NBA.
Los Grizzlies, que iban empate a 102 con 2 minutos para el final, se hundieron sin remedio y acabaron sin el premio de la victoria. Ja Morant disputó su segundo partido desde su retorno, el primer fuera de casa, cosa que agradeció al ser abucheado por su público ante los Thunder en Memphis. 21 puntos y 6 asistencias para el base, que perdió claramente su duelo individual con Curry y se quedó en 6 de 15 en tiros de campo y 0 de 4 en triples. Segunda derrota en los dos partidos que ha disputado desde su retorno y tercera consecutiva de los Grizzlies, que antes de esta pequeña mala racha lle´go a sumar 10 victorias en 11 partidos. Ahora, 19-13 para el equipo de Taylor Jenkings, con ya tan solo dos victorias de ventaja sobre los Clippers y toda esa cantidad de equipos que se encuentran en un puño. El estrés y la incertidumbre se asoman a Memphis, una ciudad que ve cómo su equipo pasa de ser la revelación a caer presa de los errores propios que se van sucediendo a lo largo de una temporada, muy típìcos en un equipo joven y susceptible a los fallos como ellos. De momento, aguantan el tirón y tienen excusa. Se llama Stephen Curry, claro. Un héroe.