"Ricky y yo tenemos un secreto..."
Cedi Osman es otro de los jugadores que está rindiendo a un magnífico nivel en los sorprendentes Cavaliers. "Me encanta jugar con tíos así, se mueve muy bien sin balón".
En Cleveland Cavaliers, al menos hasta que los efectos de la pandemia se han sentido también en el equipo de Ohio, prácticamente todo eran buenas noticias. El equipo es uno de los mejores, y de los más divertidos, de toda la NBA. JB Bickertaff aspira a ser Entrenador del Año, Evan Mobley va como un tiro hacia el Rookie del Año y tiene todas las trazas de formar con el base Darius Garland una excepcional pareja que lidere al equipo durante años. Y más si funcionan tan bien Jarrett Allen, que tiene muchas papeletas de ser all star en febrero, y Lauri Markkanen, que llegó después de una experiencia decepcionante en los Bulls y ha encontrado su lugar en Ohio de forma extraña: ejerciendo de alero en un frontcourt tremendo, el tal ball que forma con Allen y Mobley.
Otra parte fundamental del éxito de los Cavs es la aportación de veteranos como Ricky Rubio y Kevin Love, que están a un extraordinario nivel y plenamente comprometidos con el proyecto cuando a principio de curso parecían candidatos a salir, como muy tarde, en el próximo cierre de mercado invernal. Otro de esos veteranos es ya Cedi Osman, el alero turco de 26 años que lleva en la franquicia desde 2017, cuando dio el salto a la NBA desde el Efes. Osman también está a un gran nivel, con un rol más claro como jugador de rotación, en un buen momento como defensor y aprovechando en ataque todo lo que generan Garland y Ricky, con puntería en los triples liberados y mucha movilidad sin la bola.
El de Ohrid habló con Bally Sports Cleveland de su excepcional relación dentro y fuera de la pista con Ricky: “Tenemos una gran química. Recuerdo que él me dijo ‘tenemos un secreto’, así que vamos a dejarlo así. Es un base magnífico, siempre es genial jugar con él. Si estás liberado te va a encontrar, va a asistirte. Solo tenemos que movernos por la pista y él se encarga de gestionar la posesión”.
Osman está jugando 22 minutos por noche y promedia 11,4 puntos, 2,6 rebotes y un 41% en triples, de largo el mejor dato de su carrera NBA y una de las claves de su gran rendimiento: “Cedi y yo somos muy buenos amigos. Somos europeos, y por eso tenemos nuestros secretos. Él puede meter tiros, y me encanta jugar con tíos así porque sé cómo encontrarlos en buenas posiciones. Se mueve muy bien sin balón”, asegura por su parte Ricky de su excelente relación con Osman en estos sorprendente Cavaliers que van a por todas en el Este.