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NBA | LAKERS 90 - SUNS 108

Los Suns ni sudan contra los Lakers

Paliza sin forzar de los de Arizona, que avanzan a toda máquina hacia su duelo navideño contra los Warriors. Los Lakers, en cuadro y sin respuestas. El tobillo de LeBron da otro susto.

Los Suns ni sudan contra los Lakers
Gary A. VasquezUSA TODAY Sports

No hay más historia: cuando un gran equipo juega contra uno que está entre malo y mediocre, casi siempre gana el que es claramente mejor. Y normalmente con claridad… y sin forzar la máquina. Así fue en L.A., en el viejo Staples que pasa a ser Crypto.com Arena. Síntomas de estos tiempos. 90-108, faena de aliño de Phoenix Suns, que si no es ahora mismo el mejor equipo de la NBA, es algo francamente parecido. En 25-5, ni están en la misma Liga (aunque comparten hasta División) que estos Lakers que enlazan tres derrotas y que vuelven al 50%, un reflejo (16-16) cada vez más exacto de su realidad. Después de apilar tres victorias por primera vez, les ha pasado de todo porque así es esta temporada para ellos. Ahora tienen partido con los Spurs antes del duelo de Navidad contra los Nets, un plato fuerte venido a menos por el estado espantoso de los angelinos y la furia con la que la COVID está golpeando a ambas franquicias. Esa noche del 25-D, y si la pandemia lo permite, los Suns reciben a los Warriors en el tercer capítulo de lo que huele a final anticipada del Oeste.

Los Lakers se quedaron sin Anthony Davis, que en pleno annus horribilis ha sufrido una lesión de rodilla que le tendrá apartado de las pistas más de un mes. En torno a, sería casi lo mínimo, unas cinco o seis semanas. Tampoco están, por los protocolos, Reaves, Bazemore, Bradley ni Monk. Ni siquiera está Frank Vogel, y sigue sin regresar (aún no ha debutado) Kendrick Nunn. Los Lakers nunca tienen su rotación ni mínimamente apañada, un mantra cierto pero ya aburrido para un equipo que no está para ningún trote. Volvían, en teoría, Dwight Howard y Talent Horton-Tucker. Pero el primero no pudo jugar y el segundo salió a la pista… y firmó un sonoro desastre: 3 puntos y 1 asistencias con un 1/13 en tiros. Afectado por el parón de los protocolos, se le puede conceder, pero en la mala línea de casi toda su temporada cuando era una de las wildcards de los Lakers, un jugador en el que había puesta mucha esperanza y que podía ayudar a fortalecer una rotación en la que ahora es imposible saber quién está de un día para otro. Isaiah Thomas se quedó en un 1/11 en tiros y, al menos, Trevor Ariza demostró lo importante que sería en esa versión óptima y completa de los Lakers que probablemente nunca vamos a ver: 12 puntos, 5 rebotes, defensa y 3/3 en triples en su segundo partido de la temporada.

Así las cosas, los Lakers vivieron hasta que los Suns se aburrieron de que el marcador estuviera igualado. El primer tirón local (16-6) tuvo que ver con un pésimo inicio desde el perímetro de los de Arizona, que fallaron sus primeros nueve triples, casi ninguno por la buena defensa de los Lakers. En el segundo cuarto llegó un temprano canto del cisne del equipo que ahora dirige David Fizdale: 40-33. El resto fue coser y cantar para unos Suns que ganaron cuándo y cómo quisieron: 38-54 de parcial en una segunda parte en la que, porque nunca acaban los sustos en L.A., LeBron cayó tras una penetración sobre el pie de Jae Crowder y tuvo problemas de tobillo el resto del partido.

LeBron jugó bien, sobre todo al principio y mientras tuvo ánimo para tirar de su equipo: 34 puntos, 7 rebotes. Russell Westbrook no hizo gran cosa (22+10+5) y solo Ariza estuvo a buen nivel de los demás, un grupo marcado por los fallos de Horton-Tucker y Thomas y el desastre que cada día es DeAndre Jordan, que ha tenido que volver a la rotación por las ausencias de Davis y Howard y que firmó un -26 en 15 minutos. Difícil hacerlo peor. ¿Qué harán los Lakers en el mercado invernal? ¿Será posible que alguna vez estén todos o casi todos los principales de lo que debería haber sido su rotación? ¿Su techo es ser un muy buen equipo, algo de lo que ahora están a años luz, solo uno bueno o apenas uno mediocre? Han pasado 32 partidos y nadie sabe nada. Y, lo que es peor, cada vez hay menos gente con ganas de obtener respuestas. Por si acaso.

En los Suns, todo va bien. Tras su lesión muscular, Devin Booker recupera tono: entrenó a costa de los Lakers y sumó 24 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias mientras hacían el trabajo (mínimamente) duro entre Bridges, Ayton, Cam Johnson y un JaVale McGee que ha sido un fichaje estupendo para la rotación de un equipo que no exprimió a Chris Paul (11 puntos, 9 asistencias). Cómo si hiciera falta contra estos Lakers…