No fue el mejor partido, pero sí una victoria balsámica. Los Angeles Lakers alcanzaron la decena de triunfos esta temporada tras doblegar esta madrugada a los Pacers en Indiana (116-124). Y lo hicieron después de pasarse tres cuartos persiguiendo a su rival en el marcador y tras una prórroga en el que surgió la figura del Rey.

LeBron James fue capital para que los angelinos recuperarán el 50% de victorias, una vez superado su partido de sanción por la flagrante tipo 2 que recibió contra Detroit Pistons tras el codazo a Isaiah Stewart. El duelo ante New York Knicks ha sido el primero en su carrera en no poder disputarlo por sanción. Hablamos de 19 temporadas y 1.318 partidos disputados hasta el codazo en la MoTown.

Gran prórroga

James surgió en el tiempo extra como un ciclón. Sin Anthony Davis fuera del encuentro por enfermedad, LeBron asumió toda la responsabilidad en los último cinco minutos: anotó 8 de los 12 puntos de su equipo. Fueron dos triples y una canasta en reverso preciosa que colocó el duelo de un apretado empate a 114 al inalcanzable 116-121 cuando solo restaban 41 segundos para terminar. Acabó con 39 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias y 2 tapones. Desde el pasado 25 de enero no superaba los 38 frente a Cleveland Cavaliers y es la tercer vez este curso (9 partidos) que anota 30 o más tantos. "Sabía que podía darles a nuestros muchachos un impulso de energía si no jugaba anoche", aseguró LeBron tras el duelo.

A pesar de su buena actuación, los Lakers sufrieron en exceso ante un rival que ni frío ni calor, anclado en la parte baja de la tabla con un balance de 8-12. Mostraron carácter y recursos con siete jugadores con una decena o más de puntos (Brogdon llegó a los 28), pero una rotación que hoy se antojó muy corta de tan solo nueve jugadores.