Usman Garuba se estrena sin fallos
El pívot, ex del Real Madrid, firma un buen primer partido en su debut con Rio Grande Valley Vipers: triunfo contra Capitanes de Nuevo México. Aldama tuvo minutos con los Grizzlies.
Justo antes de irse de gira por el Este, un tramo iniciado con derrota en el Madison Square Garden de Nueva York, Houston Rocktes (el peor equipo de la NBA: 1-15 con catorce derrotas seguidas) envió al español Usman Garuba a Rio Grande Valley Vipers, su afiliado en la G League, una Liga de Desarrollo muy potenciada por la NBA en las últimas temporadas y donde mezclan jóvenes con necesidad de minutos y adaptación con meritorios que buscan oportunidades y hasta jugadores consolidados que cogen ritmo tras lesiones largas. Acabamos de verlo con Serge Ibaka en Agua Caliente Clippers, donde se ha rodado tras su grave lesión de espalda.
La G League no es lo ideal, y menos para jugadores que llegan desde Europa, pero es muchas veces un paso necesario. No atrás, sino a un lado: las franquicias prefieren que sus jóvenes acumulen minutos y experiencia en su lanzadera G League antes que verlos limarse las uñas en el banquillo, pisando la pista solo en minutos de la basura. Muchas veces es así, y en Houston ya advirtieron antes del inicio de la temporada de que esta sería la ruta más lógica para Garuba. Sencillamente, no caben todos: los Rockets eligieron a cuatro primeras rondas en el último draft, uno de ellos otro pívot europeo, el turco Asperen Sengun que sí está acumulando muchos minutos de NBA en un buen inicio de carrera. Garuba, que hasta ahora solo ha disputado 45, repartidos en siete partidos, debería aprovechar este paso los Valley Vipers para no oxidarse, coger ritmo y mecanismos. Hacerse a esta nueva etapa. Y estar listo para cuando llegue la llamada de arriba.
Los Valley Vipers juegan en Edinburg, en un pabellón con casi 8.000 localidades (había más de 3.500 aficionados esta vez) en la orilla norte del Río Bravo, en la frontera entre Texas y México. Allí, en el Condado de Hidalgo, la cuarta victoria sin fallo (4-0) del equipo llegó (112-104) contra los Capitanes de Ciudad de México, rival al que se volverán a enfrentar mañana. Y Garuba se hizo rápido a su nueva situación: jugó 33 minutos, solo doce menos que en el total de estas semanas con los Rockets, y acabó con 14 puntos sin fallo (6/6 en tiros totales, 2/2 en triples), 8 rebotes y un tapón. También cometió cinco personales y, en el lado negativo, sumó 6 pérdidas de balón.
El ex del Real Madrid, entrenado ahora por Mahmoud Abdelfattah, tiene a su lado a jugadores, puede aprender de sus casos, que arrancaron en una situación como la suya y no tienen ahora mismo sitio en la NBA: Mfiondu Kabengele, por ejemplo, su pareja en el juego interior, fue 27 del draft en 2019 y de los Clippers ha pasado a la G League. Tyler Bey, 36 en 2020, estuvo la pasada temporada en los Mavericks de Luka Doncic. Los mejores de su equipo fueron Anthony Lamb (23 años) que sumó 21 puntos y 7 asistencias con un 5/8 en triples, y Trevelin Queen (24), no drafteado en 2020 que apiló 28 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias con un 6/7 en triples. Enfrente, por ejemplo, estaba en los Capitanes de Ciudad de México Alfonso McKinnie, un veterano (29 años) que en los últimos años ha jugado en Warriors, Cavaliers y Lakers, y que anotó 32 puntos con 6 rebotes y 5 asistencias.
Desastre de los Grizzlies y minutos para Aldama
El otro rookie español, Santi Aldama, tuvo minutos en la derrota estrepitosa de sus Grizzlies, un naufragio defensivo que concedió 138 puntos (138-95) a los Timberwolves. Esos problemas atrás están hundiendo a los de Tennessee, que están ya 8-8 por el 7-9 de unos Wolves que mejoran, liderados por su big three: 23 puntos y 5/6 en triples de Anthony Edwards, 21 puntos y 5 rebotes de Towns y 28+4+5 de D’Angelo Russell. Los Wolves no se descuelgan de la zona que peleará por las plazas de playoffs y play in.
Aldama acumuló minutos (12) en la parte final de un desastre de su equipo: 40-23 el primer cuarto, 72-43 al descanso, 100-56 mediado el tercero… el español acabó con 2 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias en una recta final en la que también apareció, en los Wolves, Leandro Bolmaro. El base argentino, ex del Barcelona, acabó con 5 puntos y 4 rebotes en algo más de 7 minutos en pista.