A vueltas con el peso de Zion
Los Pelicans han cambiado "sus hábitos culinarios", según un informe de ESPN, para intentar apoyar al jugador, que podría estar cerca de los 140 kilos y que sigue sin fecha de regreso.
Los Pelicans han jugado 17 partidos (han ganado solamente tres) en la temporada 2021-22, que ya ha superado el mes desde la noche inaugural. Y el equipo de Nueva Orleans todavía no ha contado en ninguno con Zion Williamson, su teórico líder y uno de los referentes jóvenes de la NBA. Uno que llegó a la Liga como el rookie con más hype desde LeBron James pero que hasta ahora (dos temporadas y pico) solo ha podido disputar 85 partidos de 145 posibles.
Una lesión de menisco retrasó tres meses su debut como rookie, y esta vez arrastra una fractura en un pie que le hizo pasar por el quirófano en verano, un asunto que para colmo los Pelicans manejaron de la peor forma posible, con informaciones contradictorias y medias verdades (en el mejor caso). Intentaban proteger la intimidad de un Zion al que no le gusta dar publicidad a sus problemas físicos. Y cayeron en un oscurantismo poco habitual en la NBA. Es una franquicia, este es un factor importante, aterrada por la posibilidad de que Zion se marche. Su mala relación con los despachos ya se ha filtrado unas cuantas veces, también los comentarios de su familia sobre cuánto les gustaría que Zion jugara en otro sitio, especialmente en uno de los grandes mercados de EE UU. Así que para contentar a su gran esperanza joven, el vicepresidente David Griffin y los propio Pelicans han salido escaldados tras asegurar en el inicio del training camp que Zion, sorpresa para todos, se había operado, pero que estaría listo para el inicio de la regular season.
Zion sigue sin fecha de regreso a las pistas. Así que su debut en esta temporada, la que debería conducir a la ampliación multimillonaria de su contrato rookie, no está próximo. Al menos esta semana se ha sabido que el ala-pívot (27 puntos con un 61% en tiros la temporada pasada) había empezado a hacer, con permiso médico, entrenamientos con uno contra uno. Queda un trecho hasta que se le autorice a jugar cinco contra cinco, con contacto y en la antesala de pisar otra vez las canchas. Mientras, con el jugador sin forma física de competición, el debate se centra en la báscula. Zion es un prototipo de jugador nunca visto, con un volumen y un peso inhabituales para el baloncesto, lo que hace que el riesgo de problemas físicos se perciba como mucho mayor (así está siendo en su carrera, por ahora) pero también lo que le convierte en un jugador especial, distinto a todos y devastador cerca del aro pese a su 1,98 raspado. El problema es que aunque oficialmente se le sigue situando en 128 kilos, Jake Fischer (de Bleacher Report y voz muy autorizada) sitúa su peso más cerca de los 140. Sus apariciones junto al equipo también han generado muchos comentarios porque Zion parecía muy lejos de su estado físico óptimo.
Los Pelicans tratan de cuidar el cuerpo de Zion, al que intentaron cambiar la forma de caminar en su primera temporada en la NBA, y contra el que denuncian en seguida la permisividad arbitral que hace que, por su volumen y su fuerza, se permita mucho más contacto de los defensores que con cualquier jugador importante de la Liga. No solo eso: según un informe de Andrew Lopez y Brian Windhorst en ESPN, la preocupación por el peso y las costumbres de Zion es muy real en la franquicia: “Ponen mucha energía la salud de Zion. Han hablado mucho con él, han cambiado personal e incluso han cambiado los hábitos culinarios para intentar apoyarle”.