El show perpetuo de Stephen Curry

Sigue el show, sigue la fiesta en San Francisco. Los Warriors son, de largo, sin disimulo, el mejor equipo de la NBA ahora mismo. Y cuando todavía no se sabe si unos cuantos aspirantes van o vienen, los Warriors van. Vaya que sí van. Y se acerca el regreso de Klay Thompson, el reensamble de los Splash Brothers. Porque el otro, su hermano de los triples, no para: Stephen Curry fundió a Chicago Bulls (119-93) un buen equipo que llegaba a la Bahía sin Vucevic pero con la moral por las nubes. Para lo que sirvió: un buen inicio, sí (23-29 el primer cuarto). Y un 63-33 a caballo entre el segundo cuarto y el tercero, un parcial en el que los Warriors (como en los viejos tiempos) acostumbran a reventar a los rivales si es que estos han podido hacer la goma hasta el descanso.

Son siete victorias seguidas, todas por al menos 13 puntos y cuatro de ellas por más de 20. Y un 11-1 total. La única derrota, en casa y en la prórroga, tras remontada de Memphis Grizzlies, el equipo que los dejó la temporada sin playoffs (en la ronda final del play in). Han sido ocho partidos seguidos en su pista, ahora vienen cuatro salidas con paso, ojo a ese partido, por Brooklyn (el miércoles). Se reencontrarán con Kevin Durant, que está en nivel MVP… exactamente igual que Stephen Curry, que acabó con los Bulls con 40 puntos, 5 asistencias y un 9/17 en triples. Un +31 en 34 minutos. Lleva dos partidos con al menos 9 triples esta temporada, el único jugador que ha llegado a esa cifra esta temporada. En su carrera suma 36. Los siguientes con más, James Harden y Damian Lillard, están en 9. El cuarto, por cierto (7), es Klay Thompson. Y va camino, Curry, de su cuarta temporada con 5 triples de media por partido. Algo que nadie más ha hecho ni una sola vez. Ya, sumados playoffs y regular season, es el jugador con más triples de la historia (3.366 por los 3.358 de Ray Allen). En el dato oficial, el de regular season, da zancadas hacia un Allen al que superará en diciembre: 2.896 por 2.973.

El trabajo de Draymond Green y Looney y la producción en segundo plano de Wiggins aportaron para unos Warriors que son muy profundos: Looney, Iguodala, Bjelica, Porter, Toscano-Anderson, la irrupción de Gary Payton II y, ahora también, de Jonathan Kuminga, número 7 del último draft que dejó ocho puntitos y un par de mates seguidos en el último cuarto. Y faltan Klay y James Wiseman. Así que, como para no tomarse en serio a estos Warriors. LaVine anotó 23 puntos para unos Bulls superados, desarbolados, que están bien pero no están en el primer nivel de la NBA. Ahí, con una defensa infernal y un ataque catapultado por el histórico Curry, mandan por ahora los Warriors.