¿La resurrección de los Raptors?

Hace menos de tres años que los Raptors ganaron el anillo. Dos temporadas y el inicio de esta son lo que hemos visto después de ese momento histórico, con Kawhi Leonard ganando el MVP de las Finales, la despedida del Oracle para saludar al Chase Center por parte de los Warriors, el campeonato de Marc Gasol y Serge Ibaka, la consolidación de un proyecto, la victoria canadiense... Fueron innumerables cosas las que ocurrieron ese cada vez más lejano 13 de junio de 2019. También fue, claro, la última temporada completa de la NBA, que contó con 82 partidos antes de que la pandemia del coronavirus hiciera su aparición y arrasara con todo. Y por añadidura, cómo no, fue la victoria de Nick Nurse en los banquillos y de Kyle Lowry como capitán de la entidad a la que le había dedicado tantos años.

Desde entonces, han cambiado muchas cosas en Toronto. Una de ellas fue jugar en el Tampa, Estados Unidos, y no en Canadá, debido a las restricciones del coronavirus, una tortura que ya han superado con el retorno al Air Canada Center, con sus raperos en primera fila y su ruido habitual. Pero la plantilla no es ni parecida a la que había por aquel entonces: Lowry se fue como institución a buscar nuevas aventuras en los Heat y liberar espacio salarial; Kawhi lo hizo un año antes, abandonando la franquicia a la que nunca quiso ir tras su tumultuosa salida de los Spurs. Y, entre medias, salieron Marc, Ibaka, Danny Green, Sergio Scariolo de su puesto de asistente... cada uno en una fecha determinada y en un momento concreto. Pero salieron, al fin y al cabo. Aunque el anillo de 2019 vaya a ser siempre para ellos.

Eso sí, todavía hay vestigios. Fred VanVleet, héroe tan inopinado como merecido del sexto partido de las Finalesde 2019 (22 puntos con 5 de 11 en triples), es ahora la referencia de los Raptors. Pascal Siakam, que amagó con una explosión que no se ha dado del todo, sigue por ahí. Y OG Anunoby ha pasado de tener un papel residual a ser una de las referencias defensivas y ofensivas de un equipo en reconstrucción, pero que no renuncia a nada. Y con ellos sigue, claro, Nick Nurse: esa mente pensante que ganó el anillo en su temporada debut, esa mente maravillosa (y no, no estamos hablando de Russell Crowe) que tiene, a la vez, una capacidad innata para la estrategia. Y, al mismo tiempo, un hombre cercano y afable, amable con la prensa, comunicativo con sus jugadores y asistentes y muy lejos de quemarse, esa expresión que han sufrido algunos entrenadores tras años y años de servicio.

En 2020, primer año post Kawhi, los Raptors llegaron a la burbuja de Orlando con un bloque compacto y similar, al margen de la consabida baja y la de Danny Green rumbo a los Lakers (y al anillo), al del año anterior. Y pisaron las semifinales de Conferencia, donde torturaron a los Celtics, a los que forzaron a un séptimo partido que se resolvió de forma justa a favor de los verdes, pero con una lucha incesante e incansable por los canadienses, que cerca estuvieron de dar la machada. Fue la última vez que el equipo que por entonces entrenaba Brad Stevens se acercaba al anillo. Casi el fin de un proyecto. Para los Raptors, fue la constatación de que hay vida después de Kawhi. Pero un año después, con 27 victorias y la 12ª posición del Este, incluso eso se puso en duda. Eso sí, con Gary Trent, Siakam, VanVleet, AnunobyScotte Barnes, Achiuwa, Boucher y compañía, algunos veían dificultades y otros esperanzas. Y, en este inicio, está habiendo más de los segundo que de lo primero.

Los Raptors han ganado en el Wells Fargo Center a unos Sixers plagados de bajas (entre ellas la de Joel Embiid) y en plena batalla con Ben Simmons, del que salen nuevas informaciones casi a diario. Lo han hecho con 32 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias de un heróico VanVleet, sin Siakam, 20 tantos de Anunoby, otros tantos de Gary Trent, 17 de Boucher y 13 de Barnes. Y los 33 de un excelente (y emergente) Tyrese Maxey (con 12 de 19 en tiros de campo, ojo), no han sido suficientes para parar la maquinaria de Nick Nurse. La gestión de los minutos finales fue mejor por parte de los visitantes y Doc Rivers, sin recursos ni respuestas, poco pudo hacer en un duelo igualado, que tuvo 12 cambios de liderato en el marcador y 11 empates. Un triple de VanVleet (desde la esquina y tras jugar con el aro) a 25 segundos para el final (y con 109-110 en el marcador) ponía la guinda. Dos tiros libres de Anunoby, la sentencia. Y los Raptors se recuperan de tres derrotas consecutivas y, a pesar de todo, van en positivo (7-6) y octavos del Este. Y peleando contra todo el mundo, claro. Eso siempre.