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NBA | SIXERS 109 - BUCKS 118

Giannis silencia Philadelphia

Exhibición de Antetokounmpo ante unos bravos Sixers, sin Embiid y plagados de bajas. Los Bucks, eso sí, no terminan de arrancar. Grayson Allen, espléndido, se va a 25 puntos.

Exhibición de Antetokounmpo ante unos bravos Sixers, sin Embiid y plagados de bajas. Los Bucks, eso sí, no terminan de arrancar. Grayson Allen, espléndido, se va a 25 puntos.
Exhibición de Antetokounmpo ante unos bravos Sixers, sin Embiid y plagados de bajas. Los Bucks, eso sí, no terminan de arrancar. Grayson Allen, espléndido, se va a 25 puntos.Bill StreicherUSA TODAY Sports

Grant Riller, Isaiah Joe, Tobias Harris, Joel Embiid, Matisse Thybulle y Ben Simmons. Era la lista de bajas con la que los Sixers llegaban a su 12º partido de la temporada. Y ante el vigente campeón, loss Bucks. A priori, parece complicado sacar un partido así para cualquier equipo, pero el equipo local mostró un pundonor digno de encomio que le mantuvo todo el tiempo en el partido y le hizo soñar con la machada hasta los segundos finales. Machada entre comillas, ya que los Bucks andan en horas bajas, como disfrutando todavía del éxito conseguido hace unos meses y sabiendo, como cualquier equipo campeón, que todo es cuestión de pisar el acelerador. Eso sí, a pesar de que el conjunto dirigido por Mike Budenholzer no llegaba bien a la tierra en la que los padres de la patria firmaron la Declaración de Independencia, eran conscientes de la necesidad de ganar y sacar el partido adelante. Y lo hicieron.

El duelo fue un toma y daca continuo que tuvo a los Sixers como protagonistas iniciales, tras un duelo inicial en el que, envalentonados por la imposibilidad representada por tantas bajas, se iban a un 39-30. Porque sí, nadie sabe nada del futuro de Simmons, pero que Embiid esté fuera de juego por los protocolos del coronavirus deja al equipo sin su principal referencia. Por mucho que la misma no esté demostrando su mejor nivel en este (todavía) inicio de curso baloncestístico. Los Bucks, volviendo al partido, reaccionaron al descanso, al que se fueron por delante (61-58) gracias a un triple de un heroico Grayson Allen (25 puntos y 5 de 9 en triples). Y a partir de ahí, la alternancia en el marcador fue constante hasta que los Sixers, que estaban a solo 2 puntos (107-109) con menos de 3 minutos para el final, se hundieron de forma definitiva.

Después de 15 cambios en el luminoso y cuatro empates, los Bucks dejaron a los locales en solo 16 tantos en un último cuarto en el que, además, tiraron con apenas un 20% en tiros de campo y transformaron un tristísimo 1 de 12 en triples. Es más, desde que se pusieron a una sola canasta, anotaron solo una vez más. En casi 3 minutos. Una losa demasiado grande ante un equipo con un poder ofensivo y defensivo tremendo y que maneja los finales apretados con una sabiduría que antes no tenía, y una presión que, por resultados, ya tampoco. Muy físicos atrás y acudiendo con asiduidad a la línea de personal (hasta en 21 ocasiones), los Bucks resolvieron un duelo trabado en el que no mostraron su mejor versión. Pero que sacaron, al fin y al cabo, para ponerse con un récord todavía muy alejado de la (su) realidad (5-6) y en el noveno puesto de la Conferencia Este.

Giannis Antetokounmpo fue, claro, el mejor jugador del partido, pero el espectador se quedó sin ver una batalla que podría haber sido muy atractiva contra Embiid. 31 puntos (12 de 26 en tiros de campo, 0 de 2 en triples y 7 de 13 en tiros libres), 16 rebotes y 4 asistencias en 36 minutos. Además, los 25 puntos del ya mencionado Allen, 19+10 de Bobby Portis, y 11 de Semi Ojeleye. Todo ellos, con la intermitente aportación de Connaughton, George Hill y Holiday, que se fueron a 8 tantos por barba. Los Bucks lanzaron con un 46% en tiros de campo y un 38% en triples, además de aprovechar la consabida baja de Embiid para imponerse en la lucha por el rebote (52 a 46) y tomar las decisiones correctas en los momentos oportunos, especialmente en el último cuarto.

¿Y los Sixers? Gran papel a pesar de la derrota. Llegaron hasta donde les dio el físico y el talento, uno empequeñecido por una ingente cantidad de bajas. Doc Rivers alentó a los suyos con alegría y consiguió exprimir a Andre Drummond, que cuajó un partidazo jugando como titular tras la baja de Embiid: 17 puntos y 20 rebotes. Milton se fue a 20, Niang a 21 desde el banquillo y Tyrese Maxey anotó más que nadie con 31 extraordinarios tantos. Pero nadie pudo parar a Grayson Allen, de apenas 26 años, y que supera ya los 15 puntos por partido esta temporada y el 40% en triples. Un joven jugador que ya dio muestras de su talento en los Grizzlies y al que le viene muy bien, con los espacios que genera Giannis, el juego de los Bucks. En definitiva, duelo interesante que lo será más con todos los jugadores disponibles y en una fase más adelantada de la temporada. Cuando ambos equipos, especialmente los Sixers, se jueguen más. De momento, Giannis sigue a lo suyo y Grayson Allen saca sonrisas a casi todo el mundo. Principalmente a los aficionados de los Bucks, claro.