PHILADELPHIA 76ERS

Ben Simmons, dispuesto a perder dinero con tal de ser traspasado

El todavía jugador de los 76ers batalla en la distancia para salir del equipo en un traspaso. Está forzando con la idea de asumir las multas por no jugar.

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Ben Simmons
Dale Zanine USA TODAY SPORTS

La idea de Ben Simmons no apareciendo más por Filadelfia como jugador de su franquicia en la NBA toma forma. El jugador ha filtrado a través de su entorno que aceptaría las multas que los 76ers le pondrán si, como tiene previsto en este momento, no se presenta a los partidos. Es una manera de forzar más la situación para terminar traspasado, el objetivo.

Equipos como los Spurs o los Timberwolves se han interesado, pero las exigencias de Simmons (querer que se construya en base a él y no él adaptándose a lo que haya) hacen más difícil que esta situación se desbloquee. 

La pretemporada ya ha empezado y la intención de los 76ers, viendo el posicionamiento de Ben Simmons, era la de sancionar la actitud del jugador poniéndole multas por no presentarse. 227.000 dólares por cada entrenamiento que se pierda y 1,3 millones si se extiende a toda la pretemporada, incluidos los partidos. Pero ya hay que ponerse en la fase regular de la campaña, en los compromisos oficiales, para los que tampoco estaría. 

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Ramona Shelburne, de ESPN, tras hablar con su entorno sobre este tema, tiene información sobre este tema. 

"Cuando hablas con la gente cercana a Ben ves que el peor escenario posible es que todo esto lleve un año. ¿Estaría fuera un año entero? La respuesta ahora es mismo es sí. Ahora mismo se entiende que puedas decir que estás dispuesto a estar fuera un año si eso es lo que hace falta para que te traspasen, pero veremos cuando pase la pretemporada, empiecen a faltar los cheques con el dinero, eche de menos el baloncesto y vea que la Liga empieza a moverse sin él dentro de ella", apunta. 

Antes de la pandemia los Sixers le ofrecieron la extensión de contrato a Simmons y este año tiene firmado un total de 33 millones. No será libre hasta 2025, por lo que la única salida que le que queda es el traspaso. 

El australiano, de 25 años, no es ajeno a eso de pasarse un año en blanco. En el caso anterior, por algo más comprensible: una lesión. Fue el número uno de 2016 y no pudo jugar hasta la segunda temporada, ganando después el Novato del Año y habiendo polémica porque no era su primer año real.