CLEVELAND CAVALIERS

Ricky Rubio, el mentor

Los Cavaliers no son el mejor destino para Ricky, pero en Ohio podrá seguir desarrollando su capacidad de liderazgo. Tras Mitchell y Booker, llega Darius Garland.

FIBADIARIO AS

Nueva aventura para Ricky. La frase es casi un clásico en las últimas temporadas, en las que el talentoso base español ha sufrido la cara más amarga de la NBA: la de los traspasos, la sensación de mercancía que muchos jugadores han sufrido, el trato de la competición norteamericana como un negocio en el que algunos, como él, sufren los daños colaterales. De estar en un proyecto al alza como los Jazz, a participar en la reconstrucción de unos Suns que fueron finalistas sin él y con Chris Paul. Y luego, de un retorno sin suerte a Minnesota a recalar en Ohio. En total y en apenas tres años, Ricky ha pisado algunos de los mercados menos atractivos de la NBA y ha pasado de estar en equipos con aspiraciones a otros que carecen totalmente de ellas. Una vez más, la cara más amarga.

Ricky cumplirá 31 años el 21 de octubre y cuenta con una dilatada carrera profesional que abarca ya casi dos décadas en categoría absoluta, tras debutar con solo 14 años en el DKV Joventut, a las órdenes de Aíto García Reneses. El jugador más joven de la historia en debutar en la ACB ya lo había ganado todo en Europa con tan solo 20 años: Euroliga, Eurocup, ULEB Cup, Liga ACB, Copa del Rey y Supercopa ACB, títulos que se repartió entre el DKV y, especialmente, el Barcelona. Tras esto, dio el salto a la NBA y fue el segundo rookie más destacado de la competición tras su compañero de generación Kyrie Irving. Y se ha repuesto de las críticas forjando una carrera al margen de las mismas, siendo un pasador excepcional, uno de los mejores bases defensivos de la NBA y mejorando su lanzamiento exterior de forma lenta, pero segura.

Con una carrera que incluye una serie de innumerables éxitos con la Selección española, Ricky se ha ganado el derecho a ser algo más que mera carne de traspaso, algo que obviamente, ya es. Muy bien valorado a pesar de saltar de un equipo a otro, fue MVP del Mundial de 2019, recibiendo el premio de un tal Kobe Bryant, y se ha convertido en un líder y una referencia espiritual allá donde pasa. Ya en los Jazz, fue muy cercano a Donovan Mitchell, y en los Suns apadrinó a Devin Booker, dos jugadores que son hoy estrellas de la mejor Liga del mundo y dos de los representantes del futuro de la competición. También hizo lo mismo en su último año en Minnesota, esta vez con Anthony Edwards. Y ahora, según revela NBC Sports, parece que va a tener el mismo papel con Darius Garland, prometedor jugador de los Cavaliers.

Garland es una de las estrellas emergentes que tiene el equipo de Ohio. Con solo 21 años (10 menos que Ricky), es un jugador exterior, igual que Booker y Mitchell, aunque juega en la posición de base, algo muy positivo si tenemos en cuenta que es la misma que Ricky. Garland lleva dos años en la NBA y, si el año pasado no ocupó más portadas, fue por destacar en un mercado pequeño como el de Cleveland. Eso sí, se fue a 17,4 puntos y 6,1 asistencias, además de rozar el 40% en triples y en un equipo que empezó la temporada de forma prometedora y que cuenta con un engtrenador emergente como J. B. Bickerstaff. Un lugar muy bueno para que Ricky siga poniendo a prueba sus habilidades y ayude a una plantilla joven a mejorar y encontrar su sitio en la NBA.

"Creo que una de las cosas más difíciles de hacer en la liga no es tener un gran año, pero es tener un mejor año cuando tuviste un gran año. Toda la atención estará sobre ti, toda la presión estará sobre ti. El desafío que vas a tener es más mental que cualquier otra cosa. 'Eso ya lo hice. ¿Tengo lo que se necesita para ser aún mejor?. Se necesita mucha energía para tener el año que tuvo el año pasado. Tuvo grandes números, gran año. Pero eso puede traducirse en un equipo ganador. Voy a tener que desafiarlo en esa área. Voy a aportar mi experiencia de la misma manera que lo hice con Booker, de la misma manera que lo hice con Donovan Mitchell, de la misma manera que lo hice con las estrellas jóvenes que tenía en mi equipo", aseguró Ricky en declaraciones a Chris Fedor, de Cleveland.com.

Ricky se encontrará en una ciudad a la que nadie quiere ir y con un equipo en construcción que, en todo el siglo XXI, solo ha estado en el mapa con LeBron James, desapareciendo sin él. Pero también a una plantilla joven y trabajadora, con mimbres claros y bases sólidas, que representa la primera camada real que puede escapar, en una Conferencia Este más benévola, de la alargada sombra del Rey. En Ohio, el base español podrá ejercer de mentor, no sólo de Garland, también de gente joven como Collin Sexton (en algún rumor de traspaso, pero todavía en el equipo), Isaac Okoro o Jarret Allen, cada uno en su posición. Ahí jugará un papel fundamental Ricky, que a pesar de ser víctima de esa otra cara de la NBA, se sigue labrando una reputación impoluta y ejerciendo el papel que le toca con una profesionalidad extraordinaria. Ahora, solo falta que encuentre, si es que existe, su sitio definitivo en una NBA que no espera a nadie. Y eso, Ricky Rubio lo sabe mejor que nadie.

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