El culebrón entre Ben Simmons y los Philadelphia 76ers puede estar llegando al principio del fin. Según informa el periodista Keith Pompei en The Philadelphia Inquirer, múltiples fuentes aseguran que el jugador "ha comunicado a directivos de los Sixers que no quiere seguir en el equipo y que no tiene intención de presentarse a los training camp" para preparar la próxima temporada. De ser cierto, sería un paso tremendamente importante por parte del base australiano, que dejaría a su actual franquicia en una posición debilitada a la hora de negociar un traspaso. Si los equipos interesados en él saben que se quiere marchar, las ofertas que lleguen serán inferiores.

Un día antes era Sams Charania quien informaba que en el mes de julio había sido la franquicia de Filadelfia la que había negociado directamente para buscarle una salida al tres veces all star. Según Charania tuvieron contactos con bastantes franquicias, incluidas los Minnesota Timberwolves y los Toronto Raptors. Ninguno de los dos paquetes ofrecidos por estos dos equipos satisfizo entonces a unos Sixers que hasta ahora han sido bastante exigentes a la hora de pedir a cambio de una de sus estrellas. Dentro de la liga, según el propio Charania, los directivos tienen claro que la cuestión con Simmons no es si se moverá de Filadelfia, si no cuándo. Ya a principios de la pasada campaña los Sixers se lo ofrecieron a los Houston Rockets, junto a Mathisse Tybulle y dos segundas rondas, a cambio de James Harden. El equipo texano finalmente llegó a un acuerdo con los Brooklyn Nets, donde juega ahora el escolta.

No se sabe si el hecho de que en la agencia libre los Sixers trataran de negociar por él ha influido en su decisión de pedir el traspaso o era algo que ya tenía pensado anteriormente. Por ejemplo, cuando tras ser eliminados en las semifinales del Este, tanto su entrenador, Doc Rivers, como su compañero, Joel Embiid, no le defendieron precisamente ante los medios.

El sueño de Lillard

Ahora mismo los Wolves parecen el equipo más interesado en hacerse con los servicios del australiano, aunque su oferta de momento no ha convencido a los 76ers y puede que necesiten un traspaso a tres bandas para desbloquear la situación. Las informaciones dicen que Malik Beasley, Jaden McDaniels y D’Angelo Russell serían las piezas que han puesto sobre la mesa de momento. Para los Sixers siempre ha habido un objetivo prioritario en los últimos meses: Damian Lillard. Durante las primeras semanas de verano hubo rumores de que el base estaría pensándose dejar Portland por primera vez en su carrera, pero esos rumores se han ido apagando y ahora mismo los Blazers no se plantean otra estrategia que no sea seguir construyendo su equipo alrededor de la que ha sido su estrella en los últimos años. 

Por su parte, los Sixers dudaban hasta ahora si pasar ya a la acción y traspasar a Simmons o esperar para hacerlo a que una estrella del nivel de Lillard se pusiese a tiro. Pero si el propio jugador ha comunicado de forma tan rotunda que ni siquiera tiene intención de realizar la pretemporada con ellos, parece claro que tendrán que buscar una vía de salida cuanto antes.