Rafa Luz, de niño prodigio a veterano curtido en mil batallas
Hizo una prueba a los 12 años con el Barcelona y fichó por el Unicaja con 15. Tiene 29 y ha pasado por ocho clubes ACB. Llega a Bilbao: "Estoy muy contento con el jugador que soy y lo que vengo haciendo"
A Rafa Luz todo le vino muy pronto y muy rápido. De niño todos querían apreciar en él a una enorme estrella, un base que marcaría una época en Brasil, un país que ha dado grandes directores de juego. A los 12 años realizó una prueba con el Barcelona, después lo intentó en Estudiantes y finalmente a los 15 se llevó el gato al agua el Unicaja. Estaba destinado a ser jugador de baloncesto, ya que su padre es técnico y sus hermanas, jugadoras de élite. Málaga sabía que era un diamante en bruto; en cada entrenamiento y en cada partido, el base dejaba atónitos a los asistentes con una condición física que le hacía parecer mucho mayor. Convocado pronto por la selección andaluza, maravilló en el Campeonato de España Cadete. Intenso, temible en defensa, trataron de pulir los pocos defectos que tenía, sobre todo en el tiro. Era un 'uno' a la vieja usanza, pues hacía jugar al grupo por encima del lucimiento personal. Tenía piernas para saltos altísimos y era muy potente.
"Mi familia es de baloncesto, elegí este deporte desde el principio y no he notado un exceso de responsabilidad. Soy un jugador que conoce muy bien su rol. Mucha gente dice que debería ser más agresivo y anotar más, eso no es lo que siento, estoy muy contento con el jugador que soy y lo que vengo haciendo", suelta. Luz (1,88) debutó en la ACB el 5 de diciembre de 2009, en Málaga, a las órdenes de Aíto, con 17 años. Desde entonces, ha ido pasando por Granada, Alicante, Obradoiro, Baskonia, Andorra y Murcia. Suma 258 partidos. Así que a sus 29 años es todo un veterano. Y con una espina clavada, aunque no lo quiere admitir: el año pasado tuvo que salir del Murcia por problemas físicos y se fue al Kedainiai Nevezis lituano.
Por Bilbao han pasado unos cuantos brasileños que lo han hecho bien: Splitter, Huertas, Fischer, Demetrio, Dos Anjos... Y ahora Luz. A Marcelinho le pidió consejo antes de subirse al proyecto de Miribilla. "Pregunté por el club a jugadores que habían estado aquí, uno de ellos Marce, y las referencias han sido todas muy buenas", desvela. También fue importante la llamada de Mumbrú, cuando descansaba en Andorra, el país donde conoció a su mujer; el técnico le fue detallando lo que pretendía de él y lo importante que iba a ser para el proyecto: "Me agradó mucho lo que escuché de él. Quería un base director, que apretara en defensa, y eso encaja muy bien conmigo porque es lo que estoy acostumbrado a hacer", esgrime. Luz fue la opción manejada cuando Pozas declinó la oferta, ya que aceptó una mejor del Betis.
Rafa lleva varios tatuajes. Uno son los aros olímpicos. Estuvo con Huertas en el Preolímpico en Croacia, pero cayeron ante Alemania. "Fue muy duro, porque nos hacía mucha ilusión estar en Tokio, pero esto es parte del juego", se resigna. No quiere acordarse de la etapa de Murcia, "no salió bien y son cosas que pueden pasar en una carrera, también se aprende de ello, yo espero crecer cada día". Y matiza: "Salió mal la temporada y ya está. Leí que si me iba por la puerta de atrás, pero no lo veo así, las cosas no salieron y punto. Cuando un jugador sale de un sitio no suele hacerlo muy bien. Pero no fue algo feo, simplemente se tardó en llegar a un acuerdo".
El nuevo 'hombre de negro', que tiene la nacionalidad brasileña y española, señaló además que "después de una mala temporada" como la pasada el Bilbao Basket "no hay que poner objetivos concretos" más que completar "una buena campaña" y, una vez que comience la competición, "enfocar bien cada partido". "Partido a partido el tiempo te dirá dónde vas a estar. El histórico del club no debe importar, sino la temporada en la que estás", añadió el base. Lo que sí desea es vivir en primera persona la fuerza de la grada, él que es tan expresivo: "Quiero sentir la energía de Miribilla".
Luz tendrá como maestros a dos bases este año, los 'Javis', Rodríguez y Salgado, ayudantes de Mumbrú. "Uno era más anotador, otro más director. Me ayudarán a crecer un poco más y entenderé cómo piensan los genios". Valora la ACB como "la mejor liga tras la NBA" por eso "siempre he tratado de jugar aquí" y destaca que tanto a su mujer como a él les encanta "cómo nos tratan en este club".
El director deportivo del Bilbao Basket, Rafa Pueyo, comentó que Luz es "un base de toda la vida" que "prioriza al equipo sobre su lucimiento personal" y "a nivel defensivo siempre hace el máximo esfuerzo". "Es un jugador de muy alto nivel, que juega duro, siempre está concentrado y comete pocos errores. Es lo que buscábamos con Rafa", finalizó en la presentación del Hotel Gran Bilbao, en la que ambos estuvieron acompañados por el director general, Savovic. De la plantilla actual, Rafa Freire Luz solo conoce a Delas, un temporero que cubrirá la ausencia de Withey mientras esté no arroje un resultado negativo en los test por el COVID. Estuvo con el pívot croata en el Obradoiro hace ocho años.