Dallas Mavericks se encuentra en un momento de inflexión. En uno de esos que, aunque parezca exagerado, pueden definir el devenir de una buena ristra de años. Hay movimientos, muchos movimientos y, en el horizonte, un solo objetivo: rodear mejor a Luka Doncic. El esloveno, por enésima vez, ha demostrado que está capacitado para ganar ya. De nuevo, con molestias físicas de por medio, con un esfuerzo sobrehumano y con actuaciones para el recuerdo, pero sin premio. Caída en primera ronda, ante el mismo verdugo, Los Angeles Clippers, y desaprovechando una ventaja de 2-0. Desde entonces, las oficinas de la franquicia han sido un foco incesante de noticias. En primer lugar, apareció un artículo de Tim Cato y Sam Amick, en The Athletic, para agitar el árbol. De él, aunque se apuntara a Haralabos Voulgaris, director de desarrollo e investigación cuantitativa, se caían Donnie Nelson, general manager, y Rick Carlisle, entrenador. En ambos casos, con mucha trayectoria en la institución y siendo parte de su época más brillante. Tras las salidas, tiempo de llegadas. Primero, Dirk Nowitzki, como asesor, y luego, Jason Kidd, que será el próximo en sentarse en el banquillo texano. Un no parar con dos denominadores comunes: Doncic, como fin último de todas las decisiones, y Mark Cuban, que es quien las toma.

En todo este proceso, el propietario de la franquicia no se ha escondido. Tras cada movimiento, nueva declaración. Tras la salida de Nelson, expuso que había sido una decisión tomada desde ambas partes (algo que, posteriormente, se negó en The Atheltic) y tras la de Carlisle, se mostró apenado, apelando tanto a los logros deportivos como a la relación personal. A falta de confirmación oficial para el aterrizaje de Kidd, ahora, hace balance general sobre todo lo que está sucediendo en el seno de su entidad, que es mucho. "Créame, nadie quiere ayudar a Luka como yo. ¿Qué necesitamos? La verdad es que necesitamos un segundo anotador. No hay duda al respecto", resume en el ámbito deportivo.

Por delante, Dallas tiene varias decisiones importantes. Doncic, salvo sorpresa mayúscula, firmará una extensión de más de 200 millones de dólares en cinco años, a contar a partir de la temporada 2022-23. Partiendo de esa base, las piezas se pueden encajar de muchas formas en el puzle. Tim Hardaway Jr., el principal apoyo de Luka en estos playoffs, será agente libre. Perderle o mantenerle supone una de las decisiones importantes, pues puede requerir de ingeniería salarial que toque otros frentes. Rechazar la opción de equipo sobre Cauley-Stein, que Josh Richardson diga no a la suya... Jalen Brunson, por su parte, podría ser agente libre en 2022, siendo también uno de los mayores activos en la actualidad. Y, así, un caso tras otro. Un dilema tras otro.

Kristaps Porzingis también es uno de ellos, pero con poco margen de maniobra. No está siendo la segunda espada que se esperaba. Con él, junto a Doncic, se pretendía construir un dúo para marcar una época, como mínimo, para liderar al equipo en el presente y futuro más inmediatos, pero se está quedando lejos. Primero, a causa de las lesiones, que impidieron muchos minutos compartidos en pista; luego, llegó la falta de rendimiento en los momentos decisivos. En medio, rumores de posibles roces entre las dos estrellas. Sobre él, también habla Cuban, con unas palabras difíciles de interpretar, algo crípticas, amables, directamente, con el jugador, pero con descripciones deportivas que, de forma indirecta, pueden dejar más dudas. "Creo que la gente ha sido injusta con KP (Kristaps Porzingis). KP es quien es. Nunca pensamos que nuestra necesidad de un segundo anotador fuera tan grande como lo es en realidad. Pensamos que necesitábamos más defensa y que eso equilibraría las cosas... Ahora, Tim Hardaway hizo un gran trabajo al emerger como catch-and-shoot e incluso mejoró su juego más allá del regate, pero tenemos que mejorar ahí. Y eso es lo que vamos a buscar este verano", asegura Mark. Actualmente, Porzingis tiene firmados 101 millones para las tres próximas temporadas, con opción de jugador en la última. Difícilmente, los movimientos pasen por él.

Con este mapa, pues, los Mavericks inician su verano, con la intención de encontrar nuevas piezas que acompañen al jugador esloveno, pero con muy poco margen en su espacio salarial. De momento, a la espera de que llegue el nuevo director de operaciones y con Jason Kidd aguardando el anuncio oficial. Ambos, en principio, tendrán mucho que decir en esta mini reconstrucción, que no puede pasar por muchos jugadores, porque es prácticamente inviable, pero que puede ser determinante. "¿Cómo se consigue una estrella que pueda crear sus propios tiros para que la responsabilidad no sea completamente de Luka?", termina Cuban. La pregunta del millón.