Lillard zarandea la NBA
Según CNBC, la estrella de los Blazers decidirá su futuro en función de los movimientos de la franquicia. Knicks, Heat y Clippers preguntan por él.
Casi todas las miradas de la NBA se centran en los playoffs, pero una parte importante vigila de reojo a Portland. Damian Lillard es el culpable. Tras la eliminación de los Blazers en la primera ronda de la fase final, el jugador franquicia ya dejó claro en sus redes sociales que no iba a ser un verano cualquiera en Oregón. "¿Hasta cuándo?", se preguntaba en su cuenta de Instagram. Un enunciado críptico, pero fácil de leer entre líneas. Toda paciencia tiene un límite y el base está cerca de encontrar el de la suya. Damian es un hombre de equipo, una de esas mentalidades que, en la NBA de hoy, están en peligro de extinción. Un potencial One Club Man. Quiere situar su nombre en la historia, pero lo quiere hacer con unas coordenadas espaciotemporales muy concretas: las actuales, las de la ciudad que le eligió, ya en 2012, en el sexto lugar del Draft.
Que Lillard cambiara de aires sería una sorpresa mayúscula, pero cada vez menos. Según el periodista Jabari Young, de NBC Sports, el jugador estaría pendiente de los movimientos a realizar por su franquicia para decidir su futuro más inmediato. Además, apunta que su fuente es una persona muy cercana al entorno del base. Si la información ya supone un cambio de paradigma, si se llegara a culminar supondría un cambio total en el mapa de la competición estadounidense: Lillard, por sí solo, es uno de esos jugadores que modifican por completo las fuerzas de la liga.
Los Blazers llevan ocho cursos seguidos alcanzando los playoffs, pero en ninguno de ellos han conseguido plantarse en la Finales. En este tiempo, el duelo con Golden State Warriors, en 2019, por decidir el campeón del Oeste ha sido su máximo logro. En este tiempo, el escalón del equipo ha quedado claro: en cinco de las campañas, la franquicia ha caído en la primera ronda de la fase final. "No hemos ganado un campeonato, así que, obviamente, nuestro punto actual no es suficientemente bueno", declaraba Lillard tras la eliminación a manos de Denver Nuggets. Dame lo ha intentado todo, por activa y por pasiva, pero no ha sido capaz de romper el techo de cristal de una franquicia cuyo último, y único, anillo se sitúa en 1977, con Maurice Lucas y Bill Walton. En esta última serie, 55 puntos y 12 triples, el récord absoluto en playoffs, no fueron suficientes ni para ganar un partido, ya no la eliminatoria. En ese quinto partido, Lillard se sintió más solo que nunca y, al parecer, esa es la sensación que se le ha quedado en el cuerpo.
Los primeros cambios ya han llegado, pero espera más. Solamente un día después de caer eliminados, el entrenador del equipo, Terry Stotts, decía adiós a ocho años y medio en el banquillo. En su sustituto, ahora, se encuentra una de las mayores preocupaciones de la estrella, que tiene una preferencia clara: Jason Kidd. En un acto prácticamente sin precedentes, el jugador franquicia se lo confesaba al periodista Chris Haynes (Yahoo). Stotts se va con el segundo peor porcentaje de Portland en la fase final (23-44, un 34,3%), solamente por detrás de Mike Fratello (32,3%), y Lillard quiere romper con dicha tendencia. Los candidatos a ocupar la vacante, sin embargo, son muchos y, de momento, no cuentan con el nombre de Kidd, que él mismo se ha encargado de borrar. Según Shams Charania (The Athletic), Chauncey Billups, asistente en los Clippers, Mike D'Antoni, en los Nets, Becky Hammon, en los Spurs, Dawn Staley, seleccionadora de Estados Unidos, y Brent Barry, ejecutivo de los Spurs, son las opciones reales. Los tres primeros parece que se van a entrevistar esta semana con la franquicia.
Knicks, Heat y Clippers, al acecho
Actualmente, a Lillard le quedan cuatro temporadas de contrato. Este año se ha embolsado 31 millones de dólares, una cifra que irá en aumento hasta los 54 de 2025, fruto de la extensión firmada en 2019. Damian no tiene intención de marcharse, como dejó claro aceptando semejante vínculo, pero, como apunta Young, los próximos movimientos podrían llevarle a cambiar de planes y forzar la situación. El nuevo técnico, la disposición de los Blazers a pagar el impuesto al lujo, el intercambio de piezas... todo se tendrá en cuenta. El base, que cumplirá 31 años en verano, no quiere esperar más para coronar su carrera, legendaria a nivel individual, pero huérfana de gloria a nivel colectivo, lo más importante. "Quedarnos cortos en la primera ronda y que nuestra temporada termine en casa es decepcionante. Veremos qué pasa, no he pensado más allá", añadía a sus comentarios postpartido.
En medio de todo ello, Marc Berman, de New York Post, saca a la palestra las franquicias que ya se han interesado por la situación del jugador. Según el periodista norteamericano, New York Knicks, Miami Heat y Los Angeles Clippers ya han llamado a Blazers para preguntar sobre la posibilidad de un posible movimiento. El propio Charania confirma la existencia de conversaciones, aunque sin desvelar nombres: "Las fuentes dicen que varios equipos de la NBA, incluidos los de los principales mercados, ya están monitoreando intensamente esta situación en Portland y cómo se desarrolla para buscar una oportunidad para hacer ofertas comerciales", apunta. Stephen A. Smith, en el programa First Take de la ESPN, aumentó la cifra a "seis o siete" equipos interesados. Todos lo van a tener muy difícil, pero, de momento, los meros rumores ya son noticia. En manos de Portland queda acallarlos.