El Baskonia tira de orgullo y fuerza el tercer partido
El equipo vitoriano se impuso a los taronja con más intensidad y convencimiento y fuerza el tercer partido de la serie, que se celebrará el viernes.
Dusko Ivanovic recordaba tras perder el lunes en Valencia que “somos los vigentes campeones y todavía quedan dos partidos”. Al día, siguiente, antes de montar en el avión en Manises, Henry añadió que “volveremos el viernes y haremos nuestro trabajo”. Dicho y hecho porque habrá tercer encuentro en la serie de cuartos entre vitorianos y taronjas.
El TD Systems fue bastante superior al conjunto de Ponsarnau en el Buesa Arena de principio a fin porque puso más intensidad y convencimiento y porque llegó con gasolina a las posesiones finales del choque. Con combustible y con una ventaja suficiente para no sufrir mucho. De hecho afrontó los últimos diez minutos con 16 puntos de ventaja. Sólo un parcial demoledor habría permitido una remontada taronja. Pero es que, a esas alturas, el Valencia Basket llevaba ya 17 pérdidas.
El compromiso arrancó igualado (6-6, min. 4) con un Kalinic inspirado en ataque y con Henry repartiendo juego. Ivanovic volvió a creer en las posibilidades desequilibrantes de Youssoupha Fall y lo metió en cancha a las primeras de cambio, en las rotaciones iniciales. Pero el gran protagonista de esa primera entrega fue Jekiri (17-12, min. 8). Los vitorianos defendían fuerte y eran versátiles en ataque por lo que se marcharon al final del primer periodo con 10 puntos de diferencia a su favor.
Dragic y Giedraitis se unieron a la fiesta y las diferencias fueron aumentando. La máxima, de 19 a favor de los locales, llegó con el 39-20 del minuto 17. Los árbitros, conscientes de la polémica que generó la última jugada del lunes en la Fonteta con posible falta de Vives a Henry, se eternizaron en los instant replay. Recurrieron a los monitores continuamente y estuvieron un buen rato en cada consulta. Total, para decidir un 2+1, una antideportiva o si la canasta era de 2 o de 3. Pero en el minuto 15 o el 17 de partido, no en la jugada definitiva.
Prepelic era el único artillero taronja aunque luego se le uniría Williams. Pero las cosas siempre fueron pintando bien para el conjunto de Dusko Ivanovic (53-37, min. 26) porque dominaba casi todas las facetas del juego. La clave, las pérdidas. Cuando los de Ponsarnau sumaban 17, los locales tan sólo acumulaban 5. El Valencia Basket se acercó con el 55-44 pero un buen final de los vitorianos, con triple incluido de Peters, dejó el luminoso en 62-46 de nuevo. Resultaba complicado pensar en una remontada de los levantinos con 16 puntos de diferencia. Tenía que ser un cuarto caótico para los alaveses.
Pero ese amago existió ya que, a falta de 4:23 para el final, Ivanovic tuvo que pedir tiempo muerto debido a que su equipo iba perdiendo pólvora (66-58). De hecho, encajó un parcial preocupante de 4-12. La poca gente que había en las gradas, los familiares de los jugadores, directivos y los empleados del club, empezaron a removerse en sus asientos mostrando inquietud. Una derrota era sinónimo de final de temporada. Fue cuando Henry tomó la batuta de la orquesta y Peters junto Giedraitis, ejercieron de violinistas estrella. Habrá tercer partido este viernes en Valencia como ya auguraron Ivanovic y Henry.