Las complicadas negociaciones para la salida de Campazzo
David Carro, agente del jugador de Octagon Europa, cuenta cómo fue la marcha del argentino del conjunto blanco a los Denver Nuggets de la NBA.
Facundo Campazzo (1,81 metros y 30 años) puso en la madrugada del domingo al lunes punto final a su primera temporada en la NBA con Denver Nuggets. Y no le ha ido nada mal. Colectivamente, disputará los playoffs por el título tras acabar tercero en el Oeste: en primer ronda espera Portland Trail Balzers.
E, individualmente, ha promediado 6,1 puntos (35,2% desde el triple), 2,1 rebotes y 3,6 asistencias en 65 partidos, 29 de ellos como titular. De los últimos 16 encuentros del equipo, en 15 ha estado en el quinteto inicial por la lesión de Jamal Murray y la salida en el cierre del merado de febrero de Garry Harris y R.J. Hampton, el primero escolta y el segundo base, en la operación que trajo a Aaron Gordon.
Su salida del Madrid
Una experiencia única que comenzó tras su salida del Real Madrid el pasado mes de noviembre y en una operación complicada. El Facu debía afrontar el pago de su cláusula de rescisión de seis millones de euros. El acuerdo al que llegó con el club blanco fue abonarla en varias anualidades (además de lo que había dejado de percibir de ficha e las cuatro nóminas de la temporada) debido a que las franquicias de la NBA tienen limitado esos pagos a cifras inferiores del millón de dólares y que su contrato con Denver no cubría la totalidad. El argentino firmó por 6,4 millones de dólares en dos temporadas con una oferta cualificada en la tercera por 4 millones.
“El acuerdo con Campazzo estaba considerado casi imposible por todas las personas de su entorno debido a los 6 millones de euros”, explica a Eurohoops David Carro, agente del base y director sénior de la agencia Octagon Europa. “Es la cláusula de salida más alta de la historia del baloncesto europeo, pero estamos aquí para hacer lo imposible”.
"Un acuerdo muy complicado"
La salida de Campazzo del Madrid era uno de los secretos peores guardados. Desde el final de la anterior temporada, se rumoreaba muy fuerte con esa posibilidad. Era su deseo y Minnesota Timberwolves, con su compatriota Pablo Prigioni como asistente del equipo, parecía la mejor opción para hacerse con sus servicios. Los problemas económicos del Real por culpa de la pandemia, que llevó a un solo fichaje (Alberto Abalde) durante el periodo estival, también ponían al de Córdoba en la parrilla de salida.
“Le prometimos que íbamos a cumplir su sueño e hicimos todo lo posible para que se hiciera realidad”, continúa Carro. “Por supuesto, fue una pela de perros (dogfight). Teníamos que encontrar la forma de cubrir la cláusula de salida, era muy complicado en términos económicos y por suerte contamos con una gran compañía como Octagon que se encargó de que se pudiera hacer".