NBA | CLIPPERS 104 - LAKERS 86

El 'hermano malo' prevalece: los Clippers aplastan a los Lakers

El derbi angelino se resolvió con una superioridad aplastante de los Clippers, que fueron todo el partido por delante. Los Lakers esperan a LeBron y Davis.

Sin LeBron James y Anthony Davis, imposible. Al menos, es la sensación que da contra los equipos grandes. Los Bucks ganaron de 15 a los Lakers, y los Clippers, en un derbi que habría sido de altura de contar con todas las estrellas, lo han hecho de 18. Ni unos han dado opción ni los otros han presentado oposición en un partido sin historia resuelto en la primera mitad, con una segunda que se ha basado, por parte de los locales (según los colores del estadio y los equipos, ya que ambos juegan en el Staples Center), en mantener una distancia de unos veinte tantos a la que los Lakers no han sido capaces de acercarse. El control por parte del equipo de Tyronn Lue ha sido tal, que sus rivales no han estado por delante en ningún momento del partido. Es más, ni siquiera han llegado a poner tablas en el marcador, un dato que da buena muestra de la superioridad mostrada por un equipo que, al margen de haberse impuesto a una plantilla huérfana, es uno de los conjuntos en mejor forma de toda la NBA: encadenan siete victorias en los últimos nueve partidos y rompen una racha de dos derrotas consecutivas que les vuelve a impulsar a poco más de un mes para los playoffs.

Lo de los Lakers, no es culpa de nadie. Ni de Frank Vogel, que no puede sacar de donde no hay, ni de los jugadores, que son parte de una plantilla preparada para rodear a sus estrellas y no para jugar sin ellas. Con esta derrota, los angelinos empiezan la caída (si es que no lo habían hecho ya) que todo el mundo preveía con la lesión de LeBron James: van quintos de la Conferencia Oeste, tienen a los Blazers a medio partido y a los Mavericks, a tres. Ese es el puesto al que no quieren mirar y que nadie se plantea ahora mismo. Los Spurs, octavos, están en otra pelea más alejada, pero el equipo de Luka Doncic podría escalar lo suficiente como para remontar... y evitar el play-in, esa especie de previa inventada por la NBA en pandemia y que se ha prolongado este año (igual que la pandemia, por otra parte), doblando su participación de dos a cuatro equipos. Los Lakers no quieren jugar el play-in, ni adentrarse en una batalla que seguramente ganen pero que pueden perder, y que además aumentaría el desgaste con, por fechas, LeBron y Davis recién recuperados de sus respectivas lesiones. Pero claro, la posibilidad existe. Está ahí. Y nadie puede ignorarla.

Ante los Clippers, el desastre fue sobre todo en ataque, un atasco continuo en el que, si no entra el lanzamiento, no hay nada que hacer. 2 de 10 para Kyle Kuzma para 6 pírricos puntos, 4 de 10 para Markieff Morris, que acabó con 9, 8 puntos para Caldwell-Pope con 3 de 9 en tiros, otrso 8 para Schröder con un ignominioso 3 de 12 y un 30% en el triple con 18 pérdidas por, sí, 19 de los Clippers, pero con un 50% desde el exterior para ellos, merced a un acierto que se tradujo en 14 triples de 28 intentos. Los mejores del equipo de Frank Vogel, impertérrito ante la debacle de perder a los suyos pero inteligente y calculador, consciente de que sus estrellas van a volver y que hay que mantener al equipo focalizado para cuando eso pase, fueron el ex de los Clippers Harrell (19+6), Horton-Tucker (16+5) y... Marc Gasol, que sumó 11 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias con un 3 de 3 en triples y envuelto entre un enfado que hizo público después del fichaje de Andre Drummond, que le ha relegado a la suplencia hasta que el pívot, que se lesionó en su debut, vuelva.

Y en los Clippers son todo sonrisas. Entraron hasta 12 jugadores en la rotación y anotaron 10, cuatro de ellos superaron los dos dígitos y no se necesitaron grandes alardes de nadie. Kawhi Leonard se fue a 19 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias en una buena serie de tiro (8 de 15), Marcus Morris consiguió 22 tantos, Paul George 16, con 7 rebotes, Luke Kennard fue un martillo pilón con 15 puntos y 3 de 6 en triples... además, los de Tyronn Lue aplastaron a sus rivales en el rebote (50 por 36), estuvieron por delante en asistencias (23 por 16) y tiraron con un buen 47,7% en tiros de campo, además de anotar 18 puntos más intentando 11 tiros libres menos. En definitiva, las dos caras de una misma moneda (que se entienda la metáfora para este caso en particular) en una ciudad que espera, este año, ver un duelo que parecía cosa del destino en los últimos playoffs pero que no se dio por obra y gracia de los milagros de los Nuggets. Y que lo vuelve a parecer este año con un peligro añadido para ambos: que, si los Lakers bajan al sexto puesto y los Clippers se quedan dónde están, habría derbi angelino en primera ronda. Ahí queda eso.