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DALLAS MAVERICKS

El mítico Isiah Thomas se rinde a Doncic: "Lo vi y pensé... guau"

La NBA se vuelca con sus Saturdays y Sundays. El sábado, Doncic recibe a los Wizards de Westbrook y Beal (en #Vamos). El domingo, Clippers-Lakers en Movistar Deportes.

El mítico Isiah Thomas se rinde a Doncic: "Lo vi y pensé... guau"
David Butler IIUSA TODAY Sports

Uno de los grandes bases de la historia, Isiah Thomas fue el líder y referente de los Bad Boys, el durísimo equipo de Detroit Pistons que ganó dos anillos (1989 y 1990) en Finales contra Lakers y Blazers, el que hizo de puente entre la era de Magic Johnson y Larry Bird y la era Michael Jordan. Y el que, además, batió a esos tres equipos en playoffs: los Bulls de Jordan (al que atormentaron durante años en playoffs con un durísimo esquema defensivo, las Jordan Rules), los Celtics de Bird y los Lakers de Magic, contra los que ganaron la Final de 1989 tras perder, una de las mejores luchas de siempre por el anillo, la de 1988, resuelta en siete partidos y con una actuación prodigiosa del propio Isiah, en el sexto, en el viejo Forum y con una lesión de tobillo.

Isiah que después fue entrenador (Pacers) y ejecutivo (Raptors, Knicks) en la NBA, es un perfecto observador de pasado, presente y futuro de la NBA, y ha desgranado las primeras impresiones que tuvo al ver a un elenco de jugadores que van de Magic y Bird a los actuales Luka Doncic y Nikola Jokic. Lo ha hecho como previa a los partidos de fin de semana de la NBA, unas citas, los NBA Saturdays y NBA Sundays, con duelos muy interesantes en horarios óptimos para el público europeo. Este sábado, aunque ya un poco tarde (01:00), Movistar+ emitirá a través de #Vamos el Dallas Mavericks-Washington Wizards, la oportunidad de ver a Luka Doncic frente a un juego exterior explosivo, el que conforman Russell Westbrook y Bradley Beal. El domingo, en horario ideal (21:30) queda para Movistar Deportes un partidazo, el derbi angelino Clippers-Lakers, venido a menos por las bajas de LeBron James y Anthony Davis en el actual campeón.

Uno de los jugadores sobre los que el mítico Isiah (doce veces all star) recordó cómo fue su primera impresión es, cómo no, Luka Doncic: “La primera vez que lo vi fue… ‘guau’. Un base de ese tamaño, con ese don para pasar el balón, que es tan competitivo, que tiene tiro exterior… no sé cómo de bueno va a ser para cuando tenga 26 o 27 años”. Sobre otro balcánico, Nikola Jokic, tampoco escatima halagos: “Recuerdo que mi primera impresión fue que era muy diferente, distinto. No saltaba, no corría rápida… pero siempre estaba ahí y hacía que pasaran cosas. Hablé de él con el exjugador Scott Hastings, que jugó en los Nuggets, y recuerdo que me dijo que me fijara en ese chico porque iba a hacer que cambiara nuestra forma de entender el puesto de pívot. Y cuanto más lo veo, más me doy cuenta del talento que tiene como pasador, tiene un don. Es increíble, una estrella de verdad (the real deal)”.

Yendo hacia atrás, es turno para Vlade Divac: “Recuerdo ver primero a Divac y Kukoc en partidos de selecciones. Eran muy buenos, muy jóvenes, estaban cambiando el baloncesto. Lo cambiaron después. Kukoc es un jugador infravalorado y Vlade era otro gran pasador y se convirtió en un ganador”. Y después, claro, el gran referente europeo, Dirk Nowitzki: “Lo primero que me llamó la atención fue ese suave toque alemán, la capacidad para tirar con ese tamaño que tenía, la mecánica tan pura, era algo que no habíamos visto. Recuerdo que disfruté mucho viéndole ganar el anillo, con los Mavericks en Miami, y cómo se fue al vestuario en el inicio de la celebración, sin parar de llorar y para recomponerse. Era el primer europeo que había guiado a una franquicia al anillo, había estado sometido a tanta presión… es uno de los mejores recuerdos que tengo de él”.

Finalmente, Isiah también ha descrito a la pareja Magic-Bird. Al primero lo define como “un campeón, un gran jugador que había de todo en la pista” y de Bird reconoce el enorme impacto que le produjo: “Lo vi y pensé, ‘maldita sea, este sabe jugar'. Y además tenía esa competitividad tan extrema… eso fue lo primero que pensé. Lo último que vi de él fue que se convirtió en un gran maestro, un excelente mentor”.