Facu Campazzo y su nuevo rol: "Puede tirar sólo una vez y tener un gran impacto en el juego"
Los Nuggets mejoran su rendimiento conforme avanza la temporada y lo hacen con más minutos para Facu Campazzo, centrado ahora en la defensa.
Hace un mes y medio Facu Campazzo pasó por un bache que terminó, para él, de la mejor forma. Se había lesionado y los pocos minutos que tenía en cancha se veían amenazados por la múltiple competencia en su puesto. Los Nuggets son un equipo largo desde hace ya varios años, con una rotación amplia que se suele plasmar en los partidos, y la llegada del argentino a la NBA no dejaba de ser a un conjunto armado y con posibilidades de título que hacen que ganarse el hueco exija sudor. Aquel momento complicado terminó con un aumento de minutos. Gary Harris ha sido inconsistente por los problemas físicos, pero estos también han afectado a otro elemento clave para cubrir a Murray en defensa: P.J. Dozier. Con ellos se tenían que pegar, en sentido figurado, dos novatos: R.J. Hampton y Facu, dos novatos en la liga norteamericana aunque de edades y pasados muy distintos.
El ya extenso currículo de Campazzo en Europa vale lo que vale en la NBA. Y eso que ha topado con un entrenador, Mike Malone, que conocía sus posibilidades y le tenía en alta estima. Los minutos son caros y hasta hace un mes y medio eran, para el argentino, también algo escasos. Y el rol, limitado. Ponte aquí fuera e intenta buscar el hueco para quedarse solo y tirar de tres, parecía ser la consigna.
Dos momentos han hecho que el rumbo haya cambiado. Para Campazzo en primer término, pero para todos en general en este equipo. El primero, que al base reconvertido en combo entre el '1' y el '2' se le haya concedido más presencia en la cancha. Suplente, como al principio, pero con otro estatus. Durante las últimas semanas ha jugado más. Han sido 19 partidos, con sólo uno por debajo de la decena de minutos jugados, y 3 fuera por contacto estrecho con el coronavirus, pasando de los 12 minutos de media a 23,5. Sustancial. Y lo que es más importante: estando en la pista en los instantes en los que se deciden los partidos, como el falso banquillero que es el que termina las faenas. Todo esto, antes del cierre del mercado de traspasos que tuvo lugar este jueves.
El segundo de los dos cambios ha llegado esta semana: sus compañeros no son los mismos. El acuerdo para llevarse a Aaron Gordon ha pasado por la salida de Harris, pegamento defensivo y con capacidad también para anotar si se le requería, y Hampton, el eléctrico base que la temporada pasada estaba probándose en Nueva Zelanda. Eran competencia directa de Facu y el que aterriza es un alero alto. La reestructuración es otra prueba para el cordobés, que no hay que pintar de rosa como en un primer vistazo podría imaginarse.
Lo nuevo
Con Gordon presumiblemente como titular se presenta otra escenario. Hay que ver si se coloca con Paul Millsap de ala-pívot, lo cual seguiría con lo establecido hasta ahora. O el crecimiento de Michael Porter puede hacer que el veterano pase al banquillo. JaMychal Green, a la espera. Ahí la parte defensiva estaría cubierta. Pero, ¿y los exteriores? A Will Barton se le caen los puntos de las manos, pero en defensa no aporta. Y Jamal Murray necesita alguien que le cubra los huecos. No es boyante la situación de los dos a la hora de proteger el aro ni tampoco de Monte Morris, el que se presume que es el otro exterior que más cuenta para Malone. Con todos sanos ésa puede ser la configuración, con Dozier (más alto) y Campazzo (más bajo) en la reserva y con minutos acotados. Fuera de foco quedan Markus Howard y Bol Bol. Sería volver, para Facu, a la casilla de salida. Pero su progreso, o cuando le han dejado progresar, ha sido notable. Puede ser una de las armas secretas del cuerpo técnico para ir a por la Conferencia Oeste, ya sea en la regular season o en los playoffs.
La defensa
El que haya visto poco a Campazzo en el Real Madrid puede pensar que, por su estatura y lo habilidoso que es con el balón al lanzar pases y al irse hacia la canasta, es un jugador eminentemente ofensivo. Ese campo está cubierto con Murray, la segunda estrella por detrás de Nikola Jokic, y por Morris, renovado además el pasado otoño. Pero no. Su potencia física le hace ser el que lleve el ritmo de la defensa, subiendo la intensidad muchísimo si es lo que se quiere. El concepto de microondas, el jugador que revoluciona el partido cuando sale, pero llevado a la presión por robar el balón y hacer que éste no se acerque a la canasta propia.
Dos de sus compañeros han dejado frases interesantes sobre él. "Puede tirar sólo una vez, meter esos dos puntos y tener un impacto increíble en el juego. Es un ganador y nos ayuda con todas las pequeñas cosas que hace", dijo Porter. "Es un defensor realmente bueno, muy astuto. Es fuerte, es rápido, sabe dónde tiene que estar y se anticipa a las jugadas. Sabe lo que hace", dijo Jokic.
Preguntado por esta faceta tras ser clave en un par de noches por su defensa, aseveró esto: "Soy un jugador emocional y a veces simplemente sigo a esas emociones". Pero dio un ítem más que no es baladí: "Creo que los rivales todavía no me conocen, así que trato de aprovecharlo. Tengo que darme a conocer".