REAL MADRID

Las primeras sensaciones del Real Madrid sin Facu Campazzo

El equipo madridista intenta olvidar al base argentino, al que todavía no ha sustituido por nadie. Llull, Laprovittola y Causeur ejercen de buen parche.

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Desde que Facu Campazzo acabara su estancia en el Real Madrid en aquella noche de domingo en el WiZink Center frente al Manresa, muchas han sido las incógnitas por resolver. Empezando por saber si llegaría y, de hacerlo, cuándo un refuerzo para esa posición de base. El club blanco ya hizo una inversión en verano con Alberto Abalde y los efectos del COVID-19 han dejado las cuentas económicas en un estado en el que el Madrid prefiere medir al milímetro cualquier movimiento. Sea por descartes de la NBA o sea procedente de otra liga europea, el hueco que Campazzo ha dejado en la plantilla de Pablo Laso todavía no ha sido cubierto por otro que le sustituya. Al preparador vasco le toca, por tanto, adaptar sus piezas para que todas encajen

Las posibilidades son muchas y en los primeros compases sin Facu Campazzo, que no olvidemos que venía de ser MVP de la Copa y de la SuperCopa (los dos últimos títulos que el club pudo guardar en sus vitrinas), las sensaciones han sido muy buenas. No excelentes porque hay mucho que pulir y más que adaptar, pero tanto aficionados como miembros del equipo se pueden por satisfechos. El trabajo les ha llevado a ganar cinco de los seis encuentros que han disputado sin el base cordobés y que la única derrota llegara en Moscú ante el CSKA con un 3+1 indefendible de Mike James. Como dice una expresión popular, es para darse con un canto en los dientes. 

Números globales

Si se miran los números de estos compromisos ya sin la estrella argentina se ven correcciones bien hechas y muy poca diferencia con lo que venía ofreciendo hasta ahora el Real Madrid. Para nada es una buena noticia jugar sin Campazzo, que ahora debe demostrar su calidad en los Nuggets de Denver, pero se puede recortar el déficit de una manera tan correcta como la han logrado los merengues este diciembre. 

Cogiendo la valoración, un ratio que cambia mucho y no hace verdadera justicia pero es medición de referencia, al Madrid le quedaba en la Liga Endesa un descubierto de 15,6 por partido, que es lo que estaba haciendo Campazzo esta temporada. El equipo estaba en 107,2 créditos y en los tres partidos jugados, que dos fueron a tanteo alto y otro tuvo un marcador más bajo, 104 de media. Son tres victorias, una en casa ante el vigente campeón (el Baskonia de Ivanovic), otra en uno de los campos más difíciles de la competición (el Coliseum de Burgos) y la última ante el equipo al que le ganó el último título antes de la pandemia (el Unicaja de Málaga). 

En la Euroliga están dando 2,9 pases de canasta menos, lógico, pero otros campos en los que Campazzo es muy activo y que medían mejor su impacto en el juego están siendo incluso revertidos por sus compañeros: los robos por cada pérdida han mejorado en 5,2 y las asistencias por cada pérdida han subido 0,2. La influencia de Facu era mucha y muy variada, pero se está sosteniendo desde la posición de base sin que ninguno de sus compañeros ahora a la batuta se parezca a él. 

Uno de los problemas que se planteaban era no sólo la generación de juego rápido sino que se aportaran esos puntos fáciles que Campazzo tenía en las manos, ya fuera yendo hacia el aro o desde el perímetro. Su media d.C. (después de Campazzo) es de 83,3 puntos, siendo mejor la de la liga continental y peor la de una liga nacional en la que en esta campaña no sabe ni lo que es perder (14-0). 

En Europa las parejas Campazzo/Abalde y Campazzo/Tavares acumulaban más presencia que jugadores importantes por sí solos, como los veteranos Jeff Taylor o Jaycee Carroll y el también base argentino Nico Laprovittola. Los roles han cambiado para muchos de ellos con la salida de Facu, intentando que se note lo menos posible y que el Real Madrid siga como candidato a todo.

Los jugadores

La disposición con la que Laso es la que ha cambiado. En la planificación de esta temporada se contaba con la partida de Campazzo y de ahí que el entrenador ya tuviese consigo a dos bases puros como Laprovittola y Alocén y a otros comodines que ya tenían éxito probado en situación de parcheo. 

El que se ha llevado la peor parte es Carlos Alocén. Se le nota poco adaptado desde que este verano llegara como nueva cara procedente de un Casademont Zaragoza donde ya actuaba como cedido por el club blanco. Los riesgos que asume y la falta de acierto tanto en las penetraciones como en los lanzamientos le han hecho estar, por ahora, desprotegido. Su progresión se espera y que haya otros dos jóvenes bases (Matteo Spagnolo y Juan Núñez) pidiendo paso no tiene que ser óbice para que el resto de la temporada demuestre la magnífica calidad que tiene dentro de sí. Acumula sólo ocho minutos de media en los cuatro partidos que ha estado en pista, ya que no pisó la pista ante el Villeurbanne y no fue convocado ante el Zenit. Es el último en la rotación y que haya una ficha menos debería empujarle a lo contrario. 

En el caso de Fabien Causeur hablamos de alguien que termina su baja por coronavirus con su mejor partido del año: 21 puntos en 19 minutos frente a TD Systems Baskonia. El francés es escolta pero ya ha servido como base, por ejemplo junto a Klemen Prepelic en la 2017/18, aunque en su caso parece bien asentado en la posición de '2' al ofrecer una alternativa potente a lo que da Jaycee Carroll, un especialista total. También se le presenta a Laso un dilema con Alberto Abalde; por una parte no sólo es un jugador que pueda defender todas las posiciones exteriores sino que se mostró capaz de dirigir a todo un Valencia Basket en la Euroliga cuando empezaba a despuntar en el club naranja hace dos años; por otra, el haber invertido 1,5 millones en su fichaje hace poco viable que ahora se le quiera cambiar de posición por un desajuste en la propia plantilla confeccionada. 

El mejor parado, por ahora, es Sergio Llull. Parece que no es descubrir América el decir que este hombre, que individual y colectivamente lo ha ganado todo con el Real Madrid jugando como base, pueda volver a triunfar en el '1'. Por cómo le dejó su lesión de rodilla y por lo que ha aportado al equipo en comparación con sus años más explosivos sí es remarcable. Justo en esta temporada hemos visto el peor partido del menorquín como profesional, ese -12 de valoración contra el Fuenlabrada. Algún sector le conminaba a que sólo tirase y absorbiera menos balón con Campazzo al lado, pero la situación ya no es ésa. Laso confía en él y le ha pasado a ser el director de orquesta de nuevo, respondiendo Llull satisfactoriamente al reto. Ante el CSKA no estuvo acertado en el tiro pero dejó 6 asistencias, ante el Baskonia fue el que remató la faena en vez del MVP Causeur, ante el ASVEL no sólo fue el revulsivo con tres triples en cuarenta y ocho segundos sino que marcó 25 de valoración... Se le pedía calma a la hora de ser más terrenal y menos superhéroe y sí, está cumpliendo a rajatabla. 

En la posición cabecera seguirá Nico Laprovittola, que ha pasado de estar en la rampa de salida en verano y gozar de pocos minutos a ser un bote salvavidas en lo que puede ser una temporada tan larga. En las dos primeras victorias aportó 8 puntos, en las dos siguientes se fue hasta los 24 puntos. Desde que se fue Campazzo está 18 minutos y medio en pista por cita, un pequeño salto dado que la temporada pasada promedió 15 en ACB y 13 en EL. Si logra ser el Lapro del Joventut en una versión más ajustada a un papel secundario, para sacar el champán y brindar. Calidad nunca le ha faltado, simplemente tiene que amoldarla a lo que le pide Laso. 

Los que deben cubrir directamente la baja de Facu Campazzo no son los únicos que se ven afectados, obviamente. Se le pide más a Anthony Randolph y a Trey Thompkins, siendo mejor el inicio de año del segundo que el del primero, y se espera que la circulación de balón cambie menos que la jugada que más rasgada puede verse: el bloqueo y continuación. Descargar para un triple de Rudy Fernández, Deck, Taylor, el mejorado Garuba o los mencionados Randolph y Thompkins no es tan complejo, sí lo es que el balón le llegue en una posición satisfactoria al pívot que domina Europa. La asociación de Campazzo con Tavares era una de las más potentes del panorama. Ahora el de Maio se puede ver desprotegido en los ataques por alto o con buen bote, pero ha dado otro paso adelante para ser el protector de su equipo y promediar hasta 21,8 de valoración en ausencia de su querido Facu.