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NCAA | MARCH MADNESS 2021

Adiós a Cade Cunningham: próxima parada, la NBA

Cade Cunningham se despidió de su etapa universitaria de forma amarga y prematura, tras la derrota de Oklahoma State ante Oregón.

Cade Cunningham, durante un partido de la NCAA con Oklahoma State Cowboys.
Andy LyonsGetty Images

De forma bastante temprana. Así ha finalizado la etapa universitaria de Cade Cunningham, uno de los grandes candidatos a ser el número 1 del próximo draft de la NBA, en este 2021. La joven estrella no pudo evitar la derrota en esta segunda ronda de su equipo, Oklahoma State. Los Cowboys firmaron un muy mal primer tiempo y fueron a remolque durante todo el partido ante Oregon State, que le dio vida al rival perdiendo una cantidad ingente de balones. Sin embargo, ni los 24 puntos finales de Cunningham pudieron completar una remontada que habría sido, sencillamente, épica. Tras remar para poner a sus rivales contra las cuerdas y de manera absolutamente incomprensible, los Cowboys se quedaron sin anotar los últimos 3:42 de partido. Fue, precisamente, tras un triplazo de Cunningham que ponía a su equipo a tan solo tres puntos... hasta ahí llegaron los Cowboys, que remaron para morir en la orilla.

Cunningham es uno de esos jugadores que, ya desde la universidad, se vaticina que pueden marcar una época. Lo que será, será; pero, de momento, hace gala de un repertorio al alcance de pocos. Y la siempre importante narrativa de la NBA le acompaña: ha sido nombrado, al mismo tiempo, mejor jugador y debutante del Big 12, su conferencia. Un hito que, hasta el momento, sólo habían logrado Marcus Smart, Michael Beasley y Kevin Durant. En su primer, y último, año universitario, ha sido capaz de llevar a Oklahoma State a las puertas de alzarse con su torneo, algo que no hace desde el año 2005. Tiene 19 años, pero aparenta muchos más, tanto en la pista como fuera de ella. Dentro, destaca, entre muchas otras cosas, por su inteligencia. Contemporiza a compás sereno y acierta muchos más que yerra en la toma de decisiones. Lejos de los aros y las redes, se define él mismo: "Espero ser más recordado por lo que haga fuera de la pista, con el dinero y mi estatus social, por cómo he ayudado a la gente, que fuera", asegura.

Actúa en la demarcación de base, pero sus 203 cm de altura y 100 kg de peso le permiten defender cualquier posición. En ataque, sus posibilidades son infinitas. Juega bien el pick and roll, se genera buenos tiros por sí solo, vía step back, cambio de ritmo o crossover, tiene facilidad para localizar los espacios en estático y es mortal en el uno contra uno. Ha liderado a su equipo en anotación y se ha quedado a las puertas de hacerlo en asistencias y rebotes: su compañero, Isaac Likekele, ha promediado 6,7 y 3,7 respectivamente. Desde el perímetro, ha tirado con un 41,2% de acierto y en la zona ha dejado mates de concurso. Durante la temporada, ha sumado cuatro partidos de, al menos, 20 puntos y 8 rebotes, una exhibición grandilocuente de 40 puntos y una retahíla considerable de acciones determinantes en el cluch time. En la propia semifinal del Big 12, frente a Baylor Bears, un equipo que sólo había perdido un partido hasta dicho momento y que oposita al campeonato, lo dejó claro: a cuatro minutos del final y perdiendo de dos, triple para iniciar la remontada hasta el 83-74 final. Terminó el partido con 25 puntos, 8 asistencias y 5 rebotes. "Cuando hay mucha presión, o como se le quiera llamar, yo lo veo como una oportunidad", no tiene miedo en decir. Hasta que no se demuestre lo contrario, es el elegido.