NBA | ALL-STAR 2021

Conley y el All Star, la eterna polémica: "Igual si empezamos 31-0, me dan alguna opción..."

Mike Conley nunca ha jugado el All Star y este año su ausencia ha sido muy comentada. Marc Gasol también ha salido en defensa del que fuera su compañero en Memphis.

Alex GoodlettAFP

Es normal que el All Star desate algún tipo de polémica. Pero siempre hay un común denominador en este aspecto: las ausencias. Y, entre ellas, suele emerger un hombre con un gran talento, que cae bien a todo el mundo y es querido por el aficionado con una unanimidad aplastante para tratarse de un mundo como la NBA, sometido siempre a una mirada escrutadora y nada carente de juicios: Mike Conley. El base de los Jazz vuelve a quedarse sin un premio absolutamente merecido pero del que nunca ha disfrutado durante una carrera deportiva que abarca casi 14 temporadas. Sus hazañas, primero en los Grizzlies y ahora en Utah, no son suficientes para el gran público para ponerle de titular, al no tratarse de un jugador con la vitola de estrella que tienen otros. Pero es más extraño que los entrenadores, que se fijan (al menos, eso se supone) en detalles que los votantes no, se resistan a incluir a alguien de su talento, con sus números y en el equipo en el que está, en el All Star.

Conley promedia, con 33 años, 16,4 puntos y 5,6 asistencias, es el base titular del mejor equipo de la NBA, lanza por encima del 40% en triples y es un líder espiritual y moral dentro de una plantilla joven pero de enormes convicciones, con un objetivo que empieza en el partido de cada noche y concluye con el sueño del anillo. Es cierto que hay mucha competencia en su posición (Curry, Doncic, Chris Paul...), que hay muchos jugadores que arrastran una denominación de estrella de la que él carece, y a los que favorece una narrativa siempre impregnada de highlights y parafernalia. También, que es un personaje discreto, alejado de la farándula y muy cercano con los suyos. Y que ya hay dos jugadores de los Jazz (Donovan Mitchell y Rudy Gobert) seleccionados para el All Star. Pero todo esto no termina de convencer, ni a sus compañeros, ni a sus rivales ni al propio jugador, que ha sido bastante sarcástico con su situación.

"Hombre, ha sido difícil de asumir. Realmente, pensaba que este iba a ser el año. Bromeé con mis compañeros de equipo y les dije que los culpaba a ellos. Deberíamos haber comenzado el año 31-0. Tal vez, eso me hubiera dado una oportunidad. No sé qué más hacer", ha dicho el base, al que ha apoyado Marc Gasol, al que se ha enfrentado en el Jazz-Lakers y con el que compartió equipo en los Grizzlies. "Estuve con él cuando merecía ser un All-Star en Memphis durante muchos años. Siempre lo ha merecido, pero no lo ha logrado. Creo que este año es un poco más difícil porque tienen el mejor récord de la Liga", aseguraba el español, que siempre ha defendido a su compañero y se marchó de la ciudad poco antes que él, rumbo a los Raptors y al anillo.

Ambos, Marc y Conley, son ídolos en los Grizzlies, y junto a ellos la franquicia vivió, recientemente, la mejor época de su historia reciente, con ese Grit and Grind que disputó las finales del Oeste en 2013 y que tuvo como All Stars Zach Randolph o al propio Marc Gasol. No así a Conley, que fue ignorado para el Partido de las Estrellas de manera incomprensible y a pesar de que la franquicia consiguió 56, 50 y 55 victorias de 2013 a 2015 y que el propio base llegó a promediar 20,5 puntos por partido en la 2012-13. Su máxima distinción, de hecho, está en haber sido nombrado en el Segundo Mejor Quinteto Defensivo en 2013, más allá de ser, en tres ocasiones, el Jugador Más Deportivo de la temporada (2014, 2016 y 2019) o conseguir el premio a Compañero del Año en 2019. Algo que recompensa el hecho de que no le hayan pitado una sola técnica en toda su carrera, pero no su consabido talento.

El caso de Conley es bastante llamativo, pero no es el único de este estilo que se ha visto en la NBA. En el pasado, fueron muy comentados los casos de Ron Harper, una estrella anotadora en los 80 en los Cavaliers, que luego pasó a ser un experto defensivo en el segundo three peat de los Bulls de Michael Jordan. También el de Mike Bibby, que promedió más de 15,9 puntos por partido de 2002 a 2007, con un tope de 21,1 en la 2005-06 y siempre superando el 36% en triples. Otros como Lamar Odom también se quedaron sin ir al Partido de las Estrellas. Una lista muy larga en la que entran y salen jugadores constantemente pero en la que siempre ha estado un Mike Conley que suma y sigue, un año más, sin ir al All Star. Algo difícilmente explicable en una NBA en la que los Celtics, novenos del Este y con récord negativo, llevan los mismos jugadores al partido que los Jazz, primeros. Un dato más, dentro de muchos otros, para los amantes del debate constante y la polémica. Que no son pocos.

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