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NBA | NUGGETS 111 - BLAZERS 106

Lillard se cansa de Campazzo y Jokic da otra exhibición

Campazzo, que disputó el último cuarto casi al completo, molestó a un Lillard que, esta vez, no obró el milagro. Jokic, con 41 puntos, da la victoria a los Nuggets.

Nikola Jokic, durante el partido de la NBA que ha enfrentado a Denver Nuggets y a Portland Trail Blazers.
Nikola Jokic, durante el partido de la NBA que ha enfrentado a Denver Nuggets y a Portland Trail Blazers.Denver Nuggets

Línea continua ascendente. Es lo que lleva Facundo Campazzo en los últimos partidos, en los que se ha hecho un hueco en la rotación de Mike Malone. El argentino está respondiendo con creces y ha conseguido se sexta buena actuación seguida, coincidiendo con el aumento de sus minutos. En todos y cada uno de los últimos seis partidos ha pasado de los 25, y en uno ha llegado a los 39. Ante los Blazers, 27, incluidos los últimos 10, la enésima muestra de confianza de un entrenador que quiere que el base encuentre su hueco en una Liga que no espera a nadie pero da oportunidades, antes o después, a todo el mundo. Y es el jugador (entrenador, directivo...) el que tiene en su mano aprovecharla o dejarla pasar. Campazzo venía de promediar, en los últimos cinco choques, sus mejores números de la temporada: 14 puntos, 1,6 rebotes, 3,6 asistencias y 1,6 robos, con un extraordinario 53,8% en tiros de campo y un 50% en triples. Grandes números para un hombre que, en sus primeros 22 duelos en la NBA, estaba en 3,5 tantos y no superaba el 35% en el lanzamiento. Una mejoría palpable que surge como consecuencia de un aumento considerable de minutos, que dejan al argentino con más tiempo en pista compartido con Monte Morris o Jamal Murray indistintamente e incluso algunos en solitario.

A Malone, un buen tío reafirmado el año pasado en su puesto (finales del Oeste, recordemos), le gusta jugar con dos bases y que estos tiren mucho (lo que más le ha costado al Facu, jugar sin balón), algo potenciado por un Nikola Jokic que hace las veces de playmaker. Y Campazzo, sin prisa pero sin pausa, se va adaptando a ese rol. Ante los Blazers no superó la decena de puntos por primera vez en cinco encuentros, pero destacó en otras facetas: mal en el tiro (1 de 5), pero 3 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias (ninguna pérdida) 1 robo y 1 tapón. Estuvo en pista los 10 últimos minutos, y su tamaño y velocidad le permitieron perseguir a Damian Lillard durante gran parte del duelo, algo que notó un base que tiró de magia (porque puede) en el último cuarto (12 puntos) y que hizo números, pero que no tuvo una buena actuación: por un lado, 25 puntos, 7 rebotes y 13 asistencias, estadísticas que tienen pocos peros... por el otro, 9 de 21 en tiros de campo, 4 de 11 en triples, 5 pérdidas de balón y el peor +/- del partido con un -15. No fue su peor partido pero, desde luego, distó mucho de ser el mejor.

Los Nuggets tuvieron que tirar de paciencia para llevarse la victoria en un encuentro que tuvo 10 cambios de liderato y hasta 15 empates. Jokic, claro, fue el héroe: 41 puntos (17 de 32 en tiros de campo), 5 rebotes y 5 asistencias. Hubo cierta polémica al final del duelo, cuando un triple de Carmelo Anthony acercaba a Portland a solo tres puntos (109-106) con cuatro segundos para la conclusión. Los locales sacaron de banda y encontraron a Jamal Murray, y Damian Lillard fue a por él, pero los árbitros señalaron falta a su compañero Gary Trent Jr. cuando parecía que el base del equipo de Oregón había forzado un salto entre dos. Las quejas de Lillard y del banquillo de los Blazers, con Terry Stotts levantando los pulgares de sus respectivas manos (así se señala la lucha en el baloncesto), no sirvieron de nada y Murray sentenció desde la personal. El playmaker local fue, por cierto, el héroe  al final: se quedó en 24 puntos con malos porcentajes de tiro (7 de 18), pero convirtió 19 tantos sólo en el último periodo, con 6 de 10 en el lanzamiento y un espectacular 3 de 4 en triples. Si Jokic mantuvo a Denver todo el tiempo en el partido, su compañero de faena fue el que puso la puntilla que inclinó la balanza.

Con esta victoria, hay solo un partido de diferencia entre los Blazers, sextos (18-13) y los Nuggets, séptimos (17-14). Los de Colorado van para arriba, mientras que los de Lillard han entrado en un bucle de cierta regularidad que no está de más tal y como está la NBA (y el mundo). Además del talentoso base, Carmelo se fue a 24 puntos y puso cierta emoción al final, mientras que Gary Trent Jr. sumó 18, los mismos que Derrick Jones Jr. Y Enes Kanter, claro, siguió con su insólita capacidad de producción (16+14+2, con 7 de 9 en tiros de campo), y su escaso esfuerzo defensivo, del que Jokic se aprovechó con solvencia. Y en los Nuggets, más allá de la pareja de moda y de Michael Porter Jr. (12+10), maña y fuerza. Ambas franquicias están dentro de ese grupo que empezó con dudas e intenta ahora enderezar la situación en una lucha por los playoffs en la que tienen la cabeza cada vez más metida mientras ves, a lo lejos, como Kings, Pelicans o incluso Grizzlies se van alejando. No hay hueco para todos. Ya se ha visto en las elecciones para el All Star. Así es la NBA.