NBA | CELTICS 114 - HAWKS 122

Los Celtics no levantan cabeza: "Debe ser duro ver esta mierda"

Los Sixers ganan con susto a los Rockets, los Knicks dan la de arena en Orlando y los Bulls remontan 25 puntos a los Pistons en otra exhibición tremenda de LaVine.

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Los Celtics no levantan cabeza: "Debe ser duro ver esta mierda"
CJ GUNTHER EFE

No hay tregua para los Celtics en una temporada en la que nada es fácil para el equipo de Brad Stevens. Después de ganar a los Raptors con su mejor partido de las últimas semanas, perdieron de forma horrenda contra Wizards y Pistons. Y después de darse un pequeño gusto contra unos Nuggets en cuadro, pincharon otra vez, en back to back y contra unos Hawks que tampoco tienen ningún motivo para sonreír: 114-122 final. 14-14 para los Celtics, 12-16 para los Hawks. Habría costado creer a quien hubiera dicho, con las aspiraciones que ambos tenían, que a estas alturas de temporada Celtics y Hawks estarían los dos como están, uno en un pírrico 50% de victorias, el otro a cuatro triunfos de esa marca después de una victoria en Boston que llegó tras cuatro derrotas seguidas y siete en ocho noches. Eso sí, si los Celtics quieren venganza o los Hawks repetir postre, que no se preocupen: vuelven a enfrentarse mañana, otra vez en el Garden, y el próximo miércoles en Atlanta.

Los Celtics pueden escudarse en las bajas: faltaban tres titulares, Marcus Smart (ausencia ya de largo recorrido), Kemba Walker (no jugó por ser back to back) y Daniel Theis. Pero es que los Hawks no tenían a Bogdanovic y Hunter (otros dos titulares) ni a Rondo y un Dunn que sigue fuera. Así que el pésimo momento de los Hawks y el hecho de que, al fin y al cabo, jugaban Jaylen Brown y Jayson Tatum, daban ánimo a los Celtics, que no encuentran puntos de apoyo: cada vez que parece que pueden asomar, patinan otra vez. Lo explicó así Brown tras el partido: “Estamos intentando que las piezas encajen. Hay partidos en los que jugamos de maravilla contra rivales muy buenos y otros, contra otros rivales, en los que no lo hacemos. Tenemos que encontrar la forma de ser consistentes. Supongo que debe ser duro ver esta mierda porque también lo es jugar así”.

Los Celtics fueron de más a menos en ataque y concedieron demasiado en defensa. Los Hawks metieron el 57% de los tiros, con muchas bandejas y visitas a la línea de personal porque los la línea exterior no contenía unas penetraciones que generaban superioridades constantes cerca del aro. Eso sí, los Hawks enlazaron errores al final, incapaces de poner a salvo sus ventajas y enredados contra un rival que probó hasta el hack a Capela. Finalmente bastaron la dirección de un Trae Young al que ningún rival pudo contener (40 puntos, 8 asistencias, 14/20 en tiros) y las finalizaciones de Capela (24 puntos, 14 rebotes) y John Collins (20+6). En los Celtics está vez Tatum (35 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias) estuvo mejor que Brown (22 puntos, 6/20 en tiros), y desde el banquillo pusieron actividad Pritchard y Neismith. Con el primero cargado de faltas, Stevens lo intentó con el casi desahuciado Jeff Teague… y no funcionó, por decirlo suavemente (0 puntos, 0 asistencias, 3 pérdidas). Y los Celtics ya suman 14 derrotas en una temporada en la que están muy lejos de donde querían. También los Hawks, aunque se dieron un pequeño respiro en el Garden.

SIXERS 118 - 113 ROCKETS

El líder del Este sigue siendo Philadelphia 76ers, ahora con un partido y medio de ventaja sobre los cada vez más temibles Nets. El equipo de Doc Rivers regresó a casa tras acabar hecho unos zorros (tres derrotas seguidas) una dura gira por el Oeste. Y fue balsámico… pero con susto. Los Sixers (ahora 19-10) ganaron a los Rockets, venidos a menos tras la lesión de Christian Wood y que acumulan siete derrotas seguidas y ocho en nueve partidos (estuvieron 10-9, ahora están 11-17).

Pero se dieron un buen susto. Sin Ben Simmons ni Shake Milton, y con Joel Embiid haciendo gestos de dolor en la espalda durante el primer tiempo, arrasaron de salida: 69-43 al descanso, tope de +29 en una segunda parte en la que Embiid (al final 31+11+9) fue entrando en calor. Sin embargo, la relajación pasó factura y los Rockets fueron remontando, y remontando y remontandoun 100-82 a 10 minutos del final llegó hasta un 110-106 con menos de dos para el final, cuando Wall falló uno de sus tiros libres y Embiid anotó la canasta de la tranquilidad. Los Sixers no tenían que haber llegado a eso… pero ganaron. Tobias Harris sumó 24 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias y entre Danny Green y Seth Curry anotaron 37 puntos con un 7/11 en triples. En los Rockets, 28 puntos y 7 asistencias de John Wall, 19 con 8 rebotes de DeMarcus Cousins, 17 y 6 asistencias de Gordon y 19+6+4 del meritorio Jae’Sean Tate.

MAGIC 107 - 89 KNICKS

Los Knicks habían ganado por primera en esta temporada tres partidos seguidos y tenían la opción de que fueran cuatro porque visitaban a unos Magic cuya campaña se ha ido al traste por culpa de las lesiones. Pero no pudo ser: los Knicks firmaron una espantosa seguda parte y quedan en 14-16, todavía mejor que los de Florida (11-18). Después de un buen primer tiempo (53-56), el equipo de Thibodeau se hundió en los últimos 9 minutos del tercer cuarto (parcial de 25-8). En la segunda parte solo anotaron el 25% de sus tiros (12/48) y acabaron con un 38% total y un 7/27 en triples. Derrick Rose (1/10) e Immanuel Quickley (1/12) personificaron el desastre. Julius Randle acabó con 25 puntos y 7 rebotes. En los Magic fue decisivo el resgreso de Fournier (19 puntos) y el despliegue desde el banquillo de Ross, clave en la reacción de la segunda parte y que acabó con 30 puntos por primera vez esta temporada. Nikola Vucevic sumó 16 puntos, 16 rebotes y 5 asistencias.

BULLS 105 - 102 PISTONS

Remontada tremenda de los Bulls en un partido fantasma: los de Billy Donovan tenían que haber jugado en Charlotte, y los Pistons en Dallas. Pero los aplazamientos y reajustes de la pandemia forzaron este duelo, reubicado por la vía rápida, entre dos equipos que están fuera de la barata zona de playoffs del Este (los Bulls se manejan al menos en posiciones de play in): 12-15 por 8-20. Los Pistons ganaban por 25 en el segundo cuarto pero se hundieron en el tercer parcial (27-12). Al final anotaron triples decisivos Coby White (el único que metió: 1/6, 8 puntos) y el notable rookie Patrick Williams (15 puntos, 5 rebotes). Wendell Carter acabó con 18 puntos y Zach LaVine, otra vez imperial, con 37, 5 rebotes, 5 asistencias, 3 robos y un 14/22 en tiros. Imposible hacer más. En los Pistons, 43 puntos de Jerami Grant y el trabajo habitual de Plumlee y Wright pero demasiada poca aportación colectiva en la segunda parte.